Las agencias de publicidad hacen una práctica generalizada, persistente y polémica en Internet, que consta del seguimiento del comportamiento online de los usuarios. Su idea es instalar ciertas informaciones en el navegador del usuario, conocidas como “cookies”. Las últimas investigaciones de la Universidad de Stanford dieron a conocer que los acelerómetros de nuestros smartphones producen mediciones particulares que estas firmas podrían rastrear y explotar de forma fiable y precisa, un dilema algo problemático para aquellos que abogan por la privacidad online.
Un acelerómetro es una pieza de hardware que mide el grado de aceleración del equipo. En pocas palabras, al menos para un smartphone, el acelerómetro es una pieza del equipo que permite la orientación y los juegos online.
Según el artículo de SFGate, los investigadores del laboratorio de seguridad del Departemento de Ciencias Informáticas de la Universidad de Stanford se dieron cuenta de que los acelerómetros son sutilmente defectuosos debido a ciertos desperfectos que ya vienen de fábrica. Por supuesto, como la mayoría de los productos, la forma de generar acelerómetros es en gran medida automatizada y bastante precisa, pero tampoco es 100% exacta.
En teoría, según esta investigación, un acelerómetro debe tomar el peso de la gravedad del teléfono sobre una superficie plana y cuantificar esa medida como positiva cuando el teléfono está en posición vertical, y en negativo cuando la pantalla está hacia abajo. Estas medidas se acercan pero no son exactas. Con suerte, ya que estas imperfecciones son de fábrica, los investigadores intentarán probar que la producción de cada acelerómetro es sutilmente diferente de otro.
Por si no te has dado cuenta aún, esto puede significar que medir las diferencias de producción entre los distintos acelerómetros es una forma confiable de identificar un dispositivo en particular y, a su vez, al dueño que, generalmente, es quien lo utiliza.
Por lo general, cuando leo sobre una característica de identificación única, pienso cómo aplicarla a los dispositivos o a la autenticación en línea -como en las medidas biométricas humanas- para que funcionen mejor y puedan brindar más seguridad que las contraseñas, que son imperfectas y casi universales.
De hecho, el año pasado, otro grupo de investigadores encontró que los procesadores gráficos aparentemente idénticos actúan de formas distintas, infalsificables. Uno de estos investigadores desarrolló, mientras trabajaba en un proyecto de “funciones no-clonables en los componentes de una PC estándar”, que éste es capaz de discernir estas finas diferencias. De todas formas, la magnitud de estas distinciones es tan mínima que el equipo de producción es incapaz de manipularlas o hacer réplicas. Así, estas mínimas diferencias de fabricación pueden ser la clave para distinguir de forma fiable cada uno de los procesadores.
No está completamente claro cómo o por qué los investigadores de Stanford creen que los publicistas algún día usarán esta medida para hacer un seguimiento de los movimientos online de los consumidores, pero ya nos enteraremos cuando la universidad publique los resultados de la investigación completa.
Puedes chequear si el acelerómetro de tu teléfono es identificable ejecutándolo a través del sitio de Stanford, basado en la implementación de una prueba de concepto (o PoC en inglés).