Es tentador imaginar la nube como una nube real llena de unos y ceros, pero en realidad consiste en una amplia variedad de servicios informáticos, como infraestructuras de TI virtualizadas, almacenamiento, procesamiento de datos y aplicaciones que se ofrecen a través de una red. Una nube pública es aquella en la que estos servicios están disponibles para cualquier persona (ya sea gratuita o de pago) y se accede a ellos a través de Internet. Los ejemplos más conocidos de nubes públicas son Amazon Web Services (AWS) y Microsoft Azure.
Una nube privada difiere en que está diseñada para ser utilizada por una sola organización. Una nube híbrida, como su nombre lo indica, combina elementos de ambas. Muchas empresas también usan estrategias de nubes múltiples. Esto significa que utilizan más de una plataforma de nube pública y también pueden utilizar una nube híbrida.
¿Qué tipo de nube es la adecuada para mi empresa?
Cada tipo de nube tiene ventajas y desventajas. Estas tienden a centrarse en el costo y la seguridad, una nube privada es más costosa y, en teoría, más segura para proteger los datos de su empresa. Las empresas que desean un acceso rápido a sus datos desde cualquier lugar podrían utilizar una nube pública: los principales proveedores del mercado de almacenamiento en la nube tienen un fuerte enfoque en proporcionar el más alto nivel de seguridad. Las empresas que poseen grandes cantidades de datos confidenciales, como las legales y financieras, y algunas compañías tecnológicas, podrían elegir una nube privada. Sin embargo, cada vez más empresas se vuelven híbridas: puede que almacenen los datos más sensibles de forma privada, mientras que la información y los recursos menos importantes, como las aplicaciones, pueden almacenarse en la nube pública.
Todos nos dirigimos hacia las nubes
La adopción de la nube está creciendo fuertemente. Según las investigaciones de Kaspersky, el 37 por ciento de las pequeñas y medianas empresas, y el 50 por ciento de todas las empresas, ya usan la nube o planean aumentar su uso de la nube. Hay buenas razones para esto. Encargarse internamente de mantener la infraestructura de TI y los recursos humanos especializados es costoso, y mantenerse actualizado con las nuevas tecnologías puede volverse algo como correr solo para quedarse en el mismo sitio. Por estas razones, incluso las grandes multinacionales a menudo tercerizan sus servicios de nube.
Otro de los grandes impulsores es el cambio en los hábitos laborales: cada vez con más frecuencia, el personal está distribuído o trabaja de forma remota. Si todo lo que hacen está en la nube, pueden acceder a ello desde cualquier lugar y desde cualquier dispositivo. Aun así, Kaspersky también descubrió que la velocidad de adopción de la nube varía considerablemente de acuerdo con el sector industrial y la ubicación geográfica.
Para las pequeñas y medianas empresas (PYMES), los argumentos a favor de la adopción de la nube son quizás los más convincentes: el costo de mantener la infraestructura de TI interna es a menudo prohibitivo. Como resultado, muchos se las han “arreglado” con tecnología que está lejos de ser de vanguardia. Ahora pueden tercerizar todo y acceder al mismo tipo de TI y poder de procesamiento que las grandes empresas. Las PYMES pueden usar el software de productividad más reciente y realizar minería de datos para obtener más información útil. Además, la computación en la nube también es sumamente escalable. Si necesita más servicios en la nube, simplemente los compra. Es como comprar electricidad, solo paga la que usa. Tradicionalmente, las pequeñas y medianas empresas carecían de las habilidades y capacidades especializadas para configurar la infraestructura como servicio (Iaas), así que solían utilizar soluciones de software como servicio (SaaS), las cuales son mucho más sencillas de implementar y eliminaban la necesidad de realizar el mantenimiento del software subyacente.
Seguridad en la nube
Cuando la nube era muy nueva, la seguridad era una preocupación para las empresas de cualquier tamaño. Gran parte de esto se debió a las noticias frecuentes de vulneraciones de datos y a la ansiedad en torno a la idea de que los datos confidenciales podrían almacenarse externamente. Sin embargo, la seguridad en la nube por lo general es bastante alta. Los datos están encriptados, lo cual reduce las posibilidades de una vulneración, y se puede utilizar una nube privada para los datos confidenciales. La nube también permite almacenar datos en un país determinado, lo cual puede ser necesario para cumplir con las leyes de protección de datos.
Para las empresas con fuerzas de trabajo distribuidas que utilizan varios dispositivos, la nube también puede tener importantes beneficios de seguridad. Finalmente, las ofertas de seguridad en la nube ahora han terminado de madurar y ofrecen un equilibrio entre seguridad y facilidad de uso. Las empresas están comenzando a reconocer que incluir el uso de la nube en sus procesos comerciales puede lograr una mejor seguridad que la que solían tener cuando la implementaban completamente en sus instalaciones.
De alguna manera, lo que estamos viendo con la nube es el próximo desarrollo de Internet: mayor velocidad, mejor conectividad y seguridad mejorada que hacen posible la existencia de más funciones en la red para poder acceder a ellas desde cualquier lugar. Algunas empresas, como las start-ups tecnológicas, se han pasado a la nube de inmediato, pero muchas empresas todavía se están acostumbrando a este nuevo mundo de productividad independiente de la ubicación. Sin embargo, dentro de cinco años, será la norma para todos. ¿Es este el momento adecuado para que su empresa haga la transición a la nube?