Al principio de la película “El quinto elemento”, hay una secuencia que muestra la naturaleza distópica del mundo futuro: el taxi inteligente de Korben Dallas le multa por una infracción de tráfico y le revoca el permiso de conducción. En 1997, esto parecía ciencia ficción… y lo era. Hoy se está convirtiendo en una realidad. Pero empecemos por el principio.
No hace mucho tiempo, analizábamos los peligros potenciales asociados con la cantidad de datos que los vehículos modernos recopilan sobre sus propietarios. Más recientemente, una investigación reveló lo que esto podría significar en la práctica para los conductores.
Al parecer, los fabricantes de vehículos ya están vendiendo a través de agentes especializados de datos distintos datos telemáticos a las compañías de seguros, quienes los están utilizando para aumentar el coste de los seguros a los conductores negligentes. Sin embargo, lo más alarmante de todo es que los propietarios de los coches a menudo no saben nada al respecto. Analicémoslo más a fondo.
La ludificación de la conducción segura tiene grandes consecuencias
Todo comenzó en Estados Unidos, cuando los propietarios de vehículos de General Motors (empresa matriz de las marcas Chevrolet, Cadillac, GMC y Buick) observaron un fuerte aumento en las primas de sus seguros de coche en comparación con el periodo anterior. El motivo resultó ser la práctica de la elaboración de perfiles de riesgo por parte del agente de datos LexisNexis. LexisNexis trabaja con las aseguradoras de coches para proporcionarles información de los conductores, generalmente sobre accidentes y multas de tráfico. Sin embargo, ¡los propietarios de los vehículos afectados por la subida de las primas no tenían antecedentes de accidentes ni de conducción peligrosa!
Se descubrió que los perfiles compilados por LexisNexis contenían datos detallados sobre todos los viajes realizados en el vehículo asegurado, incluidas las horas de inicio y finalización, la duración, la distancia y, lo que es más importante, todas las veces que se había acelerado o frenado bruscamente. Y eran estos datos los que las aseguradoras estaban utilizando para aumentar las primas de los conductores que no conducían precisamente a la perfección. ¿De dónde obtuvo el agente de datos una información tan detallada?
Procedía de OnStar Smart Driver, una función de General Motors para la “ludificación de la conducción segura” que integra en sus vehículos y en las aplicaciones móviles myChevrolet, myCadillac, myGMC y myBuick. Esta función registra la aceleración y el frenado bruscos, el exceso de velocidad y otros eventos peligrosos, y recompensa la conducción “buena” con premios virtuales.
Además, según algunos propietarios de coches, ni siguiera habían activado la función ellos mismos, sino que el concesionario lo había hecho por ellos. Básicamente, ni las aplicaciones de General Motors ni los términos de uso advertían explícitamente a los usuarios de que los datos de OnStar Smart Driver se compartirían con agentes de datos relacionados con seguros.
Esta falta de transparencia se extendió a la declaración de privacidad en el sitio web de OnStar. Si bien la declaración menciona la posibilidad de compartir los datos recopilados con terceras partes, no se especifica a las aseguradoras concretamente, y el texto está redactado con una gran vaguedad.
Durante la investigación, se descubrió que LexisNexis trabajaba con otros tres fabricantes de automóviles además de General Motors (Kia, Mitsubishi y Subaru), quienes también tienen programas similares de ludificación de la conducción segura con nombres como “Driving Score” o “Driver Feedback”.
Al mismo tiempo, se descubrió que otro agente de datos, Verisk, estaba proporcionando datos telemáticos a las aseguradoras de automóviles. Entre sus clientes del sector de la automoción se incluyen General Motors, Honda, Hyundai y Ford.
Como resultado, a efectos prácticos, muchos conductores se vieron atrapados en una póliza de seguros de automóvil con un coste basado en sus hábitos de conducción. Ese tipo de programas solían ser voluntarios, y ofrecían un descuento básico por participar; e incluso así, la mayoría de los conductores preferían no participar en ellos. Ahora parece que los fabricantes de automóviles están inscribiendo a los clientes no solo sin su consentimiento, sino sin su conocimiento.
Según la información disponible, esto solo les está sucediendo a los conductores de Estados Unidos. Pero lo que empieza en Estados Unidos suele acabar extendiéndose, por lo que pronto podrían aparecer prácticas similares en otras regiones.
Cómo puedes protegerse contra los agentes de datos
Lamentablemente, no existe una fórmula milagrosa que impida que tu coche recopile datos. La mayoría de los vehículos nuevos ya incluyen de serie la recopilación telemática de datos. Y las cifras solo pueden seguir creciendo, por lo que en uno o dos años, estos coches representarán más del 90 % del mercado. Naturalmente, el fabricante de su automóvil no facilitará ni permitirá la desactivación de la telemática.
Si ya eres consciente del hecho de que tu coche recopila datos sobre ti para terceros (o, en otras palabras, para espiarte), lee nuestra publicación con consejos detallados sobre cómo puedes intentar deshacerte de la vigilancia de los fabricantes de automóviles. Aviso de spoiler: no resulta sencillo y requiere un estudio detenido de la documentación, así como sacrificar algunos de los beneficios de los vehículos conectados, por lo que estos consejos no serán adecuados para todo el mundo.
En cuanto al escenario descrito en esta publicación respecto a la venta de los datos de conducción a las aseguradoras, nuestro consejo es que busques en el menú del coche y de la aplicación móvil si hay alguna función de ludificación de la conducción segura y que la desactives. Algunos de los nombres que suelen tener son “Smart Driver”, “Driving Score” o “Driver Feedback”. También se recomienda a los conductores de Estados Unidos que soliciten sus datos a LexisNexis y Verisk para que estén preparados ante posibles sorpresas desagradables, y para que comprueben si es posible eliminar la información que ya se haya recopilado.