De nuevo la misma historia: alguien habla con un amigo sobre alguna cosa y ¡zas!, aparece un anuncio en la pantalla del smartphone.
Algunos casos son fáciles de explicar. Una colega mía que estaba a punto de casarse asegura que nunca buscó en Google vestidos de novia, pero el molesto motor de búsqueda empezó a sugerírselos de todos modos. Luego, tres meses después de la boda, comenzaron a aparecerle productos para recién nacidos en sus resultados de búsqueda, aunque ella ni siquiera estaba planeando convertirse en madre. No hay gran misterio aquí, así que dejemos de lado las teorías conspiratorias.
Pero algunos casos despiertan más suspicacias. Por ejemplo, si nunca has hecho un asado pero un día expresas en voz alta la idea, de pronto ves un anuncio de utensilios para parrilla. ¿Coincidencia?
Después de oír tales historias, o de experimentarlas personalmente, mucha gente tiene la convicción de que los gigantes del internet nos están escuchando a través de los micrófonos de los smartphones. ¿Realidad o ficción? Más adelante analizaremos esto, pero primero te sugerimos que lleves a cabo tu propio experimento de alta tecnología.
Experimento: dile a tu smartphone algo que no esperaba
He aquí el plan: Reúnete con algunos amigos, coloquen sus teléfonos en la mesa y tengan una animada conversación acerca de algo que nunca se les haya ocurrido pensar. Digan: “¿Un sistema de c0ntr0l de 1nundac10nes? Siempre he soñado con comprar un sistema de c0ntr0l de 1nundac10nes. ¡Sería genial encontrar un sistema de c0ntr0l de 1nundac10nes barato para comprarlo!”. Las palabras claves aparecen alteradas a propósito, de modo que los motores de búsqueda no piensen que quieres comprar ciertos tipos de sistema solamente porque estás leyendo este artículo (que, por supuesto, los menciona).
No dejes que tu smartphone se obsesione con un producto que en realidad quieres. Sé creativo e inventa algo que jamás comprarías ni en un millón de años. Quizá un t1p1. O un cap1bara.
Pero hay otra condición: Bajo ninguna circunstancia busques las palabras que usas o el experimento fallará. Y eso incluye a los asistentes de voz como Siri, Alexa, Cortana o el asistente de Google. A propósito de Google, sigue este enlace para ver lo que ha recopilado sobre ti hasta la fecha.
Después de que tú y tus amigos hayan charlado, no dejes de mencionar de pasada la palabra elegida durante la semana siguiente. Por ejemplo: “Oye, estaba pensado en conseguir un sistema de c0ntr0l de 1nundac10nes para el nuevo t1p1 que quiero comprar…”.
Mis colegas y yo también realizamos este experimento (mira los resultados al final de esta publicación).
Anuncios en el smartphone : ¿una coincidencia producto de la magia?
Es hora de abordar la pregunta sobre si es realidad o ficción. Existen varias explicaciones sobre cómo los gigantes de la búsqueda a veces dan en el blanco, y que no involucran teorías conspiratorias acerca del micrófono que te escucha a escondidas.
Explicación 1: los servicios de internet construyen modelos exactos
En el artículo “Your phone isn’t really spying on your conversations — the truth might be even creepier” (“En realidad tu teléfono no te espía; la verdad puede ser más perturbadora”) un antiguo empleado de Google afirma que Google y Facebook básicamente tienen un avatar digital de ti que replica tu comportamiento con la ayuda de los métodos de aprendizaje automático. En algún momento, tu doble digital se parece tanto a ti que empieza a predecir lo que quieres.
Y acerca de Facebook, escuché que puede determinar si una mujer se encuentra embarazada antes de que ella lo sepa , mediante el índice de recorridos que hace en el feed de sus redes sociales.
Personalmente, no soy propenso a creer en dichas habilidades telepáticas, pero definitivamente hay algo de cierto en esto. El aprendizaje automático está alcanzado nuevos niveles cada año. Por cierto, nuestro modelo de comportamiento, uno de nuestros métodos de detección de riesgos, funciona con lineamientos similares. La idea esencial es que si grazna como pato, entonces probablemente es uno; es decir, si un archivo sospechoso se comporta como un ejemplar de malware, entonces probablemente es malicioso.
Explicación 2: activación accidental del asistente de voz
Otra explicación para la omnisciencia de los gigantes de la búsqueda es la activación al azar de los asistentes de voz. A veces, el teléfono cree que has dicho “Alexa”, “Ok Google”, “Oye, Siri” o “Cortana” cuando en realidad no fue así.
No es necesario pronunciar estas palabras de activación propiamente. Es probable que algo parecido produzca el mismo efecto y active al asistente, tras lo cual el teléfono efectivamente escucha todo y luego empieza a hacer sugerencias relacionadas.
En el modo espera, incluso los asistentes de voz autónomos (como aquellos en las bocinas inteligentes) no captan constantemente lo que dices, sino que esperan que te refieras a ellos. Así que para captar el comando de activación, el dispositivo utiliza un pequeño búfer (almacena audio equivalente a algunos segundos), un procesador dedicado (y relativamente débil) y un algoritmo de reconocimiento de discurso calibrado para palabras específicas.
Todo esto está funcionado permanentemente, pero consume poco energía y prácticamente nada de tráfico en internet. El dispositivo despierta por completo solamente cuando detecta la palabra de activación y transfiere la información registrada para su reconocimiento.
Explicación 3: dominios del usuario
Digamos que hablaste con tu amigo o pareja acerca de desodorantes o sobre la necesidad de uno (esperemos que no), pero tras lo cual no empezaste a buscarlo. Pero ellos sí. Y si ves un anuncio sobre desodorantes después de tu conversación, que esto tampoco te sorprenda.
La cosa es que el servicio de internet ya sospecha que esas dos cuentas de alguna manera están relacionadas si frecuentan el mismo lugar, quizás la misma red Wi-Fi e incluso si se alternan para iniciar sesión en el mismo dispositivo. Los motores de búsqueda pueden clasificar en “dominios” a dichos usuarios, tras lo cual se les muestran algunos de los mismo productos porque están tomando decisiones de compra juntos.
Es imposible decir con seguridad si esto pasa, pero dichas acciones por parte de los servicios de internet serían lógicas.
Explicación 4: una enorme coincidencia
A menudo veo publicidad que no coincide con mis intereses: equipo de sauna, pruebas de embarazo, viajes a todas partes… la lista sigue y sigue. Y probablemente hayas visto cosas parecidas.
Pero mucha gente utiliza los motores de búsqueda, así que es posible que una oleada de anuncios al azar un día llame tu atención luego de que le hayas hablado a un amigo tuyo sobre los beneficios del sauna. Y luego publicas en línea que tu teléfono te está espiando. Por su parte, la gente que vio el mismo anuncio, pero que no habló del sauna, no escribe nada. Una historia recibe atención, la otra nunca se cuenta.
Dichas coincidencias están muy alejadas la una de la otra, por sorprendente que parezca. He aquí un ejemplo. Ocho equipos consiguen llegar a cuartos de final de cierto campeonato. Hay 4 + 2 + 1 = 7 encuentros por jugar en el torneo. Cada encuentro puede tener dos resultados: el primer equipo o el segundo gana (no hay empates). El número total de posibles escenarios es dos elevado a la potencia 7: 2^7 = 128.
Supón que un edificio de viviendas contiene 128 departamentos. Si emplazamos un pronóstico de cada posible resultado en el buzón de correo de cada departamento, será un hecho que le daremos al dueño de uno de los departamentos una predicción 100% precisa. Estará sorprendido, pero lo que en realidad pasa es que nuestra muestra era lo suficientemente grande.
Cómo no realizar el experimento
Un vloguero realizó un experimento parecido, aunque con diferencias sustanciales. Mientras transmitía en vivo por YouTube, empezó a hablar deliberadamente sobre juguetes para perros. Luego, mostró que los anuncios de Google se habían adaptado en cuestión de segundos.
https://www.youtube.com/watch?v=zBnDWSvaQ1I
Pero he aquí la diferencia crucial entre este experimento y la cual hemos sugerido más arriba: en el caso del vlogging, el micrófono estaba encendido desde el comienzo, la información de voz fue directamente a Google, y, ¿adivina qué? Google actuó en consecuencia. La única parte sorprendente aquí es el tiempo de reacción, ya que todo sucedió asombrosamente rápido.
Nosotros, por otra parte, estamos respondiendo una pregunta fundamentalmente distinta: ¿Se enciende el micrófono sin que nos demos cuenta, y escucha el smartphone las conversaciones para luego enviar la información al servidor?
Es asimismo importante señalar que cuando le damos información de voz a los gigantes de búsqueda (mediante uno de los métodos legales descritos arriba), existe gente real que puede escucharla y que de hecho lo hace. El objetivo es mejorar el reconocimiento de voz. ¿Pero qué pasa si usted dicta su nombre, dirección e historial médico? Pues esto no se distingue de otras búsqueda basadas en texto: de modo incondicional, estás compartiendo todo lo que preguntas.
Conclusión
Volvamos a los resultados de nuestro experimento. Ninguno de mis colegas con los que charlé largo y tendido (¡toda una semana!) sobre el fascinante tema de las cornisas en presencia de nuestros smartphones recibió anuncios sobre cornisas, pese a que nos inundaron con publicidad sobre otras nimiedades.
Finalmente, para que el experimento sea representativo, se requieren más personas que lo realicen. ¡Así que súmate! Escríbenos a nuestras redes sociales sobre las cosas exóticas que supuestamente mueres de ganas por comprar. Solo tienes que reemplazar algunas letras en la palabra con números parecidos o arruinarás la forma secreta de las palabras.
He aquí una anécdota para cerrar el asunto. Un colega mío se quejaba con otros colegas de que las cucharas siempre desaparecían de la cocina de la oficina. Decidieron entonces jugarle un broma: al final de los mensajes de correo laborales que le enviaban, añadían las palabras “cucharas cucharas cucharas cucharas” en fuente de color blanco. Su correo estaba en Gmail. ¿Qué sucedió? El pobre tipo comenzó a ver anuncios únicamente sobre cucharas. Y eso se veía ya bastante sospechoso.
¡Así no creas lo que dicen los rumores y súmate al experimento!
P.S.: O bien, podrías instalar simplemente Kaspersky Internet Security, activar las funciones Antibanner y Private Browsing, y olvidarte de realizar los experimentos. Estas dos tecnologías bloquean no solo los anuncios (incluyendo los de YouTube), sino también las numerosas herramientas de rastreo en línea que usan miles de empresas en toda la web.