Tarde o temprano (la mayoría) de los padres inevitablemente deciden comprarles a sus hijos su propio dispositivo electrónico. Según la investigación de Kaspersky, el 61 % de los niños obtienen su primer dispositivo entre los 8 y 12 años de edad y, quizás sorprendentemente, en el 11 % de los casos, reciben su propio teléfono celular o tableta antes de cumplir los 5 años. Es esencial que los padres conozcan las pautas para introducir un dispositivo en la vida de sus hijos por primera vez.
Junto con la psicóloga clínica, Dra. Saliha Afridi, Kaspersky está presentando consideraciones psicológicas y de ciberseguridad que los padres deberían tener en cuenta antes de darles a sus hijos sus primeros dispositivos tecnológicos.
¿Qué hacer antes de regalarle un dispositivo a un niño?
Configura una Cuenta para niños antes de regalarle su primer dispositivo. Ya sea que se trate de un teléfono o una tableta, es fundamental garantizar que el dispositivo sea seguro y adecuado para la edad del niño. Incluso si es un regalo nuevo, se debe priorizar la configuración de esta función. Una Cuenta para niños actúa como protección en el dispositivo, al evitar cosas como descargas de contenido para adultos o canciones con contenido explícito. Para obtener una guía detallada sobre cómo crear una cuenta para niños, consulta nuestra guía para Android o para iOS.
Instala todas las aplicaciones básicas que admitan la comunicación o la ubicación geográfica (como las aplicaciones de servicio de mensajería instantánea y mapas), además de las aplicaciones de aprendizaje. Y no olvides establecer la configuración de privacidad y confidencialidad en cada una de las aplicaciones instaladas, para que el niño, por ejemplo, no pueda ser descubierto a través de su número de teléfono por desconocidos. Algunas herramientas, como el Verificador de privacidad, pueden ayudarte a escoger la configuración de protección óptima para diferentes dispositivos y plataformas.
Recuerda también instalar una aplicación digital para padres. Esto te permitirá filtrar el contenido, supervisar la cantidad de tiempo que tu hijo pasa en aplicaciones específicas (y establecer límites si es necesario) y rastrear su ubicación actual.
¿Cómo introducir un nuevo dispositivo en la vida de un niño?
Explícale las funciones, así como los peligros potenciales al regalarle un nuevo dispositivo. Este es un momento oportuno para explorar sus características y comprender los posibles problemas.
Elaboren juntos una serie de reglas de uso familiar. En esta conversación, es importante fomentar la comprensión y el consenso acerca de las responsabilidades y expectativas relacionadas con la propiedad del dispositivo. Para garantizar un equilibrio saludable, establece zonas y horarios libres de tecnología, tal vez durante la cena o las horas previas a la hora de acostarse. Designa momentos para pasatiempos no tecnológicos como lectura, juegos al aire libre o rompecabezas, que pueden actuar como alternativas beneficiosas al tiempo frente a la pantalla. Revisar y perfeccionar periódicamente estas reglas a medida que tu hijo crece y la tecnología avanza es fundamental.
Y recuerda, a menos que un niño muestre un nivel saludable de compromiso con las actividades de la vida real y la socialización en persona, no le obsequies un teléfono inteligente ni lo introduzcas a las redes sociales. Una forma en la que pueden ganarse un dispositivo es demostrando que son capaces de cumplir con lo “no negociable” de forma regular y constante. Esto incluye el sueño, el ejercicio, las tareas escolares, la vida social, la alimentación saludable y los períodos de descanso durante el día.
¿Cómo hablar con un niño acerca de la seguridad en línea?
Fomenta la comunicación abierta desde el principio. Habla con tu hijo acerca de sus experiencias en línea, para ello, asegúrate de que se sienta seguro para compartir tanto las buenas como las malas experiencias.
Mantente al día con las últimas tendencias y amenazas digitales, así como con el acoso cibernético o las filtraciones de datos de alto perfil. Comparte esta información con tu hijo de una manera que él entienda. Puedes enterarte de las últimas novedades en ciberseguridad a través de nuestro blog.
Plantea la permanencia de las acciones en Internet. Esto incluye cómo las cosas que se comparten en línea permanecen allí para siempre y pueden afectar su reputación y oportunidades futuras. Los niños deben tener especial cuidado con la información que comparten sobre sí mismos: nunca deben revelar su dirección, ubicación geográfica o credenciales de inicio de sesión y contraseñas. Además, deben evitar usar sus nombres reales como ID de usuario, ya que pueden ser pistas potenciales para que los atacantes descubran sus otras cuentas de redes sociales. Ayúdalos a comprender el concepto de privacidad y los riesgos potenciales de compartir demasiada información.
Enséñale a tu hijo que debe evitar aceptar solicitudes de amistad de personas que no conoce en la vida real. Es crucial explicarle que si alguien que no conoce está tratando de buscar información personal sobre él o sus padres de manera persistente, esto es motivo de preocupación. Tu hijo no debe sentir que está siendo grosero o descortés si no responde a una solicitud de amistad. En las redes sociales, al igual que en la vida, debe haber privacidad.
Al tener estas conversaciones y educar a tus hijos acerca de los riesgos de Internet de una manera no conflictiva, crías a tus hijos para que sean más propensos a acercarse a ti cuando se encuentren con algo cuestionable en línea. Debes asegurarte de que mantengan una postura de curiosidad, y no de juicio o miedo. Tus reacciones determinarán qué tan abiertos se sientan acerca de compartir estas cosas en el futuro.
Y una aplicación digital para padres sirve en estos casos como una herramienta valiosa que permite supervisar las búsquedas y la actividad en línea de tus hijos, lo que garantiza una experiencia en Internet más segura.
¿Cuáles son los principales riesgos que debería informar a mi hijo?
En nuestra era digital, los niños son vulnerables a los ciberdelincuentes, a menudo porque no están familiarizados con los principios esenciales de ciberseguridad y las tácticas de estafa más habituales. Es nuestro deber como padres y tutores educarlos sobre estos asuntos antes de que, sin darse cuenta, se conviertan en víctimas.
Por ejemplo, enseña a tu hijo a identificar anuncios engañosos, solicitudes de encuestas falsas, loterías falsificadas y otros esquemas que pueden poner en peligro sus datos personales. Ayúdales a comprender la realidad de que, si bien puede ser tentador descargar una película de Barbie antes de su lanzamiento oficial, ofertas como estas podrían ser tácticas de los ciberdelincuentes destinadas a robar datos o incluso desviar dinero de las tarjetas de sus padres. Una solución de seguridad confiable puede detectar y bloquear cualquier sitio web de phishing o software malicioso.
Inculca en tu hijo el hábito de ser crítico y cauteloso cuando está en línea. Enséñale a hacer una pausa antes de hacer clic cuando se trata de enlaces dudosos, archivos adjuntos de correos electrónicos desconocidos o mensajes de entidades desconocidas. Habla acerca de los permisos apropiados que las aplicaciones deben tener en sus dispositivos. Por ejemplo, no hay una razón válida para que una aplicación de Calculadora solicite acceso a la geolocalización.
Haz que las conversaciones sobre ciberseguridad sean más divertidas e interesantes, al utilizar juegos y otros para hablar del tema. Lo más importante es infundir seguridad para que se acerque a un adulto de confianza cuando se enfrente a situaciones inquietantes o sospechosas en línea.
¿Cómo comprobar que estás preparado?
Una vez que aparece un dispositivo, la vida de tu familia inevitablemente sufrirá una transformación, ya que tu hijo se verá atraído por el universo de Internet. En lugar de prohibirlo, es recomendable orientarlo acerca del comportamiento adecuado en línea; si se usa correctamente, un dispositivo puede ayudar a los niños a aprender y crecer. Sin embargo, esto solo puede suceder si sabe cuándo y cómo alertar a sus padres acerca de cualquier amenaza en línea que encuentren, ya sea que estén recibiendo mensajes extraños de adultos o solicitudes de información personal, o se encuentran con sitios de phishing.
El aprendizaje, sin embargo, es un proceso gradual y no garantiza la perfección desde el principio. Los errores ocurrirán naturalmente; puede que tu hijo descargue malware por accidente, se relacione con personas sospechosas o tenga problemas con la administración del tiempo frente a la pantalla. No obstante, tu función como padre es proporcionar apoyo y asistencia en este proceso de aprendizaje. Solo así puedes ayudar a tu hijo a estar protegido en Internet.
Para prepararte para este desafío, sugerimos que eches un vistazo a para padres acerca del primer dispositivo de tu hijo.