Google te da ciertos controles de seguridad, como dos factores de autentificación para evitar que los hackers secuestren tu cuenta y otros controles que te permiten recuperarla en caso de que sea forzada. Desafortunadamente, Google monitorea los mensajes de su servicio de correo electrónico gratis para publicar anuncios a medida, y si la Agencia de Seguridad Nacional llama a las puertas de la sede de la compañía, en Mountain View, California con una orden emitida por el tribunal Federal de Vigilancia de Inteligencia, allí Google no tiene otra opción más que entregar los datos de sus diferentes cuentas de Gmail.
Una compañía de gestión de correos electrónicos de San Francisco llamada Streak recientemente desarrolló SecureGmail, una excelente extensión de Chrome de código abierto que le da a los usuarios el poder de cifrar sus mensajes de forma local, de forma que Google no tenga acceso a esa información cifrada. De esta forma, lo único que queda solamente en los servidores de Google es un texto encriptado completamente incomprensible. Y si Google no puede leer tus correos, entonces de seguro ninguna otra persona podrá hacerlo.
Una vez mencioné el tema de si Gmail era seguro parta trabajar o no. SecureGmail es definitivamente seguro para esto. Funciona de esta manera: te diriges a la Tienda Online de Chrome e instalas la extensión de SecureGmail gratis. Cuando quieres enviar un mensaje de forma segura, verás una pequeña caja al lado del botón de redacción con un candado casi invisible. Si haces clic allí, aparecerá un mensaje rojo diciendo “Nuevo Mensaje – Seguro”.
Luego de que elijas un destinatario y redactes tu correo, se te pedirá que crees una nueva contraseña. Cuando él/ella recibe el correo, deberá escribirla. Si el usuario aún no ha instalado SecureGmail, él/ella deberá hacerlo. Luego de que el destinatario ingresa la contraseña, podrá leer el mensaje. Así de fácil: privacidad libre.
La pregunta obvia es, ¿cómo envías esa contraseña a la otra persona? La mejor elección sería en persona, pero esto a veces no es posible. SecureGmail te dejará, entonces, crear una pista para la contraseña. Esta puede ser una forma segura de transmitir el mensaje sin siquiera decirle al destinatario cuál es la contraseña, pero necesitarás ser bastante inteligente para hacerlo de esta forma.
Recuerda, SecureGmail es solo seguro si la contraseña que generas lo es y, al mismo tiempo, su contraseña será tan segura como el método que eliges para enviarla. No es mala idea escribir una contraseña completamente aleatoria, alfanumérica, mezclada con letra capital, minúsculas y símbolos y enviarla a tu destinatario por correo. Puedes decirle a tu destinatario la contraseña en una conversación telefónica o en Internet también, pero sería menos seguro. Eso sí, NO envíes la contraseña a través de Gmail u otros servicio de Google. Eso minará completamente el propósito de SecureGmail. Suena repetitivo, pero la verdad es que la mejor manera de transmitirla es cara a cara. Sé creativo a la hora de enviarla, piensa de forma astuta.
Tu contraseña no es buena si alguien ya ha instalado un keylogger o tiene su computadora en peligro. De modo que asegúrate de que mantienes todo actualizado y utiliza un producto anti-virus fuerte.
El cifrado es la columna vertebral de la seguridad cibernética. Esta extensión es particularmente buena – entre las mejores, de hecho- en tanto trae una fuerte encriptación a Gmail de una manera tan sencilla e intuitiva que casi cualquier persona puede entenderlo y mejorar la seguridad de los mensajes confidenciales. Y mejor aún, ¡es la seguridad la que puedes controlar!