¿Qué es exactamente lo que hace un delincuente? Bueno, sin entrar en el meollo de la cuestión de lo que no constituye o no un delito virtual, ¿qué tal si simplemente damos respuesta a la pregunta: “¿Qué hace que un criminal” Tú sabes, el típico criminal condenado a la cárcel. Rompió una ley, eso es un crimen, y debe hacerse cargo. Incluso Dostoyevsky escribió sobre el tema. Pero es una apuesta segura que los ciberdelincuentes no leen Dostoyevsky, por no mencionar el hecho de que probablemente no tienen idea que existe una comunidad de expertos que ayuda a la policía a investigar delitos informáticos. Es por eso que los arrestos y las consecuencias reales suelen ser una gran sorpresa para los piratas – que están seguros de que sus delitos no son graves y que nunca los atraparán.
Un grupo de hackers formados por al menos 17 personas participaron en la Western Express, un grupo que dedicado a robar números de tarjetas de crédito. El nombre de “Western Express” lo inventó la policía, ya que los estafadores utilizaban la red internacional de Western American Express para sus transacciones. La fiscalía de Manhattan informó que los hackers habían tomado el control de más de 95.000 números de tarjetas de crédito, que posteriormente vendían. El daño que han causado se valuó aproximadamente en $5 millones. En la actualidad, 11 miembros del grupo han sido condenados.
El grupo Western Express incluye ciudadanos de diferentes países, entre ellos los rusos, ucranianos y moldavos. La sentencia más severa (hasta 40 años) fue para el famoso hacker ucraniano Yegor Shevelov, más conocido como Eskslubur o Esk, que fue acusado de vender 75.000 números de tarjetas de crédito. Los servicios especiales también detuvieron al administrador del foro DumpsMarket, donde se vendían los datos financieros. Sin embargo, al mismo tiempo, se le dieron altas penas a los fundadores del sistema de pago electrónico WEI, Vadim Vasilenko y a su esposa Elena Barysheva, que facilitaban el blanqueo de dinero. Más tarde confesaron todo.
Duro de Matar
Pero no todo el mundo está dispuesto a admitir sus fechorías. Un ciudadano ruso en particular, llamado Smilanets Dmitri, se niega a confesar su participación en un caso que ya está más o menos cerrado. A pesar de que su participación ha sido medianamente demostrada, la evidencia está ahí, en 160 millones de tarjetas de crédito comprometidas, espacios virtuales que relacionan a sus víctimas con él y sus compañeros, y por lo menos $ 300 millones que se le reclaman en los juicios. Pero él dice que es sólo es el propietario del centro de deportes Moscú Fife, y no cualquier tipo de ladrón. Sin embargo, la policía tiene razones para creer lo contrario. Además, ya se ha probado la culpabilidad de varios compinches de Dmitri. Pero tendremos que esperar y ver cómo termina todo.
Ultrasecreto
Reynaldo Rivera se enfrenta a cargos por revelar información personal en los EE.UU. Fue condenado a cárcel por su participación en el grupo de hackers de la red de Sony Pictures Entertainment. En 2011, Rivera fue miembro del grupo Lulzsec, que penetró en los servidores y robó datos personales y registros de cientos de miles de participantes en concursos celebrados por Sony. Lulzsec luego puso todos esos datos a disposición del público. A pesar de que no hubo ningún problema financiero, la divulgación de este tipo de datos personales está prohibido por la ley. Además de un año de cárcel, también deberá pagar una multa de 605.000 dólares.
Ataque frustrado
En Rusia, el Tribunal de Moscú Tushinsky condenó a Pavel Vrublevsky a 2,5 años de prisión. Era un accionista del sistema de pago electrónico Chronopay. De acuerdo a la investigación, Vrublevsky ordenó ataques DDoS contra un sistema de pago electrónico con el cual compite, Aeroflot & Assist, en 2010, con la esperanza de que terminar con ellos. Este caso es particularmente notable ya que es el primer caso en la legislación rusa en el que una sentencia real se ha dado tanto a los organizadores como a los ejecutores de un ataque DDoS.
¡Nada que ver conmigo!
Denis Chalovsky, un ciudadano de Letonia, está en una situación incómoda. Su destino ahora está en manos de los sistemas de justicia de Europa y América. Los EE.UU. creen que Denis es un criminal importante- según sus datos, Chalovsky trabajó con el ciudadano ruso Nikita Kuzmin y el rumano Mikhai Paunesku para crear y difundir el virus Gozi, que ha infectado a más de un millón de ordenadores en todo el mundo. El virus fue utilizado por el grupo para introducirse en decenas de miles de cuentas bancarias y generaar daños valuados en decenas de millones de dólares. Las víctimas del virus Gozi incluyen 160 ordenadores de la NASA. En total, los cargos contra Denis se suman a 67 años de prisión. Sin embargo, hay otra cara de la historia. Aunque Denis niega los cargos, hay testigos de su parte que acreditan que no ha sido capaz de crear este tipo de troyano, ya que él sólo sabe cómo reparar computadoras, pero está lejos de ser un programador capaz de semejante osadía. Este caso se complica cuando se trata de la cuestión de la extradición de Denis a las autoridades estadounidenses, que no tienen pruebas directas de la culpabilidad de Chalovsky. En su defensa, Denis cuenta con el respaldo de las organizaciones europeas de derechos civiles, que hablan en contra de sus cargos. Y esto nos da que pensar…
Interpol: llamado de Shanghai
Por primera vez en la historia, la policía de Shanghai colaboró con Interpol para capturar al líder de un grupo que ha robado casi 30 millones de yuanes ($ 4,9 millones) a los ciudadanos. Más de dos mil usuarios chinos fueron víctimas de un grupo de cinco piratas escondidos en Tailandia. Todos fueron capturados, a excepción de un tal Sr. Van, líder del grupo, que se encuentra todavía en la clandestinidad. Los informes dicen que el Sr. Van ya ha cumplido el plazo estándar de 14 meses de posible entrega que se les da a los piratas informáticos. En 2009, una subasta de autos fue cancelada porque él enfrentaba cargos criminales. Los cumplió, pero poco más de un año después, el Sr. Van, obviamente, no mejoró en la cárcel. Por el contrario, fue el cabecilla del grupo en cuestión, daba planes e instrucciones a sus subordinados. Como no era capaz de llevar a cabo por él mismo sus trucos, ganaba indirectamente dinero a través de una configuración inteligente y compleja.