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¿Qué es la privacidad de los datos?

La cantidad de información digital que hay en el mundo se duplica cada dos años y gran parte de esta es información personal.

Realizamos nuestras operaciones bancarias en línea. Nos comunicamos con amigos en línea. Utilizamos teléfonos inteligentes, computadoras, tabletas y dispositivos de IoT, y todos recopilan información sobre cómo los usamos.

Los niños hacen la tarea en línea. Haces reservas de viajes en línea. Trabajas en línea, chateas en línea, incluso tal vez uses un servicio de citas en línea.

Los problemas de privacidad en Internet son enormes y el ritmo al que cambian hace que sea difícil mantenerse al día.

¿Internet es una amenaza para la privacidad?

Los datos valen dinero y ese es uno de los principales motivos por los que tu privacidad en línea se encuentra amenazada.

Por ejemplo, conocer tus hábitos de navegación o tu historial de búsqueda puede ser una gran ventaja para los anunciantes. Si has estado buscando nuevos departamentos, tu historial de búsqueda podría indicarle a un anunciante que te mudarás pronto: es hora de empezar a mostrarte anuncios de servicios de mudanza, muebles, tiendas de bricolaje y seguros para el hogar.

Aunque se trata de un uso legítimo de tus datos, los datos personales también valen dinero para los criminales. Los datos de las tarjetas de crédito se venden abiertamente en la web oculta. Por eso, si un hacker logra acceder sin autorización al sistema de reservas de una aerolínea o a la base de datos de clientes de un sitio de comercio electrónico, se ha ganado la lotería.

Cualquier información que publiques en la Web puede utilizarse de forma maliciosa. Por lo tanto, es importante que tengas cuidado con tu privacidad en línea. Veamos por qué la privacidad en Internet es importante y cómo puedes contribuir a proteger tu privacidad en línea.

¿Qué es la privacidad en Internet y por qué es importante?

Las vulneraciones de privacidad en Internet suponen peligros reales. Por ejemplo, se podrían compartir tus condiciones médicas sin tu consentimiento o terceros podrían acceder a tus datos bancarios. Podrían hackear tus correos electrónicos. Podrían robarte la identidad.

Los riesgos son más graves de lo que la mayoría de la gente cree, debido a lo que podría suceder luego con tus datos. El desarrollo de Big Data implica que podría analizarse tu historial de navegación para llegar a conclusiones que no quieres que se establezcan. Por ejemplo, una mujer que compra artículos como suplementos de ácido fólico y cremas hidratantes sin perfumar probablemente no prevea que una consultoría de marketing podría deducir, a partir de su historial de compras o de búsqueda, que acaba de enterarse que está embarazada.

Si vive con sus padres o no le ha dado la noticia a su pareja, probablemente no le agrade recibir por correo publicidad con frases como “¡Felicidades por tu bebé!”.

Ese es solo un ejemplo de cómo los problemas de privacidad en Internet van mucho más allá y son más profundos que la simple protección de tus datos bancarios o de tu cuenta de redes sociales. Cada vez que visitas un sitio web o descargas una aplicación, se almacenan datos sobre ti, posiblemente sin tu consentimiento e incluso sin que lo sepas. Es probable que desees saber adónde van esos datos y cómo se utilizan o tal vez prefieras evitar directamente que se recopilen.

Cómo proteger tu privacidad en línea: comunicaciones

Una forma de proteger tu privacidad en línea es garantizar que tus comunicaciones sean seguras. Ya sea que estés buscando en la Web, enviando un correo electrónico o usando una aplicación de GPS en tu teléfono, estás intercambiando datos con un servidor y debes proteger esos datos mientras están en movimiento.

Un paso fundamental para garantizar tu privacidad y seguridad en línea consiste es asegurarse de que tus comunicaciones estén protegidas. Si estás en casa, asegúrate de que el enrutador esté protegido por una contraseña segura y difícil de adivinar. De hecho, cambiar el nombre de usuario de tu red doméstica es una buena opción. Con frecuencia, los nombres de usuario contienen el nombre de tu proveedor de servicios de Internet o del fabricante del enrutador y esta información podría simplificarle la vida a un hacker. Si utilizas una red Wi-Fi doméstica, usa la autenticación WPA para garantizar que nadie pueda colgarse de tu red.

Ahora que tantos cafés, hoteles y lugares públicos tienen Wi-Fi gratis, es tentador conectarse dondequiera que estés. Pero ten cuidado, las redes públicas de Wi-Fi son un gran riesgo para la seguridad. Si no cuentan con una autenticación fiable, así como a ti te resultará fácil iniciar sesión, también le resultará fácil a un hacker atacarte. No uses las redes públicas de Wi-Fi para transacciones bancarias u otras actividades en Internet que sean muy confidenciales.

Considera la posibilidad de utilizar una red privada virtual privada (Virtual Private Network, VPN). ¿Cómo impide una VPN el hackeo de tu señal Wi-Fi? Establece una puerta de enlace privada entre tú e Internet, cifrando tus comunicaciones para que nadie pueda ver lo que estás haciendo. Aunque estés usando una red pública de Wi-Fi, una VPN te da la misma seguridad que tendrías en tu propia red.

Si estás realizando alguna transacción confidencial, asegúrate de estar usando un navegador seguro con HTTPS y no solo con HTTP. Un sitio web HTTP básico puede hackearse con un programa de “escucha” que permite registrar toda la información que compartes. Por ejemplo, podría ser tu nombre de usuario y contraseña de banca en línea.

El protocolo seguro HTTPS utiliza SSL/TSL para cifrar tu comunicación. Dicho en un lenguaje no técnico, crea un entorno digital seguro en el que tú y el navegador pueden comunicarse sin que nadie te escuche. Es como un apretón de manos seguro entre tú y el sitio web. Si utilizas SSL, verás un candado en la barra de direcciones de tu navegador y el nombre del sitio web comenzará con https y no con http. Puedes hacer clic en el candado si quieres ver los detalles del certificado del sitio.

Algunos servicios de mensajería en línea son fáciles de espiar. Si usas Facebook, tus mensajes no son seguros, a menos que uses la función “Conversación secreta” a la que se accede a través del menú principal de Messenger (esto solo está disponible si has iniciado sesión en un iPhone o en un dispositivo Android, no en una computadora). Por otro lado, WhatsApp y Viber están cifrados de extremo a extremo, por lo que su uso es mucho más seguro.

¿por qué es importante la privacidad en Internet

Cómo proteger tu privacidad en línea: no permitas que te rastreen

Aunque tu acceso sea seguro, Google u otra entidad de Internet podrían estar rastreando tu uso de la Web, al igual que tu proveedor de servicios de Internet. Es más, en muchos países los proveedores de servicios de Internet están obligados a hacerlo, para que los historiales de búsqueda puedan ponerse a disposición de las autoridades policiales si fuese necesario. Por lo tanto, cuando pienses en cómo proteger tu privacidad en línea, debes pensar en cómo evitar que te sigan por la Web.

Una forma de evitar que Google y otras organizaciones rastreen tu historial de navegación es utilizar un modo de navegación privado. Es el modo de Incógnito si usas Chrome o el modo Privado si usas Firefox. Si utilizas una computadora compartida o usas la computadora de otra persona como invitado, el uso de la navegación privada permite que tus credenciales de inicio de sesión no se almacenen en la computadora (y que tu amigo no reciba anuncios dirigidos a ti).

También puedes descargar extensiones del navegador que evitan que te rastreen mediante el uso de cookies, lo que impide que los sitios carguen anuncios intrusivos y dirigidos. Utiliza solo extensiones de organizaciones de buena reputación: se sabe que los hackers crean software malicioso disfrazado de aplicaciones y extensiones que mejoran la seguridad.

Sin embargo, tu historial de búsqueda podría conservarse en el servidor de Google. Conocer tu historial de búsqueda y utilizarlo para mostrarte anuncios personalizados es una manera en la que Google gana dinero. Si no te agrada la idea y quieres ajustar tu configuración de privacidad en línea, usa otro motor de búsqueda.

Sin embargo, tu proveedor de servicios de Internet todavía puede ver tu actividad. Si prefieres que eso no suceda, es otra ocasión en la que quizás sea conveniente usar una VPN. ¿Una VPN evita que hackeen tus comunicaciones? Sí. ¿Una VPN también impide que tu proveedor de servicios de Internet vea lo que haces? Sí. Utiliza el mismo método para ambas funciones. Tus comunicaciones están cifradas, y tu proveedor de servicios de Internet no tiene la clave de cifrado; lo único que puede ver es un flujo de caracteres incompensibles. Además, no pueden rastrearte a través de cookies de la Web ni ningún otro método de rastreo, porque la VPN también enmascarará tu dirección IP. Por lo tanto, nadie puede ver de dónde vienen tus comunicaciones.

Por último, recuerda cerrar la sesión de tus cuentas cuando no las estés usando. Cerrar la pestaña o incluso el navegador no es suficiente. Facebook, por ejemplo, rastrea a los usuarios aunque no tengan Facebook abierto en sus navegadores. Para evitar que rastree adónde vas y qué haces, debes cerrar la sesión. Y no hace falta decir que, si iniciaste sesión en una cuenta bancaria o de corretaje, debes cerrar la sesión correctamente.

Cómo proteger tu privacidad en línea: selecciona lo que publicas en línea

No es necesario que publiques todo en línea. Tal vez haya aspectos de tu vida que no quieres que todo el mundo conozca, por motivos bastante inocentes; algunas personas se avergüenzan de sus segundos nombres o tienen ciertos pasatiempos que no quieren compartir en su lugar de trabajo. Puedes proteger tu privacidad en línea pensando bien qué quieres publicar y quiénes quieres que puedan ver lo que publicas.

Vale la pena analizar si la información personal que subes a las redes sociales tiene alguna repercusión en la seguridad. Los problemas de seguridad en Internet también son los problemas de seguridad del mundo real. Por ejemplo, mostrarle a la gente que la estás pasando bien en Disneylandia puede ser bastante habitual, pero un ladrón estaría muy contento de conocer esta información. Si las preguntas de seguridad del banco incluyen el apellido de soltera de tu madre, tu primer coche o el nombre de tu mascota, mantén esa información oculta en tus redes sociales.

Observa con atención la información que las distintas plataformas de redes sociales publican automáticamente, como tu ubicación o con quién estás. Mucha gente no se da cuenta de que los campos “acerca de mí” contienen mucha de la información que los delincuentes necesitan para robar una identidad o que podría utilizarse para un exploit de ingeniería social. ¿Has hecho pública tu fecha de nacimiento para que tus amigos sepan cuándo es tu cumpleaños? Es otro dato que tu banco y otras cuentas confidenciales suelen utilizar como identificador. Explora la configuración de privacidad de tus cuentas de redes sociales para determinar qué deseas que la gente vea.

Si usas LinkedIn, puede que no te des cuenta de que su sección de “actividad” permite que todo el mundo vea lo que has estado haciendo. Es decir, permite que tu empleador vea que has estado buscando y siguiendo a un par de empresas más; si estás buscando otro trabajo, ya no es un secreto. Desmarca el ajuste de “actividad” si no quieres que todo lo que haces en LinkedIn sea público.

Muchos usuarios inteligentes de Facebook ahora limitan sus publicaciones a “solo amigos”. Sin embargo, si configuras una publicación como “pública”, quizás porque has compartido un vínculo a una campaña electoral que quieres que tus amigos puedan compartir, ese permiso podría aplicarse ahora a todas tus publicaciones en el futuro. Comprueba que “solo para amigos” siga siendo tu configuración predeterminada.

Hablando de amigos, ¿estás seguro de que conoces a todos tus amigos de Facebook? ¿Deberías seguir siendo amigo de la persona que conociste en vacaciones hace cinco años, pero con la que no has tenido contacto desde entonces? Puedes cambiar tu configuración de Facebook para protegerte de los hackers que envían solicitudes de amistad falsas restringiendo las solicitudes de amistad a “amigos de amigos” para reducir las posibilidades de sufrir ataques.

También sería conveniente que tu dirección de correo electrónico y tu número de teléfono no sean de acceso público a través de tus perfiles en las redes sociales. Restringe tus datos de contacto a “solo amigos” o incluso configúralos como completamente privados. Además, tal vez sea buena idea que desactives la indexación en los motores de búsqueda. Eso significa que, si alguien hace una búsqueda en Google con tu nombre, no podrá ver todas tus publicaciones en Facebook.

No hay privacidad sin seguridad

Si bien nos hemos concentrado en cómo proteger tu privacidad en línea, es fundamental que primero garantices tu seguridad en línea. La privacidad y la seguridad en línea van de la mano. Ya hemos hablado de cómo puedes proteger tus comunicaciones con Internet, pero también debes proteger los dispositivos que utilizas para el acceso, ya sean computadoras portátiles o de escritorio, teléfonos inteligentes o tabletas.

Te damos algunos consejos para garantizar la seguridad de tus dispositivos:

  • Instala un software antivirus y antimalware de confianza. El software antihacker garantiza la protección de tus dispositivos contra amenazas frecuentes, como keyloggers, ransomware y troyanos. Recomendamos Kaspersky Premium para la protección más completa contra los hackers y el malware.
  • Procura actualizar periódicamente tu sistema operativo y demás software, sobre todo cuando se emitan parches de seguridad. Los hackers suelen utilizar las vulnerabilidades de los softwares desactualizados como una forma de acceder al sistema: no les des la oportunidad. (Nota: Si usas un sistema operativo que ya no tiene soporte [como Windows 7, cuyo soporte terminó en enero de 2020], deberías reemplazarlo, ya que es un blanco fácil para los hackers).
  • Ten cuidado con el contenido donde haces clic. Los hackers suelen hacer “phishing” enviando correos electrónicos falsos que pretenden ser de tu banco o de eBay, pero que te llevan a otro sitio para robar tus credenciales de inicio de sesión. Lee bien la dirección de correo electrónico, mira la fuente de la página y pasa el ratón por encima de los vínculos para ver adónde conducen. Otros intentos de phishing buscan que hagas clic en un vínculo a una foto o una noticia, pero al hacerlo, cargan malware en el dispositivo.
  • Asegúrate de proteger tu teléfono inteligente. Usa el bloqueo de pantalla y el PIN para protegerlo de accesos no autorizados. No realices rooting ni jailbreak, ya que esto puede permitir a los hackers sobrescribir tu configuración e instalar su propio software malicioso. Es conveniente descargar una aplicación que te permita borrar todos los datos de tu teléfono de forma remota. De esta manera, si te roban el teléfono, una vez que la actives tus datos estarán a salvo.
  • Al descargar aplicaciones, comprueba qué permisos requieren. Una aplicación que requiere acceso a la cámara, al micrófono, a los servicios de localización, al calendario, a los contactos y a las cuentas de redes sociales es una gran amenaza para tu privacidad en línea. El famoso juego Pokémon Go exigía permisos que, de hecho, le permitían ver y modificar prácticamente todo el contenido de tu cuenta de Google, a excepción de la contraseña, un problema que se solucionó rápidamente con una actualización que limitaba los permisos exigidos.
  • Elimina los datos, los programas y las cuentas que ya no utilizas. Cuantos más programas o aplicaciones tengas activos, más posibilidades hay de que alguno sea víctima de un ataque.
  • Utiliza contraseñas seguras para proteger tus dispositivos, el acceso a Internet y las cuentas. Los mejores administradores de contraseñas incluso crean una contraseña totalmente aleatoria y extremadamente segura para cada una de tus cuentas. Pero hagas lo que hagas, no pierdas la contraseña maestra de tu administrador de contraseñas.
  • Cambiar las contraseñas cada seis meses, aproximadamente, también puede ayudar a reducir las posibilidades de que tus cuentas sean hackeadas.
  • Protege tu privacidad y seguridad en línea mediante la autenticación de dos factores siempre que sea posible. Esto te permite mejorar tu seguridad al exigir una segunda forma de verificación de identificación además de la contraseña, como el envío a tu teléfono de un código por SMS, una huella dactilar o una llave o un mando de seguridad que puedes conectar por USB.

Monitorea tu privacidad para verificar que no haya sufrido ninguna vulneración

Tal vez hayas hecho un buen trabajo protegiendo tu privacidad en Internet, pero la compañía responsable de cuidar tu privacidad en el otro extremo también tiene que hacer su trabajo. Y, en ocasiones, se produce una vulneración de seguridad que genera la divulgación o destrucción de los datos personales de los clientes. Si bien las compañías suelen tener planes de gestión de crisis que les permiten llevar a cabo una campaña de comunicación con los clientes y resolver el problema ante una vulneración, hay varias cosas que puedes hacer para mantenerte bien protegido.

Primero, procura controlar tus cuentas financieras periódicamente. Observa cualquier transacción o retiro de dinero imprevistos e investígalos; tal vez sean falsas alarmas —por ejemplo, un débito directo que se ha procesado con un mes de retraso—, pero también podrían indicar que tu cuenta está infectada.

Revisa también tus informes de crédito. Si han usado tus datos personales para robar tu identidad, tu informe de crédito permitirá ver si alguien ha estado intentando solicitar un crédito a tu nombre. Esto no te costará un centavo si eres inteligente, ya que las tres agencias de crédito (Equifax, Experian y TransUnion) deben proporcionar un informe gratuito cada 12 meses.

Apenas te enteres de una vulneración de datos que podría afectarte, cambia la contraseña de esa cuenta. Tal vez sea conveniente que cambies también las contraseñas de las demás cuentas, sobre todo si son similares a la contraseña de la cuenta infectada. Cambia también las respuestas a tus preguntas de seguridad, aunque implique inventarle un nuevo apellido de soltera a tu madre y un nuevo nombre a tu primera mascota. O utiliza un administrador de contraseñas seguro que te permita mantener tus contraseñas protegidas en un solo lugar.

No respondas los correos electrónicos de ninguna empresa que te informe que ha habido una vulneración y te solicite que uses el vínculo del correo electrónico para cambiar tus credenciales o que llames por teléfono a un número. Podrían ser intentos de phishing. Utiliza el sitio web de la empresa o llama a un número que ya tengas de ella, para averiguar si realmente ha habido una vulneración.

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