Todo el mundo ve los banners de los sitios web que te preguntan si permites o no las cookies en tu navegador. Pero ¿qué significa esto exactamente y qué son estas cookies? Bueno, para empezar, son esenciales para la experiencia moderna de Internet. Las cookies son necesarias para navegar por Internet y les ayudan a los desarrolladores web a ofrecerte una visita más personal y cómoda. En pocas palabras, las cookies les permiten a los sitios web recordarte a ti, tus inicios de sesión, los carritos de tu compra y mucho más. Pero también pueden ser un cofre con información privada y una grave vulnerabilidad para tu privacidad.
Proteger tu privacidad en Internet puede resultar abrumador. Por fortuna, incluso un conocimiento básico de las cookies puede ayudarte a mantener alejados de tu actividad en Internet a los ojos no deseados. Aunque la mayoría de las cookies son perfectamente seguras, algunas pueden ser utilizadas por ciberdelincuentes para rastrearte sin tu consentimiento. En este artículo, te explicaremos cómo funcionan las cookies y cómo puedes mantenerte a salvo en Internet.
Las cookies (a menudo conocidas como cookies de Internet) son archivos de texto con pequeños datos (como un nombre de usuario y contraseña), que se utilizan para identificar tu computadora cuando utilizas una red. Las cookies específicas se utilizan para identificar a usuarios concretos y mejorar su experiencia de navegación por la Web. El servidor crea estos datos almacenados cuando te conectas, que se etiquetan con un identificador exclusivo para ti y tu computadora. Cuando la cookie se intercambia entre tu computadora y el servidor de la red, el servidor lee el identificador y sabe con exactitud qué información entregarte.
Debido a las leyes internacionales, como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la UE, y a ciertas leyes estatales, como la Ley de Privacidad del Consumidor de California (CCPA), muchos sitios web ahora deben solicitar permiso para usar ciertas cookies con tu navegador y proporcionarte información sobre cómo se utilizarán las cookies si aceptas.
En general, todas las cookies funcionan de la misma manera, pero se aplican a diferentes casos de uso:
Las cookies mágicas son un viejo término informático que se refiere a paquetes de información que se envían y reciben sin cambios en los datos. Esto se solía utilizar para iniciar sesión en sistemas de bases de datos informáticas, como la red interna de una empresa. Este concepto es anterior al de "cookie" que usamos hoy.
Las cookies HTTP son una versión reutilizada de la "cookie mágica" creada para la navegación actual por Internet. En 1994, Lou Montulli, programador de navegadores web, se inspiró en la "cookie mágica" para crear la cookie HTTP, mientras ayudaba a una tienda de compras en línea a arreglar sus sobrecargados servidores. La cookie HTTP es lo que hoy en día denominamos "cookie" de forma más general. También es lo que algunos ciberdelincuentes pueden utilizar para espiar tu actividad en línea y hackear tu información personal.
Las cookies HTTP, o cookies de Internet, se crean específicamente para que los navegadores web rastreen, personalicen y guarden información sobre la sesión de cada usuario. Una "sesión" es la palabra utilizada para definir la cantidad de tiempo que pasas en un sitio. Las cookies se crean para identificarte cuando visitas un nuevo sitio web. El servidor web, que almacena los datos del sitio web, envía un breve flujo de información identificativa a tu navegador web en forma de cookies. Estos datos identificativos (conocidos a veces como "cookies de navegador") se procesan y leen mediante pares "nombre-valor". Estos pares les indican a las cookies dónde deben enviarse y qué datos deben recuperar.
Entonces, ¿dónde se almacenan las cookies? Es simple: tu navegador web las almacenará de forma local para recordar el "par nombre-valor" que te identifica. Cuando vuelvas a visitar el sitio web en el futuro, tu navegador devolverá los datos de la cookie al servidor del sitio web, lo que activará la recuperación de los datos de tus sesiones anteriores.
En pocas palabras, las cookies funcionan como el vale para el guardarropa:
Los sitios web utilizan cookies HTTP para agilizar tu experiencia en la web. Sin cookies, tendrías que iniciar sesión cada vez que abandonas un sitio o reconstruir tu carrito de compras si cierras la página por error. Las cookies son una parte importante de la experiencia moderna en Internet.
Para ser más concisos, las cookies se utilizan para lo siguiente:
Aunque esto es principalmente para tu beneficio, los desarrolladores web también sacan mucho provecho de esta configuración. Las cookies se almacenan en tu dispositivo de forma local para liberar espacio de almacenamiento en los servidores de un sitio web. A su vez, los sitios web pueden personalizar los contenidos, al tiempo que ahorran dinero en mantenimiento de servidores y costos de almacenamiento.
Con algunas variaciones (que veremos más adelante), las cookies en el mundo cibernético son esencialmente de dos tipos: cookies de sesión y cookies persistentes.
Las cookies de sesión se utilizan solo cuando se navega por un sitio web. Se almacenan en la memoria de acceso aleatorio y nunca se escriben en el disco duro. Cuando termina la sesión, las cookies de sesión se eliminan automáticamente. También ayudan a que el botón "atrás" funcione en tu navegador.
Las cookies persistentes, por otro lado, se guardan en la computadora de forma indefinida, aunque muchas incluyen una fecha de caducidad y se eliminan automáticamente al llegar esa fecha. Las cookies persistentes se utilizan con dos finalidades
principales:
A partir de aquí, las cookies de Internet pueden dividirse en otras dos categorías: de origen y de terceros. Según de dónde provengan, algunas cookies podrían ser más peligrosas que otras.
El sitio web que estás utilizando crea las cookies de origen. Suelen ser más seguras, siempre que navegues por sitios web confiables o que no hayan sido el objetivo de un ciberataque o una filtración de datos recientes.
Las cookies de terceros son más inquietantes. Provienen de sitios web distintos de los que los usuarios están visitando en ese momento, en general porque están vinculadas a anuncios de esa página. Las cookies de terceros les permiten a los anunciantes o empresas de análisis realizar un seguimiento del historial de navegación de las personas a través de la web en todos los sitios que contienen sus anuncios. Sin embargo, como habíamos mencionado, debido a las nuevas leyes de protección de datos, permitir que las cookies de terceros accedan a tu navegador es ahora opcional en muchos países y estados. Hoy en día, la mayoría de las cookies de terceros no tienen un impacto directo en tu experiencia de navegación, ya que muchos navegadores ya empezaron a eliminarlas de forma gradual (Google anunció el fin de las cookies de terceros en Chrome para 2024). Muchos sitios web siguen funcionando correctamente y recuerdan tus preferencias sin utilizar cookies de terceros.
Las cookies zombis son una forma de cookie persistente de terceros que se instalan de forma permanente en las computadoras de los usuarios. Tienen la capacidad única de reaparecer después de haberse "eliminado" de tu computadora. En ocasiones, también se denominan cookies flash o "supercookies" y son muy difíciles de eliminar. Al igual que con otras cookies de terceros, las cookies zombis pueden ser utilizadas por empresas de análisis web para realizar seguimiento de los historiales de navegación de personas particulares. Los sitios web también podrían utilizar zombis para bloquear a usuarios específicos. En algunos casos, sin embargo, hackers pueden fabricar este tipo de cookies para infectar tu sistema con virus y malware.
Las cookies esenciales son ahora sinónimo de la ventana emergente que te pregunta sobre tus preferencias de cookies cuando visitas un sitio web por primera vez. Las cookies esenciales son cookies de sesión de origen necesarias para el funcionamiento del sitio web o de los servicios que solicitaste en línea (como recordar tus credenciales de inicio de sesión).
Algunas cookies pueden ser una parte opcional de tu experiencia en Internet, por ejemplo, puedes limitar qué cookies se almacenarán en tu computadora o dispositivo móvil. Hoy en día, esto se suele hacer cuando visitas un sitio web y se te da la opción de habilitar o no las cookies de terceros (u otras).
Si habilitas y permites las cookies, puedes agilizar tu experiencia de navegación por la Web. A continuación, explicamos cómo habilitar las cookies:
Eliminar las cookies puede ayudarte a mitigar los riesgos de violación de privacidad. También puede restablecer el seguimiento y la personalización de tu navegador. Eliminar cookies normales es fácil, pero podría hacer que ciertos sitios web se tornen más difíciles de navegar. Sin cookies, los usuarios de Internet tendrían que volver a ingresar sus datos en cada visita. Diversos navegadores almacenan las cookies en lugares diferentes, pero en general puedes encontrarlas de la siguiente forma:
Sin embargo, para eliminar las infestaciones de cookies de rastreo persistentes y otros tipos más maliciosos creados por hackers, necesitarás recurrir a la ayuda de alguna protección premium. En el futuro, también deberías anonimizar el uso que le das a la Web utilizando una red virtual privada (VPN). Estos servicios crean un túnel desde tu conexión web a un servidor remoto que se hace pasar por ti. Entonces, las cookies se etiquetarán para ese servidor remoto en otro país, en lugar de para tu computadora local.
Independientemente de cómo gestiones las cookies, es mejor que te mantengas alerta y las elimines a menudo.
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