Gran parte de nuestra vida cotidiana gira en torno a Internet, desde trabajar, recibir educación e incluso hablar con amistades. En una encuesta de 2021, se descubrió que la familia promedio estadounidense tenía 25 dispositivos conectados a Internet, en comparación a los 11 en 2019. Cuantas más cuentas y dispositivos en línea tengas, mayor será la posibilidad de que los cibercriminales te causen daño. Por eso ahora más que nunca es esencial conocer las reglas de seguridad para usar Internet que te protegerán a ti y a tu familia contra las amenazas que pueden hacerle daño a tus datos y dispositivos. Sigue leyendo para conocer los principales peligros de Internet y las formas de mantenerse a salvo en la Web.
Los principales peligros de Internet
Cuando tú y tu familia usan Internet, se exponen (a menudo, sin saberlo) a una serie de posibles amenazas en línea. Los entornos digitales tal como los conocemos evolucionan todo el tiempo a medida que los ciberdelincuentes idean nuevas formas de atacar a los usuarios. A continuación, encontrarás una lista de algunos de los mayores peligros de Internet a los que tu familia y tú deben prestar atención:
- Robo de identidad
- Filtraciones de datos
- Malware y virus
- Phishing y correos electrónicos falsos
- Sitios web falsos
- Estafas en línea
- Estafas románticas
- Contenido inapropiado
- Acoso en línea
- Configuración de privacidad defectuosa
Consejos de seguridad esenciales para usar Internet
Para evitar todos estos peligros, te recomendamos que sigas nuestros consejos esenciales de seguridad para Internet cuando se conecten a la Web tú o tu familia:
1. Asegúrate de usar una conexión a Internet segura
Aunque no se recomienda utilizar redes Wi-Fi públicas, a veces es inevitable cuando no estamos en casa. Sin embargo, cuando te conectas a Internet en un lugar público y utilizas una conexión Wi-Fi pública, no tienes un control directo sobre su seguridad, lo que podría dejarte vulnerable ante ciberataques. Entonces, si utilizas una red Wi-Fi pública, evita realizar transacciones personales (como operaciones bancarias o compras en línea) en las que se utilicen datos confidenciales.
Si necesitas hacer alguna de estas transacciones, utiliza una red privada virtual o VPN. Una VPN protegerá todos los datos que envíes a través de una red no segura mediante cifrado en tiempo real. Si no tienes una VPN, te recomendamos evitar las transacciones personales hasta que puedas usar una conexión a Internet de confianza. Puedes obtener más información sobre qué es una VPN aquí.
2. Elige contraseñas seguras
Las contraseñas son uno de los mayores puntos débiles en materia de ciberseguridad. Las personas suelen elegir contraseñas fáciles de recordar y, por lo tanto, fáciles de adivinar para los hackers. Además, utilizar la misma contraseña para varios sitios pone en mayor riesgo tus datos. Si los hackers obtienen tus credenciales de un sitio, podrían acceder a otros sitios web que utilicen los mismos datos de acceso.
Elige contraseñas seguras que sean más difíciles de descifrar para los ciberdelincuentes. Una contraseña segura debe tener las siguientes características:
- Longitud: debe tener al menos 12 caracteres (idealmente más).
- Una combinación de caracteres: es decir, letras mayúsculas y minúsculas, además de símbolos y números.
- Nada de obviedades: como usar números en secuencia ("1234") o información personal que alguien que te conozca podría adivinar, como tu fecha de nacimiento o el nombre de una mascota.
- No utiliza rutas de teclado simples de recordar.
El uso de un administrador de contraseñas puede ayudar. Los administradores de contraseñas les permiten a los usuarios crear contraseñas seguras, almacenarlas en una bóveda digital (protegida con una única contraseña principal) y recuperarlas al iniciar sesión en las cuentas en línea.
3. Habilita la autenticación multifactor siempre que puedas
La autenticación de varios factores (MFA) es un método de autenticación que solicita a los usuarios que proporcionen dos o más métodos de verificación para acceder a una cuenta en línea. Por ejemplo, en lugar de solo pedir un nombre de usuario o una contraseña, la autenticación de varios factores va más allá solicitando información adicional como la siguiente:
- Una contraseña única adicional que los servidores de autenticación del sitio web envían al teléfono o a la dirección de correo electrónico del usuario.
- Respuestas a preguntas de seguridad personales.
- Una huella digital u otra información biométrica, como voz o reconocimiento facial.
La autenticación multifactor disminuye la probabilidad de que pueda producirse un ciberataque. Para que tus cuentas en línea sean más seguras, es buena idea implementar la autenticación de varios factores cuando sea posible hacerlo. También puedes considerar usar una aplicación autenticadora de terceros como Google Authenticator o Authy para ayudarte con la seguridad en Internet.
4. Mantén el software y el sistema operativo actualizados
Los desarrolladores trabajan constantemente para que los productos sean seguros, vigilando las últimas amenazas y lanzando parches de seguridad en caso de hallar vulnerabilidades en el software. Mediante el uso de las últimas versiones de tus sistemas operativos y aplicaciones, te beneficiarás de los parches de seguridad más recientes. Esto es especialmente importante para las aplicaciones que contienen información sobre pagos, salud u otros datos confidenciales sobre un usuario.
5. Comprueba que los sitios web sean confiables
Es crucial que todos los sitios web que visites sean confiables, pero en especial aquellos en los que hagas transacciones, como los sitios de comercio electrónico. Un elemento clave para tener en cuenta es un certificado de seguridad o SSL.
Es decir, presta atención a que las URL empiecen con "https" en lugar de "http" (la "s" significa "seguro") y que tengan el ícono de candado en la barra de direcciones. Entre otras señales de confianza, se incluyen las siguientes:
- Texto sin errores ortográficos ni gramaticales: las marcas de renombre se esforzarán por garantizar que sus sitios web estén bien redactados y corregidos.
- Imágenes que no estén pixeladas y se ajusten correctamente a las dimensiones de la pantalla.
- Anuncios que parecen orgánicos y que no son demasiado abrumadores.
- Sin cambios bruscos de color o tema. En algunos casos, cuando los usuarios habían interactuado con un sitio web concreto y vuelven a una página conocida desde un vínculo, los cambios sutiles de color o de diseño podrían indicar una falsificación.
- Normas aceptadas para los pagos en línea: los sitios web legítimos de comercio electrónico solo utilizan portales de tarjetas de crédito o débito, o PayPal. Si un sitio web utiliza otra forma de transferencia de dinero digital para aceptar pagos,
es posible que sea fraudulento.
6. Revisa tu configuración de privacidad y lee las políticas de privacidad
A las personas que se dedican a la comercialización de productos les encanta saber todo sobre ti, pero también a los hackers. Ambos pueden obtener gran cantidad de datos a partir de tus hábitos de navegación y uso de las redes sociales. De todos modos, puedes controlar la cantidad de información a la que pueden acceder terceros. Tanto los navegadores de Internet como los sistemas operativos móviles tienen configuraciones que te permiten proteger tu privacidad en línea. Los sitios de redes sociales, como Facebook, Twitter, Instagram, LinkedIn, entre otros, tienen configuraciones para mejorar la privacidad que puedes activar. Merece la pena tomarse un tiempo para revisar la configuración de la privacidad en todos los ámbitos y asegurarse de que está configurada a un nivel con el que te sientas cómodo.
Muchos de nosotros aceptamos las políticas de privacidad sin leerlas, pero como se utilizan tantos datos con fines de marketing y publicidad (y hacking), es buena idea revisar las políticas de privacidad de los sitios web y de las aplicaciones que utilizas para saber cómo se van a recopilar y analizar tus datos. Sin embargo, ten en cuenta que, aunque tu configuración sea privada, nada en Internet es totalmente privado. Los hackers, los administradores de sitios web y las fuerzas del orden podrían seguir teniendo acceso a la información que consideras privada.
7. Ten cuidado con los vínculos sospechosos y dónde haces clic
Un clic descuidado puede exponer tus datos personales en línea o infectar tu dispositivo con malware. Por eso, es esencial navegar de forma consciente y evitar ciertos tipos de contenido en línea, como los vínculos de fuentes no confiables y los correos electrónicos spam, los cuestionarios en línea, el ciberanzuelo, las ofertas "gratuitas" o los anuncios no solicitados.
Si recibes un correo electrónico que no te convence, evita hacer clic en los vínculos o abrir los archivos adjuntos.
De hecho, es mejor evitar abrir los correos electrónicos que no son de confianza. Si no estás seguro de si un correo electrónico es legítimo o no, ve directamente a la fuente. Por ejemplo, si recibes un correo electrónico sospechoso de tu "banco", llámalos y pregúntales si el correo electrónico es auténtico.
Cuando estés en un sitio web, asegúrate de que los vínculos conducen a temas relevantes o esperados. Por ejemplo, si haces clic en un vínculo que crees que trata sobre safaris en África, pero en su lugar visitas una página del estilo ciberanzuelo sobre la pérdida de peso de los famosos o a un artículo del estilo "¿dónde están ahora?", cierra la página de inmediato.
8. Comprueba que tus dispositivos están protegidos
Es importante que tus dispositivos estén protegidos correctamente, ya que hasta un 60 % de las personas utilizan dispositivos móviles, en lugar de una computadora de escritorio, para comprar y buscar información en Internet. Es una buena práctica usar contraseñas o códigos de acceso y otras opciones de seguridad como lectores de huellas digitales o tecnología de escaneo facial con todos tus dispositivos (teléfonos, computadoras, tablets, relojes inteligentes, televisores inteligentes, etc.). Estas medidas reducirán la probabilidad de un ciberataque o de que los hackers roben tus datos personales.
9. Haz copias de seguridad periódicas
Es fundamental hacer copias de seguridad de la información personal importante en discos duros externos y crear nuevas copias de seguridad con regularidad. El ransomware, un tipo de malware, consiste en que los ciberdelincuentes bloquean tu computadora para que no puedas acceder a archivos valiosos. Crear una copia de seguridad de tus datos y de los de tu familia ayuda a mitigar el impacto de un ataque de ransomware. Puedes protegerte aún más si tienes el software de seguridad adecuado. Otras formas de malware te niegan el acceso a tus datos personales saturando el sistema o simplemente borrando archivos, así que ten cuidado.
10. Cierra cuentas que no utilices
Con los años, muchos de nosotros acumulamos cuentas antiguas que ya no utilizamos. Estas cuentas pueden ser un eslabón débil en términos del uso seguro de Internet: no solo es más probable que las cuentas antiguas tengan contraseñas más débiles, sino que algunos de esos sitios pueden tener políticas de protección de datos deficientes. Además, los ciberdelincuentes podrían reconstruir la información que abandonaste allí, por ejemplo, antiguos perfiles de redes sociales, como tu fecha de nacimiento o ubicación, entre otros datos, para hacerse una idea de tu identidad e intentar estafarte más tarde. Es por ello que te recomendamos que cierres tus cuentas antiguas y solicites la eliminación de tus datos de los servidores de terceros correspondientes.
11. Ten cuidado con lo que descargas
Uno de los principales objetivos de los ciberdelincuentes es engañarte para que descargues malware, el cual puede utilizarse para abrir una "puerta trasera" en tu máquina. El malware puede disfrazarse de aplicación, desde un juego popular hasta una aplicación que comprueba el tráfico o el clima. O podría estar oculto en un sitio web malicioso que intenta instalar malware en tu dispositivo.
El malware causa daños, como la interrupción del funcionamiento de tu dispositivo, el robo de tus datos personales o el acceso no autorizado a tu máquina. Esto suele requerir alguna acción por tu parte, pero también hay descargas ocultas, donde un sitio web intenta instalar software en tu computadora sin pedirte permiso primero. Piénsalo bien antes de visitar un nuevo sitio web o descargar cualquier archivo en tu dispositivo y descarga contenido solo de fuentes de confianza u oficiales. Comprueba tus carpetas de descargas con regularidad y, si aparecen archivos desconocidos en el sistema, (quizá de una descarga oculta), elimínalos de inmediato.
12. Ten cuidado con lo que publicas y dónde
Internet no tiene una tecla para eliminar. Los comentarios o las imágenes que publicas en línea pueden permanecer en Internet para siempre, ya que eliminar el original no elimina las copias que otras personas puedan tener. No hay forma de “retractarse” de un comentario que desearías no haber hecho o de eliminar una imagen vergonzosa que hayas publicado. Entonces, no publiques en línea nada que no quieras que vean tus padres ni un empleador.
Del mismo modo, ten cuidado al revelar información personal sobre ti en línea. Por ejemplo, evita revelar tu número de Seguro Social, tu dirección o tu fecha de nacimiento en las biografías de las redes sociales. Seguro que no compartirías información personal con una persona desconocida; por eso, no la compartas con millones de personas en línea.
Ten cuidado de dónde muestras o subes tu dirección de correo electrónico. Es buena idea tener una cuenta de correo electrónico secundaria que puedas descartar y que solo uses para registros y suscripciones por correo electrónico para diferenciarla de la cuenta que usas con amistades y familiares y de la cuenta que usas en el trabajo.
13. Ten cuidado de con quién interactúas en Internet
Las personas que conoces en línea no siempre son quienes afirman ser. De hecho, incluso podrían no ser reales. Los perfiles falsos en las redes sociales son una forma muy popular de que los hackers preparen a los incautos usuarios de Internet y les roben sus ciberbolsillos. Aplica la misma precaución en tu vida social en línea que en tu vida social en persona. Esto es especialmente cierto con el aumento de las estafas en las citas en línea en los últimos años.
14. Comprueba dos veces la información en línea
Lamentablemente, las noticias falsas, la desinformación y la mala información están presentes en Internet. Es fácil sentirse perdido con la avalancha de información a la que estamos expuestos cada día. Si lees algo de lo que no estás seguro, investiga por tu cuenta para establecer los hechos. Los sitios web confiables tendrán referencias a la información original y a las fuentes. Las páginas sospechosas no ofrecen ninguna referencia. Lee nuestra guía para detectar noticias falsas aquí.
15. Utiliza un buen antivirus y mantenlo actualizado
Además de seguir los consejos de seguridad para el comportamiento en línea, es esencial usar un proveedor de antivirus de buena calidad. El software de seguridad en Internet protege tus dispositivos y tus datos, y bloquea las amenazas más comunes, como los virus y el malware, además de las más complejas, como las aplicaciones espía, los cryptolockers y los ataques de scripting entre sitios (XSS). Igual que con los sistemas operativos y las aplicaciones, es esencial mantener actualizado tu antivirus para adelantarte a las últimas ciberamenazas.
Tres normas de seguridad para que los niños usen Internet
Aunque muchos de los consejos para mantenerse a salvo en Internet son los mismos para adultos y niños, no son fáciles ni sencillos de explicar. A menudo y por accidente, los niños podrían ser una puerta de entrada para que las personas maliciosas accedan a tus sistemas digitales. Por lo tanto, es importante que les enseñes a tus hijos los principios básicos de la seguridad en Internet para proteger tu red doméstica de cualquier accidente no deseado. A continuación, encontrarás las tres áreas que deberías cubrir:
Huella digital
La huella digital (es decir, lo que hay sobre ti en Internet después de usarla) es un concepto importante que los niños deben conocer. Cuando se les enseña a los niños sobre este tema, es importante centrarse en cómo es muy sencillo acceder a su información y cómo otros personas podrían interactuar con estos datos (por ejemplo, direcciones de correo electrónico y nombres de usuario con información identificativa, que podría utilizarse para actividades delictivas). También pueden surgir debates más amplios, como compartir contenido en línea (a través de redes sociales, cuentas de juegos y correos electrónicos). Asegúrate de indicar con claridad qué contenidos no están permitidos en Internet (fotografías, dirección, números de teléfono y segundos nombres).
Contraseñas
Hoy en día, las contraseñas seguras forman una parte integral de las medidas modernas de ciberseguridad. Instruir a los niños desde pequeños sobre la importancia de las contraseñas seguras (que tengan al menos 12 caracteres y sean una mezcla de letras, números y símbolos) y su almacenamiento adecuado es una de las formas más sencillas de hacer que Internet sea más seguro para tu familia. Por eso, también puede ser muy útil contar con un sistema de administración de contraseñas que pueda rellenar de forma automática las credenciales de diferentes sitios web.
Comunicación
La mensajería y la comunicación en línea, una de las vías más transitadas por todo tipo de ciberdelincuentes, es una conversación "imprescindible" para la seguridad de tus hijos. Ante todo, es importante explicar cómo identificar y evitar mensajes, vínculos sospechosos, descargas o correos electrónicos de personas desconocidas que piden información identificativa en línea. Esto también puede dar lugar a un debate más amplio sobre cómo detectar estafas de suplantación de identidad (phishing) y sitios web falsos. La segunda parte más importante de una comunicación en línea segura es una interacción adecuada con las demás personas. Al igual que en el mundo real, la seguridad depende a veces de la vigilancia, de una comunicación educada y de aprender a identificar el acoso y a no participar en él. Educa a tus hijos sobre el acoso cibernético y cómo actuar de forma amable con las demás personas en Internet.
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