Es un hecho que el acoso ha evolucionado desde la época de las peleas a la salida de la escuela o del robo del dinero para pagar el almuerzo. En efecto, el acoso ha cambiado junto con los tiempos para incluir el correo electrónico, los mensajes de texto y las redes sociales. Y, aunque puede que ya tengas alguna idea del daño que causa, las estadísticas demuestran que se trata de un problema generalizado y peligroso. Aquí te presentamos una descripción del acoso en línea con cifras y las 10 maneras principales de detener a los atacantes.
Según DoSomething.org, solo una de cada 10 víctimas habla con un adulto de confianza sobre el acoso en línea y, sin embargo, el 68 % de los adolescentes admite que el acoso en línea es un problema grave. A menudo, esta falta de comunicación se debe a la vergüenza o al miedo. A los niños les preocupa que, si se lo cuentan a un adulto, el acoso se agravará cuando salga a la luz, o que los maestros y padres no podrán hacer nada para detenerlo. Es fundamental que compartas tu preocupación si crees que tus hijos están siendo víctimas de acoso en línea. Busca maneras prácticas de abordar el problema, como involucrar a los administradores de la escuela o ponerte en contacto en forma directa con los sitios de redes sociales.
En algunos casos, el acoso cruza la línea del agravio para convertirse en hostigamiento o amenazas criminales. Eso es lo que le pasó a Izzy Dix, quien, en septiembre de 2013, se suicidó después de haber sido víctima de acoso en línea durante un período prolongado de tiempo. Aunque la policía inició una investigación del incidente, las fuerzas seguridad no encontraron pruebas para imputar a los acosadores por la muerte de Izzy. Gabbi, su madre, logró obtener registros que demuestran un patrón de acoso en redes sociales y está solicitando la reapertura del caso. Si tu hijo o hija es víctima de acoso en línea, asegúrate de guardar todas las publicaciones y mensajes del acosador tomando capturas de pantalla o fotos en tu teléfono, además de registrar la hora y la fecha.
Nobullying.com informa que el 55 % de todos los adolescentes que usan redes sociales ha sido testigo de algún tipo de acoso y que el 95 % ha ignorado por completo la conducta. Para combatir esta amenaza, recomendamos una combinación de reconocimiento y evasión. Quienes observan los ataques deben mostrarse dispuestos a informar de los problemas a amigos, parientes o maestros, mientras que en el caso de las víctimas de acoso lo mejor es ignorar los ataques y no responder. El objetivo de todo acosador es provocar la rabia de su víctima, es decir, ofenderle para que responda a afirmaciones ridículas o maliciosas. La mejor opción es bloquear totalmente al acosador del sitio de la red social y de las cuentas de correo electrónico.
Según InternetSafety101.org, solo al 7 % de los padres les preocupa el acoso en línea, a pesar de que el 33 % de los adolescentes ha sido víctima de este problema.
Es fundamental que, como padre o madre, sepas todo lo que hacen tus hijos en Internet y con sus teléfonos. De hecho, se suele creer que los niños son siempre los agresores y las niñas, las víctimas probables. Sin embargo, es igualmente probable que las niñas sean víctimas y acosadoras. Aunque es más probable que los niños amenacen, las niñas se concentran en el abuso emocional cuyo fin es menoscabar la autoestima de la víctima, lo que puede resultar todavía más dañino.
Numerosos adultos creen que los sitios de redes sociales son el lugar más probable en el que tienen lugar las conductas de acoso y no les falta razón. No obstante, si tenemos en cuenta que el 73 % de los adolescentes usa teléfonos en la actualidad, el ámbito potencial del daño es mayor. El acoso puede tener lugar en Facebook, Twitter e Instagram, o a través de Snapchat, correos electrónicos y mensajes de texto que los acosadores envían directamente. Además, como los adolescentes suelen utilizar constantemente estos teléfonos, el acoso puede ser casi constante. Dada la rápida evolución de la tecnología, es importante que controles siempre los dispositivos móviles de tus hijos y su comportamiento en línea para anticiparte a las posibles amenazas.
Un niño que es víctima de acoso en línea se comporta igual que cualquier adolescente: no suele querer hablar de cómo le fue el día ni compartir información personal. Sin embargo, según el Consejo Nacional de Prevención del Delito (NCPC, por sus siglas en inglés), debes estar atento a otras señales, como la pérdida de interés en sus actividades favoritas, la falta de asistencia a clases o los cambios en los hábitos alimenticios o de sueño. Aunque cualquiera de estas señales puede indicar varios problemas, también puedes observar una falta de interés en usar la computadora o, en el caso de un niño que es el agresor, una reacción iracunda si le impides usar el teléfono o la computadora.
En el caso de Izzy Dix, los acosadores fueron capaces de crear un perfil falso en Facebook usando una fotografía robada para publicar mensajes maliciosos. Es importante que tú y tu hijo o hija adolescente tengan cuidado cuando publiquen datos en línea. Conviene restringir la cantidad de fotos e información personales que tus hijos adolescentes publican en línea. Asegúrate de que sepan que siempre deben mantener contraseñas seguras y cambiarlas con regularidad. Los acosadores son conocidos por "secuestrar" los perfiles de sus víctimas para publicar comentarios groseros y ofensivos. Asimismo, los adolescentes siempre deben configurar los perfiles de redes sociales como "privados" e ignorar mensajes de personas que no conocen.
Como se señala en Nobullying.com, algunas víctimas se defienden de los acosadores e, incluso, se convierten en acosadoras. Aunque esta puede parecer una manera de solucionar el problema, lo que a menudo sucede es una situación de "dimes y diretes entre la víctima y el acosador que tiende a fomentar la conducta". Asegúrate de educar a tu hijo o hija adolescente para que siempre respete los sentimientos y la privacidad en línea de los demás. Dile a tu hijo o hija que entiendes el impulso de vengarte, pero que, a largo plazo, es mejor no involucrarse de esa manera.
Es importante apoyarse mutuamente y buscar soluciones de largo plazo para el acoso en línea. En Canadá, recientemente se introdujo un proyecto de ley que prohíbe distribuir fotos de una persona sin su consentimiento y permite a la policía obtener una orden judicial para recabar información sobre usuarios de Internet en caso de tener "motivos razonables para sospechar" que se perpetró un delito. El proyecto de ley no es perfecto, pero puede servir de base para legislación futura dirigida a garantizar la seguridad de tus hijos en Internet. Por otra parte, en Estados Unidos, las leyes varían en función del estado, por lo que es importante que comprendas tus derechos y pongas los problemas que escapan a tu control en manos de las autoridades competentes.
Un equipo de investigadores de la Clemson University está desarrollando una aplicación que analiza fotos, videos y datos de redes sociales para reconocer las señales de acoso. Si identifica actividades de acoso, la aplicación alerta a la víctima, a sus padres, a los administradores de la escuela e incluso al acosador, proporcionando visibilidad total para detener en el acto la conducta. Incluso sin una aplicación lista para usar, los padres deben poner en evidencia a los acosadores alertando a los funcionarios de la escuela y a los padres del acosador. Los acosadores deben entender que sus acciones tienen consecuencias y que todas las personas merecen vivir sin miedo.
Las estadísticas de acoso en línea no dan lugar a duda: este es un problema persistente y grave. Sin embargo, los padres y los adolescentes, con la ayuda de datos y soluciones utilizables, pueden contribuir a estrechar el cerco a las conductas reprobables en línea.