Existen riesgos que todos enfrentamos en línea. Estos incluyen malware, phishing y correo basura. Pero hay una dimensión adicional a considerar cuando se trata de niños. Tienen un menor conocimiento acerca del mundo-, por lo que suelen ser menos cautelosos a la hora de compartir información o responder mensajes fraudulentos o haciendo clic en los enlaces de las páginas web.
También hay peligros específicos que los niños enfrentan. Estos incluyen, obviamente, contenidos no deseados, como la pornografía, la violencia y las drogas, pero también sitios que pueden incluir el daño a sí mismos o incluso el suicidio. Lamentablemente, el material inadecuado puede estar tan sólo a unos clics de distancia: contenido objetable puede mostrarse junto a elementos de búsqueda inocuos como ‘Peppa Pig’, ‘Dora la Exploradora’, ‘El Bombero Sam’ u otros artículos que estamos contentos de que nuestros hijos vean.
Los niños también pueden estar expuestos a banners en las páginas que visitan. Puedes preguntarte por qué los estafadores esperan ganar dinero mediante la entrega de estos anuncios a los niños. Pero muchos de los niños utilizan las tarjetas de crédito de sus padres y esto les hace un blanco perfecto, ya que pagan online por los bienes como juegos de computadora, libros, películas y compras dentro de aplicaciones de ciertos juegos en laptops, tablets y smartphones.
Ocultar nada, compartirlo todo
Hay otro aspecto de la seguridad en línea también. Nuestros niños están creciendo en una cultura de “compartir todo”. Las redes sociales les permiten tratar a la web como la mesa de la cocina de la familia – y así lo hacen. Ellos publican información acerca de dónde están, con quién están, qué están haciendo – con fotografías para ilustrar sus relatos. Pero mientras el tablón de anuncios de la cocina es accesible sólo a los amigos y la familia, lo que está publicado en una red social puede ser compartido con todo el mundo. La información personal podría ser utilizada por un depredador en línea a través del perfil de un niño o adolescente, para conseguir su confianza y luego tratar de concertar una cita con ellos en el mundo real. Las imágenes compartidas pueden ser utilizadas por sus compañeros para intimidar o coaccionarlos. Los adultos son más propensos a ver el problema inherente a la cultura del “compartir todo”, pero los niños no lo hacen – hasta que algo sale mal.
Brecha Generacional Tecnológica
Por desgracia, nos enfrentamos a una brecha generacional en la tecnología. Los padres conocen el mundo-, pero no la tecnología que éste genera. No se imaginan lo que es posible con la tecnología actual. Los niños no tienen problemas en manejar la tecnología, pero son a menudo alegremente inconscientes de los peligros potenciales de la misma.
Monitor y mentor
Es por eso que es tan importante que los padres se involucren en las actividades online de sus hijos desde una edad muy temprana, para funcionar como “mentores” de sus hijos y ayudar a dar forma y comunicar sus experiencias en línea. Por supuesto, los mensajes de seguridad en línea deben adaptarse a la edad del niño. No podemos esperar que un niño entienda las complejidades de las amenazas en línea. Pero tienen que saber que hay buenos y malos en línea – al igual que, cuando un niño tiene edad suficiente para caminar por la ciudad con nosotros, le hablamos de la seguridad vial y de la importancia de mantenerse cerca nuestra. También es importante explicar el equivalente a la seguridad en línea como en los cruces de carretera – lo mismo pero con el software de seguridad de Internet para bloquear un código malicioso, proteger las cosas con una contraseña, informalos acerca del peligro de la divulgación de información personal, y así sucesivamente. Estos mensajes deben ser reforzados y desarrollados a medida que el niño crece. Si se tratan desde una edad temprana, es menos probable que las medidas de seguridad funcionen como un estorbo.
Aquí está nuestra lista de los mejores consejos para mantener a sus hijos seguros en línea.
- Hable con ellos acerca de los potenciales peligros.
- Participe en las actividades de sus hijos en línea desde una edad temprana como “mentor”.
- Anímalos a hablar contigo acerca de su experiencia en línea y, en particular, por cualquier cosa que les haga sentir incómodos o amenazados.
- La cultura de “compartir todo” es un fenómeno generalizado. Los niños son menos propensos a reconocer instintivamente los peligros inherentes al compartir en demasía, por lo que es importante precisar los posibles problemas.
- Establecer reglas básicas claras sobre lo que pueden y no pueden hacer en línea y explicar por qué.
- Utiliza software de control parental para establecer el marco de referencia entre lo que es aceptable, la cantidad de tiempo (y cuando) para estar en línea, qué contenido debe ser bloqueado o actividades (salas de chat, foros, etc.). Los filtros de control parental se pueden configurar para diferentes perfiles de ordenador, lo que permite personalizar los filtros según diferentes niños.
- Anima a tus hijos a mantenerse vigilantes sobre su configuración de privacidad y en los sitios de medios sociales para que los mensajes sean sólo visibles para ciertos amigos y familiares.
- El conocimiento del mundo en general vs. La tecnología inteligente: si bien pueden ser más conscientes de los peligros potenciales de la Internet, lo más probable es que tus hijos no sepan tantas cosas fuera de éste ambiente. Lo mejor es fomentar el intercambio de información a fin de que ambos puedan aprender unos de otros.
- Proteje tu equipo utilizando un software de seguridad.
- No olvides tu smartphone, son equipos sofisticados, no sólo teléfonos. La mayoría de los smartphones vienen con controles para padres y proveedores de software de seguridad que pueden ofrecer aplicaciones para filtrar contenido inapropiado, mensajes molestos, etc.