Por si aún no te has enterado, tres días antes de que Jay Z lance su más reciente álbum “Carta Magna…Santo Grial”, en Julio, los usuarios de aparatos Samsung Galaxy podían descargarlo con una aplicación especial. El acuerdo de promoción generó gran impacto cuando fue anunciado por sus propósitos de marketing, sugiriendo que éste podría ser el próximo modelo a seguir para cada lanzamiento en el futuro.
Luego vinieron los problemas: Primero, muchos de los 20 millones de usuarios que descargaron la aplicación tuvieron problemas para acceder al álbum, por lo cual Jay Z asumió varias demandas, lo cual generó una crisis en el sistema. Pero luego vino algo peor, cuando el Centro de Información sobre Privacidad Electrónica (EPIC en inglés), presentó una queja contra Samsung en la Comisión Federal de Comercio (FTC en inglés), alegando que la aplicación abusó de la privacidad del usuario accediendo a una gran cantidad de su información que no tenía que ver con el álbum en sí. Esa data incluyó ubicación geográfica, contactos personales y redes sociales, ya que para acceder a la aplicación, los usuarios se veían forzados a registrarse primero en Facebook o Twitter, y hasta postear alertas cuando desbloqueaban las letras de las canciones.
Samsung , por supuesto, respondió a la queja de EPIC con un declaración que reza: “los permisos están línea con otros permisos estándar para otras aplicaciones. Samsung no utiliza de forma inapropiada la información de los usuarios en el proceso de descarga”. Así es como habla una compañía cuando quiere justificarse con el típico “Sólo hacemos lo que todos hacen”.
En este punto Samsung tiene razón: Muchas aplicaciones colectan información similar de los usuarios, especialmente información privada, que los usuarios ni sospechan. Esto es porque la mayor parte de los usuarios no leen detenidamente los términos y condiciones de los acuerdos al descargar las aplicaciones. Éstas recopilan data de sus dispositivos y luego la utilizan para marketing, spam o propósitos malvados, según la legitimidad de la app. Las apps peligrosas son mucho más comunes en los dispositivos Android, ya que está plataforma es más abierta que iOS. Quizás la aplicación del álbum de Jay Z va puede caber en esta misma bolsa.
La manera más segura para los usuario de saber que información permiten sus aplicaciones es leer los acuerdos de confidencialidad y ver que permisos se conceden, así como hizo el rapero Killer Mike cuando se negó a descargar la aplicación Carta Magna, twitteando “No, estoy bien” junto con una toma de pantalla de la solicitud de permisos de aplicaciones.