El público general debería estar al tanto, a esta altura, de que el robo de identidad es cada vez más común, y tiene efectos calamitosos que son mucho más serios de lo que se muestran en la comedia de Melissa McCarthy titulada “Identity Thief” – a pesar de que, en lugar de ir en un horroroso viaje por todo el país, tus datos personales y financieros podrían estar camino a la ruina. Aquí te mostramos cómo puedes protegerte de tan desastroso destino.
Contraseñas Seguras: Ataques a grandes sitios basados en la nube como DropBox y LinkedIn han puesto en peligro la seguridad de los datos de millones de usuarios, pero se puede limitar el impacto, de los eventos incluso improbables, al practicar una seguridad robusta con las contraseñas. Las contraseñas seguras son críticas; deben ser largas combinaciones de letras, números y símbolos no alfanuméricos; nunca debes usar nombres o palabras que se puedan encontrar en el diccionario. Y cambia tus contraseñas frecuentemente. Utiliza nombres de usuario diferentes (y parecidos) para cada cuenta online, y crea cuentas de emails separadas desde donde manejar tus finanzas online.
No guardes datos financieros: Es realmente conveniente mantener tu número de tarjeta de crédito y direcciones de pago guardadas en cada sitio que utilizas para comprar cosas online, pero debido a las brechas de seguridad que molestan a estos sitios constantemente, juega seguro y no lo hagas. Valdrá la pena ese minuto extra que te tomará agregar la información cada vez que realices una nueva compra.
Reconoce los fraudes: Los fraudes online vienen en todo tipo de formas. A pesar de ser fácilmente reconocibles, como un email de un miembro africano de la familia real que quiere regalarte millones de dólares, o algo que parezca digno de confianza como un mail de recuperación de contraseña que parece ser enviado por tu tarjeta de crédito, sé igual de sospechoso de cualquier tipo de comunicación online – a través de mails o de las redes sociales – que te solicite datos personales, que descargues algún archivo, o hasta que hagas clic para llegar a una nueva página. Siempre mantente escéptico y vigilante.
Considera Asegurarte: El robo de identidad se ha convertido en un problema tal que ahora hasta se pueden conseguir pólizas de seguro que cubren este tipo de inconveniente, y que podría protegerte a ti, y a tu tarjeta de crédito, de cualquier tipo de ataques.
Duplicidad Social: Una de las formas más maliciosas de robo de identidad viene de los atacantes que roban tus datos personales para crear perfiles duplicados en redes sociales y engañar a los otros que, mientras creen hablar contigo, comparten su información personal con el atacante.
Ya sea hecho como una broma, o para obtener datos sensibles de los otros, esto puede dar por resultado un terrible daño a tu reputación. Previene esto buscándote periódicamente en Google, y asegurándote de que eres el único dueño de tu perfil en Facebook. Si encuentras perfiles duplicados que se hacen pasar por ti, utiliza la herramienta para reportar perfiles de la red social de la que se trate, e intenta cerrar esa cuenta lo antes posible.
Actúa Rápido: Al igual que con la presencia duplicada en redes sociales, si crees que has sido víctima del robo de identidad o robo de datos, debes actuar de forma rápida. Ponte en contacto con tu banco, proveedor de mail, o cualquiera sea el servicio que te ha sido comprometido, y busca una solución y fin al asunto. El robo de identidad, usualmente motivado por las finanzas, puede traer efectos desastrosos, especialmente en tu crédito.
Obtén un paquete de seguridad: Siempre es buena idea tener una solución como Kaspersky PURE 3.0, cuyo sistema de Safe Money te ayuda a confirmar la validez de la reputación de los sitios web que visitas para realizar transacciones o compras. Y dado que tendrás muchísimas contraseñas únicas para cada una de tus cuentas en línea, podrás utilizar PURE Advanced Password Manager para ayudarte a almacenar y realizar seguimiento de la seguridad de cada una de tus cuentas y sus respectivas contraseñas.