En esta publicación, te voy a contar una historia sobre mis padres, cómo se adentraron en el mundo de la tecnología y todo lo que me supuso a mí. Al final de cada sección, trataré de resumir los puntos clave y dar algunos consejos a aquellos que buscan introducir a sus padres en el mundo de la tecnología de forma segura.
Cómo comencé con la tecnología
Recuerdo el día que compré mi primer smartphone, un HP iPAQ, que funcionaba con Windows Mobile 2003 SE. Lo traje a casa y se lo enseñé a mis padres. Mi padre lo intentó y dijo: qué bonito, pero ¿dónde está el teclado? Luego intentó usarlo y dijo que prefería quedarse con su Nokia y su infalible teclado numérico.
Mis padres no eran nativos digitales, de hecho, comenzaron a usar computadora a principios de los 90. Todavía recuerdo a mi padre escribiendo como si estuviera usando una máquina de escribir. Nuestra primera computadora familiar fue una Pentium de 100 MHz con 6 MB de RAM, un disco duro de 1.2 GB y un módem externo de 28.8 kbps. El sistema era Windows 3.11, que luego actualizamos a Windows 95.
Desde que tengo memoria, siempre he sido yo el que solucionaba los problemas de la computadora. Cuando teníamos problemas con Internet, yo era el que estaba en el teléfono con la asistencia técnica; cuando mIRC se desconectaba, era yo quien lo conectaba a los servidores correctos.
Y ahí fue cuando mi interés por la programación alcanzó su punto máximo: escribiendo scripts para mIRC, un programa de chat que usábamos antes de ICQ o MSN Messenger. Quizás el motivo de que me gustara tanto y acabara trabajando para una empresa de tecnología fue que mis padres compraron la computadora cuando yo aún era un niño.
Del teléfono tonto al teléfono inteligente
Un día, cuando mis padres tuvieron que actualizar sus teléfonos debido a problemas de batería, mi hermano y yo los convencimos para que se compraran un BlackBerry. Mi hermano ya usaba uno. Lo primero que dijo mi padre después de recibir el teléfono fue que necesitaría palillos de dientes para usar el teclado.
Mientras mi hermano enseñaba a mis padres a usar sus nuevos teléfonos, mi padre comentó: “Creo que tengo que ir a la universidad para aprender a usar esto”. Mi madre, por otro lado, en un par de días se puso al día con las funciones básicas.
Después de un par de años usando sus BlackBerry, y con la llegada al mercado de los teléfonos con pantallas táctiles y mucho más grandes, mi hermano y yo decidimos que era hora de que nuestros padres se hicieran con los smartphones adecuados para ellos. Ambos nos pusimos manos a la obra para conseguirles los Microsoft Lumia 525s que creíamos que eran los teléfonos inteligentes más fáciles de usar en ese momento, así como los menos propensos a detectar malware. De nuevo, mi padre bromeó diciendo que necesitaría asistir a la universidad para aprender a usar el teléfono.
No mucho después de que mi padre se acostumbrara a su smartphone, Microsoft anunció que suspendería el soporte para los teléfonos Lumia, lo que significaba que las aplicaciones que mis padres usaban con frecuencia ya no recibirían actualizaciones. Entonces, una vez más tuvimos que actualizar los teléfonos. Esta vez, les compramos iPhone. Como siempre, les enseñamos cómo usar los nuevos teléfonos y ambos se acostumbraron a ellos de una forma más rápida y sencilla.
Qué lecciones aprendí:
- Elige los dispositivos con la interfaz más sencilla.
- Quédate con un sistema operativo siempre que sea posible. Migrar de un teléfono plegable a BlackBerry, luego a Windows Phone, luego a iOS hizo que nuestro trabajo fuera mucho más difícil de lo que hubiera sido si hubiéramos optado por iOS desde el principio, al menos en el caso de mis padres; no tiene por qué ser el adecuado para todos.
- Elige un sistema que sea improbable que desaparezca en un futuro cercano. Por supuesto, es difícil de predecir, pero creo que es poco probable que Google deje de desarrollar Android o Apple abandone iOS en los próximos cinco años. Aunque, para ser justos, en el pasado, tanto BlackBerry como Windows Phone eran populares y parecían viables.
- Elige un sistema que tú conozcas y utilices. Es mucho más fácil explicar cosas que ya sabes, sobre todo teniendo en cuenta que tendrás que explicarlas muchas veces.
Cómo educar a padres digitales
Mi padre, que es un paciente de diálisis, dijo que sus tratamientos le resultaban aburridos, así que le compramos un iPad porque la interfaz ya le resultaba familiar por el uso de su iPhone. Con su iPad, se inscribió a algunas clases de escritura online.
Me llamaba y me preguntaba cómo descargar ciertas aplicaciones, y a veces me preguntaba cómo enviar correos electrónicos con archivos adjuntos. Siempre le repaso pacientemente todos los pasos, ya que una vez me recordó: “Yo he pasado 20 años criándote. Así que tú puedes pasar 5 minutos ayudándome con esto”, cuando una vez dije que estaba demasiado ocupado.
Algunos padres pueden lidiar con la tecnología en silencio, y tienen sus razones, pero para mí ese fue un punto de inflexión. Mis padres me educaron para ser quien soy hoy. Ahora me tocaba a mí ayudarlos y la tecnología era algo con lo que podía ayudar. Da clic aquí si quieres saber cómo proteger a tus padres.
Por supuesto, mis padres sabían muy poco sobre ciberseguridad. Yo, como trabajador en la industria de la ciberseguridad, sé mucho acerca de las amenazas que existen, y decidí enseñarles a mis padres una higiene cibernética segura, algo tan necesario en la vida moderna como difícil de detectar para aquellos que no han nacido con un teclado en sus manos.
Para ser sinceros, no resulto nada fácil y explicar cosas que me resultaban básicas y obvias requirió mucho tiempo (afortunadamente, nuestra enciclopedia ayudó), pero finalmente comenzaron a recopilar información.
En algún momento, mis padres se convirtieron en auténticos profesionales a la hora de analizar si un mensaje de WhatsApp era real, se trataba de un intento de phishing o si los enlaces del mensaje suponían una ciberamenaza.
Mi padre incluso comenzó a informar a sus amigos sobre el malware y las campañas de phishing, aunque se tuvo que enfrentar a las mismas frustraciones que yo: sus compañeros quedaban bastante desconcertados ante todo lo que les iba comentando. Todo lo que sabían era que necesitaban una protección antivirus para sus computadoras.
Lecciones aprendidas:
- Tienes que ser paciente y explicarles cosas básicas a tus padres. Pero hazlo. Después de todo, te educaron y te ayudaron a convertirte en lo que eres.
- Es obligatorio hablar sobre la higiene cibernética a las personas mayores, no basta con instalar una herramienta antivirus. Comienza con lo básico, pero enséñales cómo detectar amenazas, especialmente phishing (ya sea vishing, smishing o cualquier otra cosa).
- Comienza por lo básico y hazlo antes de que sea tarde. La nueva tecnología puede resultarles abrumadora.
Todo lo que necesitas es paciencia
Al final, me di cuenta de que acostumbrar a mis padres a la tecnología y la ciberseguridad básica no era demasiado difícil. Tan solo se necesita paciencia y tiempo para explicarles cómo funciona y cómo evitar las amenazas online.
Pero va más allá de enseñarles consejos de seguridad informática; lo más importante, es enseñarles cómo pueden ayudarlos en su vida diaria los dispositivos inteligentes. Me llevó mucho tiempo, pero finalmente funcionó y se fueron desarrollando para apreciarlo aún más.
Ahora le estoy enseñando a mi madre a utilizar los dispositivos domésticos inteligentes que he instalado en su hogar. ¡Le están encantado!
Lecciones aprendidas:
- Las personas necesitan sentirse cómodas con la tecnología antes de poder amarla y comenzar a explorarla por su cuenta. Depende de ti ayudar a las personas de tu vida y guiarlas hasta este punto, y más allá, ya que tú eres nativo del mundo digital y ellos tan solo unos recién llegados.