El dilema de las contraseñas: ¿simples e inseguras, o seguras pero fáciles de olvidar?

Las contraseñas simples se pueden hackear sin complicaciones, las complejas cuesta recordarlas. Usar una única contraseña para todas las cuentas no es seguro. Entonces, ¿qué hacemos?

Ya sea para hacer unas compras online o pagar unas facturas, sin olvidar las redes sociales, nuestras vidas modernas requieren cuentas, docenas de ellas. Cada servicio te pide un nombre de usuario y una contraseña y siempre nos planteamos la misma pregunta: ¿qué debería usar? Y cada uno tiene su propia solución para ello.

El dilema de la contraseña

La mayoría sabemos que las contraseñas son la primera línea de defensa contra los ciberdelincuentes. Y ya hemos hablado varias veces sobre la importancia de la seguridad de las contraseñas y, para ello, deben de ser largas e incluir caracteres especiales, números, mayúsculas y minúsculas. Además, cada cuenta requiere una contraseña diferente.

Sin embargo, mientras más segura es una contraseña, más rápido la olvidas. Y, como ya sabrás, esto puede ocasionar problemas. Para evitar molestias, muchos optan por crear una contraseña para todos los sitios o usar su propio nombre y fecha de cumpleaños, lo que convierte sus datos en una presa fácil.

Kaspersky Lab ha llevado a cabo un estudio para averiguar qué estrategia es más común entre los usuarios y por qué a la hora de crear una contraseña.

Tan segura que ni siquiera puedo iniciar sesión

Está claro que las contraseñas únicas y complejas son buenas. Su uso más común es en las cuentas de bancos (63%), algunos sistemas de pago (42%) y tiendas online (41%). Pero como ya hemos comentado, es muy difícil acordarse de estas contraseñas y a nadie le gustaría no poder acceder a la cuenta del banco.

Por lo tanto, podría parecer lógico anotar estas contraseñas para no olvidarlas. Sin embargo, la mayoría de los encuestados no guardan estas anotaciones en un lugar seguro. Ni la contraseña más segura del mundo te protegerá si el atacante la encuentra escrita en algún lugar. No hay ningún sitio seguro para guardar contraseñas, a menos que estén todas cifradas. Pero tendrías que recordar la clave de cifrado…

Débil y fácil de memorizar

Con la intención de evitar el temido mensaje de “contraseña incorrecta”, muchos usuarios eligen la comodidad frente a la seguridad. Para evitar tener que memorizar muchas contraseñas, aproximadamente el 10% de los usuarios escogen la misma para todos los sitios, invitando así a los ciberdelincuentes a hackear no solo una cuenta, sino todas con una sola contraseña.

Los ciberdelincuentes reciben la invitación con los brazos abiertos. En el último año, el 17% de los entrevistados afirma que sufrieron un intento de hackeo al menos en una de sus cuentas. Los objetivos más populares fueron las cuentas de correo electrónico (el 41% de los casos), redes sociales (37%) y las tiendas y bancos online (18% cada uno).

No te desesperes todavía

En lugar de intentar encontrar un punto medio entre la comodidad y la seguridad, puedes matar dos pájaros de un tiro instalando Kaspersky Password Manager, que almacena la información de tus cuentas en un lugar seguro. Solo tienes que recordar una contraseña maestra y el servicio se encarga del resto. Además, puede generar contraseñas seguras muy complejas e introducirlas por ti si lo solicitas.

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