Cinco Datos Que no Conocías de Los Automóviles Robot

Es curioso cómo el tono de la discusión en torno al tema de los autos sin conductor ha ido cambiando en los medios de comunicación. Si bien en el 2014

Es curioso cómo el tono de la discusión en torno al tema de los autos sin conductor ha ido cambiando en los medios de comunicación. Si bien en el 2014 el foco del debate estaba puesto en cuándo esta tecnología iba a estar entre nosotros, este año la matriz de opinión apunta a las consecuencias que podría traer su efectivo desarrollo.

Imaginemos por un momento cuál debería ser nuestra postura en torno a manejar sin conductor, más allá de no tener que usar el volante, como por ejemplo el “lujo” que supondría morir en un accidente de tránsito.

Roadster de dos plazas

Si un coche es conducido por un robot, sus pasajeros tendrían que divertirse de alguna forma. Una alternativa común y accesible son los aparatos electrónicos disponibles hoy en el mercado algo que, sin embargo, generaría un problema. Cuando una persona no lleva las riendas del auto, el riesgo de contraer enfermedades aumenta. Según un estudio desarrollado por la Universidad de Michigan, entre el seis y el diez por ciento de los adultos estadounidenses sufrirán constantemente náuseas y mareos en los coches sin conductor.

Se trata de un problema generalmente causado por el conflicto entre las señales que el organismo recibe a través de la visión y el sistema vestibular. Leer, ver vídeos y actividades similares podrían agudizar dicho panorama. Observar la carretera y dormir son actos completamente opuestos, como lo señaló Michael Sivak y Brandon Schoettle, los autores de la investigación.

 

Es por eso que leer el muro de Facebook o ver la televisión mientras se está en un auto autodirigido no es algo que podría estar alcance de todos. Lo mismo sucedería en el caso de, por ejemplo, querer mirar la carretera mientras el robot conduce, sin inmutarse. Entonces la única opción viable es quedarse dormido, pero sabemos que los coches modernos no están aún aptos para ello. ¿Otra solución? Cambiar el interior del autor, o directamente tratar la enfermedad.

La lentitud y la estabilización: los ganadores

Se prevé que los carros auto-dirigidos van a ir a una velocidad más lenta que los comunes, por lo que es muy probable que los canales, autopistas, etc.se ajusten a esta realidad en un futuro. Ello, de acuerdo a lo señalado por Jared Ficklin, el columnista de Fast Company.

Hay dos razones para exceder la velocidad y violar las normas de conducción, dice Jared. En primer lugar, nuestra poca disciplina (por ejemplo, cuando estamos apurados para llegar a una reunión). En segundo lugar, el querer recuperar el tiempo perdido a través del propio acto de conducir (por supuesto, hay personas quienes realmente disfrutan manejar y hacen esto para aliviar el estrés, pero estos son casos excepcionales).

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La conducción de autos de forma 100% automatizada es algo que debería eliminar ambas razones. ¿Realmente importa si trabajar desde una computadora portátil, en una oficina o en una carretera (siempre que no estés enfermo)? Sin embargo, juntar a una persona en aprietos con un robot melancólico no es una buena opción; de lo contrario, cosas terribles podrían suceder, como por ejemplo los ataques al corazón. ¿Qué significa ello? Una vez más: la necesidad de que las calles se adecúen a este tipo de tecnología.  Vendrán, sin duda, tiempos en los que vamos a extrañar las clásicas escuelas de manejo en las calles y carreteras tradicionales.

Desafíos transitorios

Los robots conductores, que son capaces de reaccionar rápidamente frente a los peligros, y de no distraerse con mujeres hermosas o mensajes de textos durante los viajes parecen una contribución valiosa para la seguridad vial. Sin embargo, otro estudio de Sivak y Schoettle cuestiona estos descubrimientos.

Todo se reduce al hecho de que el período de transición entre la tecnología actual y el futuro posible, inevitablemente llevará décadas. Se necesitaría de mucho tiempo para renovar la flota de vehículos. Sólo en los EE.UU, la edad media de un automóvil es de 11,4 años. Además, siempre habrá personas de mentalidad tradicional que no usarían nunca un coche robot.

Varios investigadores piensan que la interacción entre los robots y los hombres en la carretera podrían causar más problemas que soluciones para la seguridad vial en el corto plazo, al menos para la última categoría de los conductores. Un conductor medio, en la mayoría de los casos, basa sus acciones en su capacidad de predecir con éxito las acciones de los demás conductores.

De hecho, las estadísticas demuestran que los accidentes viales cuyos participantes son dos hombres son menos frecuentes que aquellos en los que están involucradas dos mujeres. Sivak y Schoettle consideran que esto podría explicarse por la posibilidad de “prever la conducta de los hombres” al conducir un coche. En este sentido, la previsibilidad de las acciones de los robots no puede ser captada por la inteligencia humana, incluso si ambos están manejando por diferentes carriles.

Los taxistas están en contra

Muchas personas que viven en las grandes ciudades deciden optar por opciones más baratas -como compartir un coche-, en lugar de conducir un vehículo propio. En algún punto del tiempo, los taxis automatizados serán menos costosos que los taxis tradicionales, probablemente porque usted no tendrá que pagar los salarios de los robots. Al mismo tiempo, seguramente la lógica de los “dos vehículos por familia“, (típico de los hogares estadounidenses) se convertirá en una costumbre de lujo. Probablemente, en el futuro un vehículo automatizado será capaz de conducir a varias personas a varios lugares distintos.

Y, finalmente, cuando los ciudadanos se vean privados del placer de conducir, los coches perderán ese ‘glamour’ que le fue atribuido durante tanto tiempo en los albores de la cultura pop. ¿Qué sentido tendría pulir el capó del auto o comprar un coche más elegante si tan sólo se tratara de un medio de transporte trivial, como un tranvía, un autobús o un taxi?

En pocas palabras, esta tendencia va a traernos un recorte en la producción y las ventas de vehículos, la aparición y el renacimiento de la tradición de compartir coches y muchos taxistas desempleados haciendo huelgas.

Es momento de estacionar

Con el fin de compensar este panorama sombrío que planteamos anteriormente, vamos a centrarnos ahora en las ventajas que nos brindarían los coches sin conductor.

Las imperfecciones del organismo humano hacen que cada uno de nosotros deba mantener cierta distancia de seguridad con los demás coches cuando se conduce a gran velocidad. Los robots no tienen que preocuparse por esto, por lo que el ancho de banda de las carreteras se incrementará.

Estacionar también se convertiría en una tarea sencilla. En primer lugar, los coches podrán aparcar con mayor precisión, dado que los pasajeros podrán ser dejados antes en un lugar más conveniente. En segundo lugar, los estacionamientos podrán tener más de 20 plantas, debido que para un robot sería lo mismo. En tercer lugar, será absolutamente innecesario aparcar en el centro de la ciudad, dado que el coche podría dejar a los pasajeros en su destino y luego buscar una opción de aparcamiento más viable.

Y, por último, los coches sin conductor harán que te olvides de las colas de los lavados de auto y de las gasolineras. Los robots podrán elegir el mejor momento para ir allí durante la noche, ya sea para cargar gasolina, hidrógeno, o la batería.

Con el objeto de tener una idea más o menos clara de lo que nos espera en el futuro, no buscamos monopolizar la verdad. El futuro puede variar, dependiendo del lugar donde vives: San Francisco, Estados Unidos, o Novosibirsk, Rusia. Lo cierto es que el mundo está cambiando, ante nuestros propios ojos.

 

Traducido por: Maximiliano De Benedetto y Guillermo Vidal Quinteiro

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