“Quien aumenta su conocimiento, aumenta su dolor”. Hoy en día, con toda la tecnología que tenemos al alcance de nuestras manos y los bajos costos en dispositivos de almacenamiento, esta famosa cita de la Eclesiastés se vuelve realidad. La ingente cantidad de datos que manejamos y guardamos en nuestros dispositivos y, el riesgos que esto conlleva, puede provocarnos dolor. Mucho dolor.
Hace quince años parecía imposible llenar un disco rígido de 20 gigabytes (que, por cierto, esos discos eran realmente caros). no sólo eso: toda nuestra música, fotos y videos podían ser guardados en unos cuantos CDs de 650 mb. Pero hoy nada nos conforma, ni siquiera los cientos de gigas que tenemos disponibles en nuestras PCs, smartphones y tablets. Y nos vemos obligados a comprar discos externos y espacio de almacenamiento en la nube para poder acumular cada vez más datos. Por supuesto, tener la posibilidad de almacenar tantas cosas como queramos es algo atractivo en cierto modo, pero ¿Acaso no nos trae esto más problemas que soluciones?
Demasiado para almacenar
El primer y principal problema que nos encontramos es el almacenamiento en sí mismo. El acceso a Internet y los bajos costos en dispositivos de almacenamiento nos transformaron en acumuladores de todo lo que consideramos importante: películas, música, fotos, juegos, programas. Pero un día, cuando nuestro disco rígido comienza a fallar, nos preguntamos: ¿Cómo puedo salvar todo lo que tengo guardado? Hacer un backup es la respuesta más obvia (y, en realidad, la única), pero esto puede tomar mucho tiempo, especialmente si tienes muchos archivos pequeños (y seguro que los tienes). Además, nadie puede asegurarte que tu disco duro de repuesto no fallará. Si bien, siempre está la alternativa de hacer un RAID, ésta te costará una fortuna.
Por otra parte, existe un método de almacenamiento alternativo altamente confiable: la Nube. Suena como una solución perfecta. La verdad es que lo es, pero sólo si eres lo suficientemente acaudalado como para costearla o no tienes muchas cosas para almacenar. El servicio de DropBox te brinda 2GB de espacio libre gratuito. Casi nada. Si quieres más, tendrás que pagar. Por un espacio de 500GB tendrás que desembolsar nada menos que $600 y esto es sólo por un año. Claro, puedes usar multiples cuentas para aprovechar varios gigabytes gratuitos. Pero esto no es tan conveniente como puede sonar.
Demasiada información para transferir
El segundo gran problema es el volumen de la información. Si tienes un iPhone o una Mac puedes tranferir datos rápidamente con las herramientas predetermiandas que trae el sistema de Apple. Pero la tarea se torna insoportablemente dificultosa cuando quieres transferir archivos desde una PC con Windows XP a una con W8. La manera más rápida de hacer esto es por medio de una conexión peer-to-peer. Pero esto no resuelve un problema que nos enfrentamos muchas veces: todos los archivos están en alguna parte de nuestro disco rígido, pero nunca sabemos dónde. Si puedes decir dónde está cada uno de tus archivos, o eres un prodigio o eres un obsesivo del orden. Para el resto de los mortales, la tarea de transferir todos los archivos importantes de una máquina a la otra puede llevar horas o, incluso, días.
Primero tú posees la información y luego ella te posee a ti. #Seguridad #Consejos
Demasiado que perder
Como sabes, cuantas más cosas tienes, menos te interesan. Lo mismo ocurre con los datos. Recopilamos todas las películas y la música que nos gusta, llenamos carpetas con imágenes y documentos, juegos y herramientas. Creemos que si todos esos archivos están dentro de nuestro dispositivo, están a salvo.
No lo están. Como dije antes, ningún disco rígido está exento de la posibilidad de fallar. Lo mismo ocurre con nuestros archivos virtuales. A veces se dañan o los borramos por error. Y no nos olvidemos de nuestros viejos amigos los cryptolockers y los wipers, que son capaces de destruir toda nuestra información en cuestión de segundos. Entonces, mientras que perder un par de fotos divertidas o un disco de Justin Bieber no le hace mal a nadie, si lo que perdemos es nuestra información más preciada, sería un total desastre.
¿Qué se puede hacer?
Nuestro último recurso podría ser deshacernos de todo. Ya sabes cómo es: primero tú posees la información y luego ella te posee a ti. Sin embargo, esto no es tan fácil como parece, por lo que mejor nos enfocamos en consejos más realistas y prácticos.
Primero, ordena. Es mucho más fácil poner las cosas en orden cuando recién las guardas. Si el desorden ya está establecido, lo mejor es que te pongas a limpiar y ordenar tus archivos desde ahora. Sí, esto llevará tiempo y requerirá de mucha paciencia, pero te lo agradecerás a ti mismo en el futuro.
Segundo, deshazte de los archivos inútiles. Luego de cierto tiempo, tu sistema puede llenarse de cientos de archivos que no utilizas o que, incluso, no sabes de su existencia. Es una buena idea utilizar programas especiales que encuentran archivos duplicados y otros datos inútiles que ocupan espacio en vano. El resto del borrado puedes hacerlo con tus propias manos. Una buena forma es ordenar los archivos por tamaño o por su última fecha de utilización. Te sorprenderás al que esta pequeña tarea puede liberarte 10 o 20 gigabytes.
Tercero, no almacenes todo localmente. El hábito de descargar cada pieza de contenido desde internet a tu PC estaba bien hace 10 o 15 años. Ahora, con los bajos costos de la Internet de alta velocidad, ya no es necesario hacer esto. Puedes ver tu show televisivo favorito o escuchar un disco entero de la banda que te gusta desde Internet. Si me preguntan a mí, no recuerdo cuándo fue la última vez que escuche música desde mi PC. De todas formas, si quieres descargar y ver películas offline, tampoco te llevará mucho tiempo.
Cuarto, divide tu información y protégela según corresponda. Luego de limpiar tus dispositivos, es buena idea dividir tus archivos en niveles: trabajo, casa, privado, etc. Obviamente, cuanto más importante sea el nivel, más protección requerirá. Los archivos más importantes deberían ser guardados localmente. Si es un dispositivo sin conexión a Internet, mejor. También es una buena idea hacer una copia de estos archivos en un DVD. Los archivos del trabajo, si no contienen informaciones tentadoras para los criminales, pueden ser almacenados en la Nube. Esto te brindará la posibilidad de acceder a ellos desde cualquier lugar en donde te encuentres. Los archivos más pesados pueden ser guardados en donde quieras, pero lo más recomendable es que los guardes en un disco externo, que suelen ser baratos y te evitan gastar el espacio de tu disco interno.
Por supuesto, todo lo que te proponemos requiere de un trabajo duro y mucha paciencia. Pero créeme cuando te digo que vale la pena hacerlo. Algún día, cuando tengas que transferir todos tus archivos a una máquina nueva, te darás cuenta de lo valioso que fue ese tiempo invertido.
Traducido por: Guillermo Vidal Quinteiro