Google Glass fue el principal atractivo de la conferencia de desarrolladores I/O, del grande de Mountain View, California, realizada la semana pasada en San Francisco. Teníamos grandes esperanzas de que Google abordase las implicaciones sustanciales y generalizadas de privacidad de la computadora montada sobre la cabeza humana, que ve todo lo que ve quien la utiliza; pero el tema continuó oculto en medio de un centro de convenciones que albergó desde “Autoscaling Java” (o como se llame) hasta mapeo de interiores. Hubo una mención acerca de la privacidad en la página de las Sesiones de Google I/O; era un link a las políticas de privacidad de Google.
En la edición de Google I/O de 2012, la seguridad y la privacidad tuvieron una hora completa en la sesión “Seguridad y Privacidad en Aplicaciones de Android”, que parecen bastante indulgentes en la edición de este año, en donde no se menciona si quiera el tema de la privacidad.
Por suerte, hubo dos menciones importantes, sobre la privacidad, en el evento: uno en una charla informativa sobre Google Glass, y otra como una mención anecdótica de los altos mandos de Google.
Tal vez no sea sorprendente que la mejor discusión sobre privacidad haya sido motivada por un miembro de la audiencia, en una sesión de Google Glass. De acuerdo con nuestros amigos de Verge, cuando un miembro de la audiencia preguntó al director de producto de Google Glass, Steve Lee, acerca de las implicaciones de privacidad del producto, Lee, ampliamente anticipado, minimizó las preocupaciones, afirmando que es fácil saber si alguien está grabando con sus gafas de Google y que la privacidad de los usuarios estuvo a la vanguardia del pensamiento del equipo de diseño de producto que desarrolló Google Glass.
En una salida verdaderamente impactante de la norma, el Congreso de Estados Unidos pareció reflejar el sentimiento público cuando escribió una carta al CEO de Google y co-fundador, el Sr. Larry Page, expresando su preocupación sobre el impacto del nuevo producto en los usuarios y no-usuarios, con respecto a la privacidad, y exigiendo respuestas a algunas preguntas bastante complicadas. Page debe dar respuestas a estas preguntas antes del 14 de julio, lo que nos dará una visión mucho más clara sobre la implicación real que tendrá Google Glass sobre la intimidad de las personas.
Podría resultar un poco injusto decir que Google se burla de la privacidad de los usuarios por no haber organizado ninguna charla o sesión que trate este tema en una conferencia anual que en realidad se basa en enseñar a los desarrolladores cómo optimizar los recursos de Google, las herramientas, y los gadgets, para ofrecer mejores servicios y aplicaciones en la web. Además, en defensa de Google, la compañía de tecnología recibió calificaciones muy altas en el reporte de Electronic Frontier Foundation “Who’s got your back?”. Para darle crédito al CEO de Google, al subir al escenario contó una experiencia propia sobre la privacidad y su archivo médico, y dio a entender algo sobre potenciales tecnologías asociadas a avances en la medicina que podrían ser conseguidos gracias a los cambios en la privacidad, y la amplitud a los cambios.
Por supuesto que hablar sobre esto debe haber requerido muchísimo coraje por parte de Page, un multimillonario hablando públicamente de sus condiciones de salud, afecta la forma en que se suele hablar, pero permitir el acceso público a los registros médicos que detallan las condiciones comúnmente estigmatizadas, enfermedades contagiosas o mortales, es otra cosa totalmente distinta.
Cuando, en 1991, Magic Jonson hizo público que se retiraba de los deportes por haber contraído HIV, el mundo se vio en shock. En retrospectiva, el anuncio fue abrumadoramente positivo, pero Magic Jonson era el jugar de basketball más grande que conocía el mundo hasta ese momento. La reacción al anuncio del jugador varió desde lo positivo hasta lo negativo, pero la realidad es que el jugador nunca volvió a necesitar trabajar. No todos tenemos ese tipo de seguridad laboral. El estrés post-traumático o los trastornos de ansiedad o de alimentos, no son cosas que una persona quiera que su jefe se entere (o que se lleguen a saber o a comentar en una entrevista para un nuevo trabajo).
Es realmente posible que Google tenga las mejores intenciones con respecto a Google Glass (y Android, en el mismo caso), o que las intenciones de Larry Page sean buenas cuando dice que quiere que las personas sean más abiertas con respecto al historial médico, pero también es posible que la nueva estrategia de privacidad de Google sea la de cambiar, denigrar y minimizar el asunto, hasta llegar al punto en donde a nadie le importe la privacidad personal: una política conveniente para cualquier organización que intente construir un imperio basado en los datos.
Cuéntanos en los comentarios qué piensas que dice todo esto sobre la privacidad.