Kaspersky 7 Volcanoes Expedition

Escalar a  los volcanes más altos de cada continente sin ninguna ayuda es algo que  no está indicado en absoluto para personas con enfermedades de corazón. Hay que ser atrevido,

Escalar a  los volcanes más altos de cada continente sin ninguna ayuda es algo que  no está indicado en absoluto para personas con enfermedades de corazón. Hay que ser atrevido, valiente y… quizás estar un poco loco. No obstante, a Olga Rumyantseva no le intimida el desafío. Ha partido a la conquista del Monte Sidley, del Kilimanjaro, del Monte Giluwe, del Damavand, del Elbrus, del Pico de Orizaba y del Ojos del Salado. En Kaspersky Lab creemos firmemente en el compromiso y la dedicación, por lo que hemos decidido ayudar a Olga en su tarea.

Olga, de 38 años,  tiene una  carrera de éxito que la respalda como consultora financiera  y es madre de dos hijas, pero no se quedó ahí. Su aficción  el montañismo, se convirtió en su profesión en 2008 cuando empezó a trabajar como instructora en el club de escalada Seven Summits (Siete Cumbres). Le preguntamos a Olga acerca de su pasión por la escalada y por qué el proyecto de “Los 7 volcanes” es tan importante para ella.

¿Por qué decidiste conquistar “Los 7 volcanes”?

Uno no conquista las montañas, se escalan… o no se escalan J. El número 7 llama la atención de la gente. Siete notas, siete colores del arcoiris…  siete continentes. El desafío de escalar las cumbres más altas del mundo en cada continente es algo habitual  desde hace mucho tiempo. En los últimos años, también se ha extendido un nuevo desafío: escalar los volcanes más altos de los siete continentes.  Me gusta que no se trate tan sólo de algunos volcanes al azar, sino que hablamos de un proyecto completo. Cada nueva cumbre es un nuevo descubrimiento, un nuevo viaje. Además, es algo que cualquiera puede hacer, a diferencia de las Siete Cumbres.

¿Por qué estos siete volcanes en particular?

Es un desafío específico: los volcanes más altos de cada continente. Los volcanes son realmente fascinantes. Están vivos.

De los siete volcanes, he estado en cuatro como guía: Elbrus, Pico de Orizaba, Kilimanjaro y Damavand. Mientras llevaba clientes hacia la cumbre de los volcanes sentía un deseo enorme de abandonarles y escalar a mi aire, porque soy capaz de hacerlo, sin tener que preocuparme de otras personas.

¿Por qué hacerlo sola?

Sola no es el término correcto. Yo diría que sin un equipo, sin apoyo.

Normalmente cuando la gente planifica una expedición de montañismo  hay un equipo en el que todos tienen un rol y se trabaja en conjunto para alcanzar un objetivo. Si bien cada persona es importante dentro del marco de la expedición, se puede reemplazar fácilmente. En otras palabras, el grupo es más importante que el individuo.

No juego en equipos. No me gustan los deportes de equipo. Necesito saber que los resultados dependen solo de mí, que depende de mí y de nadie más, que no hay posibilidad de quedarme sentada en el banquillo. Dicho esto, el montañismo no es realmente un deporte. No hay competitividad como tal. No hay ganadores ni perdedores. Hay que establecer un objetivo y alcanzarlo. Es importante apegarse a tus propios estándares, escala de la manera que te gusta escalar. Para mí, escalar es una forma de vida, una filosofía.

Estas escaladas, ¿mejoran tu experiencia de alguna manera?

El proyecto de “Los 7 volcanes”  incluye viajes a varios rincones del mundo. No se trata sólo de un aspecto físico, sino también  de nuevas impresiones, de conocer gente y sus culturas. Un viajero solitario está más abierto a conocer nuevas personas.

Creo que conoceré mucha gente y aprenderé cosas interesantes durante el entrenamiento y las escaladas. Si encuentro espíritus parecidos al mío que compartan mis metas (los siete volcanes son, de forma individual, destinos de escalada populares), es posible que podamos recorrer parte del camino juntos.

Al mismo tiempo, tendré todo lo que necesito para viajar sola, independientemente de otras personas sin que importen las circunstancias.

¿Será muy difícil?

Depende. En general, es muy duro: la mayoría de estos volcanes tienen altitudes de más de 5.000 metros. Hablamos de montañismo de altura, donde se requiere un duro entrenamiento físico. Al igual que en cualquier otra montaña de gran tamaño, en estos volcanes un escalador puede encontrarse con condiciones climáticas adversas.

¿Cómo te entrenas para todo esto?

Igual que para las demás escaladas: hay que entrenar el cuerpo para actividades físicas intensas en un ambiente donde no haya suficiente oxígeno. Cualquier ejercicio físico sirve, ya sea correr largas distancias, nadar, etc. Lo más importante es un fuerte deseo por alcanzar la cumbre. El 50% de tu éxito depende de lo positivo de tu estado psicológico. Yo tengo el tipo de actitud “espera, aguanta y cree en tu propia fuerza”.

¿Cualquiera podría hacerlo? Por ejemplo, un oficinista, ¿podría llegar a escalar un volcán?

Sí. Pero no puede sólo llegar y partir. Primero tienes que encontrar a un guía experimentado y entonces partir. Para poder escalar y, más importante aún, para descender después y salir vivo de una sola pieza, hay que saber cómo aclimatarse a las altitudes extremas, planificar las reservas físicas, poder orientarse en la ruta, conocer  las peculiaridades del clima en las montañas, sus peligros, tener habilidades básicas de montañismo (como saber usar crampones al caminar sobre hielo, etc.) y muchos otros factores.

La única excepción es el volcán Ojos del Salado, el más alto de América del Sur. Tiene cerca de 7.000 metros de altura. Hay que tener mucha experiencia en montañismo de altura antes de subir  tan arriba. Por supuesto que la gente puede intentarlo sin la experiencia adecuada, pero lo más probable es que no lo consigan y que sus cuerpos sufran un un daño irreparable.

Con respecto a los demás volcanes, son bastante asequibles para montañistas novatos. Un ejemplo: el año pasado, Sergey Pikkat-Ordynskiy de Kaspersky Lab, escaló el Orizaba, el volcán más alto de Norteamérica, no tenía experiencia previa en montañismo y nunca había estado antes en las montañas, sólo quería saber cómo eran y escalarlas.

¿Hay algún entrenamiento físico o psicológico especial? Por ejemplo, ¿cuántos kilómetros debería poder correr o cuántas barras debería poder hacer para ir en una expedición como esta?

La verdad es que tienes que querer hacerlo con todas tus ganas. Debes poder aguantar el frío, el hambre, el cansancio físico y el dolor. El proceso de aclimatación no suele ser fácil para las personas que van a las montañas por primera vez y puede causar dolores de cabeza muy fuertes, pérdida del apetito y fatiga. Debes aguantarte y ponerte en marcha para seguir sin importarte lo que pase.

Pero no hay cifras exactas. Sólo hay que estar en buena condición física. Todo depende de los resultados que quieras obtener. Si quieres escalar con un guía, basta con ir al gimnasio de vez en cuando. Si quieres escalar y disfrutarlo, tienes que hacer ejercicio regularmente, salir a correr o a nadar de dos a tres veces por semana.

En mi caso, en periodos de entrenamiento regular, salgo a correr dos o tres veces por semana (de 8 a 15 km o, si tengo tiempo y ánimo corro 20 km) y también nado de 1 a 1,5 km dos o tres veces por semana.

Hacer barras no es necesario. Tal vez lo sea para entrenarse para ascensos técnicos como  escalar un muro. Pero a estos volcanes se llega a pie. Sólo hay algunas partes de la ruta donde es necesario escalar. Aunque puedo hacer barras :). Cerca de tres, pero antes podía hacer 15.

Las montañas son fascinantes, pero no están pensadas  para que los humanos las habiten. Por lo tanto, hay que poder sobrevivir en ellas. Y disfrutarlo.

¿Por qué crees que Kaspersky Lab decidió apoyarte? ¿Crees que  se parecen?

Creo que nuestra similitud más importante es la capacidad de establecer metas y alcanzarlas expandiendo los límites de nuestras capacidades, incluso si no se trata de algo sencillo. También hay autosuficiencia y apertura a todo lo que sea nuevo y emocionante: nuevas personas e ideas.

P.D. Kaspersky 7 Volcanoes Expedition no es la primera experiencia de cooperación de Kaspersky Lab con los exploradores más reconocidos del mundo. En 2009, la empresa patrocinó  a un grupo de mujeres que esquió más de 900 kilómetros desde la costa del  Antártic hasta  el Polo Sur. En 2012, con el apoyo de Kaspersky Lab, la exploradora británica Felicity Aston se convirtió en la primera mujer en la Historia en cruzar ella sola el Antártico en esquís, estableciendo un nuevo récord mundial.

 

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