Síntesis de estudio “Niños Digitales”

Nuestro último estudio logró medir el uso y frecuencia que los menores le dan a los dispositivos electrónicos que se conectan a Internet; además de determinar cómo los pequeños se relacionan en línea con otras personas; y los riesgos reales que corren a diario mientras navegan.

El interés de niños y adolescentes por pasar tiempo en línea ha venido incrementándose en los últimos años. Ejercer control sobre lo que los niños hacen en su vida digital es crucial para evitar los peligros y amenazas que acechan en el ciberespacio. No obstante, aunque muchos progenitores luchan por evitar que sus hijos queden expuestos a contenido inapropiado, acoso o bullying en línea, o compartan datos privados sin saberlo, la vigilancia parental parece ser una tarea cada vez más difícil.

En este contexto, y con el objetivo de generar un diagnóstico acerca de cómo los padres y madres de América Latina supervisan hoy la vida online de sus hijos, además de dilucidar el modo en que gestionan distintas herramientas para alcanzar este propósito, Kaspersky, junto con la empresa de investigación CORPA, realizó un estudio regional que logró determinar, entre otras cosas, el uso y frecuencia que los menores le dan a los dispositivos electrónicos que se conectan a Internet; cómo se relacionan en línea con otras personas; y los riesgos reales que corren a diario mientras navegan.

El análisis de los hallazgos del estudio permite a Kaspersky monitorear mejoras y contratiempos en el control parental, e identificar áreas en las que puede brindar apoyo, para que padres y madres en Latinoamérica y en todo el mundo, se sientan más preparados y capacitados para resguardar la seguridad de quienes más les importan: sus hijos.

Metodología

El estudio fue realizado en línea por CORPA entre febrero y marzo de 2020. La encuesta se desarrolló con usuarios de dispositivos electrónicos (computadores, smartphones, tabletas, etc.)  de los siguientes seis países de la región: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú.

Un total de 2.294 personas de entre 25 y 60 años fueron encuestadas, padres y madres latinoamericanos de menores de entre 0 y 18 años.

Principales datos recopilados

Uso de internet y dispositivos

  • Los niños acceden por primera vez a un aparato inteligente a alrededor de los siete años, siendo Brasil donde tienen acceso a una edad más temprana y Colombia donde lo obtienen más tarde. A su vez, la edad en que los niños son dueños por primera vez de un dispositivo electrónico es alrededor de los nueve años.
  • Los motivos más relevantes para dejar que los niños usen dispositivos electrónicos es para entretención y educación. En Chile, Argentina y Brasil la principal razón es el entretenimiento, mientras en Colombia y México los padres manifiestan que el uso es preponderantemente educativo.
  • En relación con la frecuencia de uso, en todos los países la mayoría de los niños utiliza diariamente estos dispositivos y por una o varias horas, pese a que la mayor parte de los padres expresa que siempre o casi siempre limita el tiempo en que su hijo permanece conectado a Internet. En este sentido, la mayoría de los progenitores piensa que tiene control suficiente sobre la vida digital de sus hijos; sin embargo, una proporción no menor afirma que no ejerce la supervisión que les gustaría por falta de tiempo.
  • Limitar el tiempo de uso de dispositivos es, en todos los países, la estrategia más utilizada para proteger a los menores de edad de amenazas cibernéticas, seguido por la educación sobre ciberdelincuencia y la revisión del historial de navegación. El uso de programas de control parental se encuentra bastante más abajo, siendo Colombia el país donde más lo utilizan y Perú donde menos.
  • Alrededor de un tercio de los entrevistados no conoce las contraseñas de sus hijos, otro tercio afirma sí conocer los passwords y utilizarlos regularmente para monitorear las cuentas de los menores; y una proporción similar dice que los conoce, pero no la emplea.
  • Respecto de si creen que Internet representa una amenaza para la integridad de sus hijos, Colombia es donde más padres piensan que sí y Argentina donde menos.

Preocupaciones parentales

  • El uso excesivo de videojuegos es un problema que se presenta con fuerza en todos los países, pero especialmente en Chile y Argentina. Esto resulta preocupante en la medida en que los niños se ven expuestos al contacto con desconocidos, y a sufrir problemas de salud y emocionales producto de pasar tantas horas frente a la pantalla.
  • La falta de actividad física, la adicción a los videojuegos y el bajo rendimiento académico están entre las principales preocupaciones de los padres latinoamericanos acerca de la vida digital de sus hijos. En Colombia, a diferencia de los otros países, la relación con personas que pueden ser mala compañía es la aprehensión que más manifiestan los progenitores. A su vez, de forma transversal el acoso sexual y el contenido pornográfico son las situaciones que producen mayor inquietud para ellos, seguidos del ciberbullying, el robo de identidad y la divulgación de información personal.
  • Prácticamente todos los padres encuestados piensan que no hay problemas éticos en rastrear el contenido que ven sus hijos, aunque alrededor de la mitad de ellos señala que esto debe ser hasta cierta edad. La edad límite para revisar esta información está entre los 16 y 17 años.
  • La mayoría de los entrevistados afirma haber discutido reglas de seguridad sobre el uso de internet con sus hijos.
  • En relación con los pensamientos sobre su propia paternidad, los encuestados coinciden en que sobreprotegen demasiado a sus hijos, seguido por el poco de tiempo que les dedican, el no estar involucrado en la vida de ellos, y no estar seguro de estar criándolos de forma correcta.

Padres y redes sociales

  • Brasil es el país donde más padres afirman compartir contenido relacionado con sus hijos en redes sociales, mientras que México es donde menos lo hacen. En relación con la frecuencia de estas publicaciones, Chile y Brasil son los países con mayor proporción de publicaciones semanales.
  • En cuanto a las razones para compartir estos contenidos, el querer guardar recuerdos y sentirse orgulloso de sus hijos son los motivos más aducidos por los padres. Sobre el tipo de información que se publica, los pasatiempos e historias de vida de los menores son los más recurrentes.
  • La mayoría los padres latinoamericanos afirma que no les gustaría que su hijo se volviera popular en redes sociales, y tampoco tienen interés en convertirse en bloggeros de paternidad. No obstante, la mayoría de los entrevistados estaría dispuesto a que sus hijos se transformen en influenciadores en redes sociales.

Conclusiones

Pese a que los padres latinoamericanos afirman tener control sobre la vida digital de sus hijos, una amplia proporción de éstos pasa varias horas utilizando dispositivos electrónicos conectados a Internet. Si bien los principales motivos para usarlos son la educación y el entretenimiento, es posible afirmar que en algunas ocasiones esto tiende a complicarse, convirtiéndose en excesivo el tiempo que los menores pasan en línea, y en una causa frecuente de preocupación y conflicto al interior de las familias.

Está claro que Internet ofrece una gran cantidad de herramientas y oportunidades para niños y adolescentes. No obstante, para aprovecharlas correctamente, es necesario que los menores cuenten con el apoyo y la orientación de los adultos, quienes son los únicos que podrán mantenerlos alejados de las amenazas en línea que día a día evolucionan y crecen en la red.

Por esto, es imperativo que los progenitores hablen con sus hijos acerca de estas ciberamenazas e incorporen herramientas de control parental que los ayuden no solo a bloquear contenido potencialmente peligroso, sino también a mantenerse informados de los intereses y las pasiones de sus hijos. Es vital que los adultos resguarden la experiencia digital de los menores y promuevan mejores relaciones familiares, pasando más horas junto a ellos, estableciendo reglas básicas y claras sobre lo que éstos pueden o no hacer en línea, ayudando a fomentar el diálogo abierto y prevenir así amenazas más serias. Este tiempo de aislamiento social puede convertirse en la oportunidad perfecta para ello.

 

Consejos