Campañas de caridad en Internet: Identificando estafadores

Los estafadores se aprovechan de la amabilidad de las personas. Te contamos cómo diferenciarlos de los necesitados.

Campañas de caridad en Internet: Identificando estafadores

Facebook ha estado viviendo una oleada de campañas falsas de recaudación de fondos. La estrategia resulta familiar: los atacantes crean grupos en la plataforma desde cero a los que añaden un par de publicaciones. Allí facilitan información para recibir transferencias bancarias con comentarios que apelan a las emociones.

Los grupos suelen seguir un patrón. El nombre del grupo contiene una petición de ayuda y las publicaciones muestran historias emocionales, normalmente sobre niños con enfermedades terminales cuyo sufrimiento se refleja en las imágenes y videos que se publican en la página.

Algunas de las publicaciones son prácticamente idénticas a las de otros grupos fraudulentos. Lo único que cambia en cada grupo es el nombre de los niños, su diagnóstico y el nombre del hospital en el que reciben el tratamiento. A menudo, la información de contacto y los datos para la transferencia bancaria coinciden en varios grupos, por tanto, este es el indicativo más fiable de que se trata de un caso de estafa.

Todos los meses aparecen nuevos grupos con esta estafa y aunque denuncias en la plataforma consiguen cerrarlos rápidamente, algunos usuarios caen y transfieren dinero a los estafadores.

Ejemplo de grupos de caridad falsos en Facebook.

¿Cómo puedes diferenciar las estafas de personas reales en dificultad o de las fundaciones de caridad?

Evidentemente, también existen personas reales en dificultad en los grupos de Facebook que intentan recaudar fondos. Por tanto, no tienes por qué ignorar todas las solicitudes de ayuda que veas por Internet. A continuación te compartimos una guía para que la tengas en cuenta para establecer si se trata de una campaña de recaudación de fondos auténtica.

La antigüedad del grupo y su contenido

Si un grupo solo tiene un par de semanas y contiene solo tres publicaciones, pero miles de visualizaciones y compartidos, es muy probable que lo dirijan estafadores y timadores. Para que una comunidad real se desarrolle se necesita tiempo, además, los organizadores de estos grupos suelen ofrecer mucha más información.

Presión para que sientas pena

Los estafadores utilizan videos impactantes, fotografías de mala calidad, discursos emotivos y muchos puntos de exclamación y textos en mayúsculas, de esta forma intentan que actúes de forma espontánea sin pensar seriamente en la autenticidad de la historia.

Las organizaciones auténticas no suelen recurrir a este tipo de medidas ya que es más importante para ellos desarrollar relaciones de confianza con donantes y continuar ayudando a aquellos que lo necesitan en el futuro. Por tanto, las historias de sus pacientes se cuentan en lenguaje neutro, sin llegar a ser demasiado emocionales y ofreciendo descripciones detalladas sobre el funcionamiento de tratamientos y la inversión del dinero que reciben.

Por el contrario, los estafadores buscan recaudar el máximo posible de dinero antes de que cierren su grupo, por lo que recurren a la presión emocional.

Por ejemplo, los estafadores suelen afirmar que “casi han llegado” al objetivo de la recaudación, a pesar de la poca antigüedad de la comunidad. A su vez, también comentan el deber pagar una “factura urgente” y que, por tanto, necesitan tu dinero de inmediato. Con las prisas es menos probable que compruebes la autenticidad de la campaña, por tanto, si dicen que necesitaban las donaciones “ayer”, puedes comenzar a sospechar.

Cualquier madre desesperada por la enfermedad de su hijo puede escribir una publicación emotiva solicitando ayuda, pero es muy poco probable que le añada discursos que causen lástima. Es decir, es más probable que hable de los detalles de la enfermedad y que cuente qué se está haciendo para enfrentarla. Por tanto, presta atención a todos los factores en conjunto, no solo al estilo de la presentación.

Sin documentación o con información confusa

En términos generales, los grupos de estafadores no ofrecen informes médicos ni cualquier otro tipo de historiales médicos, pero en caso de que sean comapartidos, deberías leerlos detenidamente y asegurarte de que la información coincide con lo que solicitan.

Por ejemplo, en un grupo que ha estado recopilando dinero para el tratamiento de una niña con una enfermedad cardiaca, los organizadores publicaron imágenes de informes médicos que afirmaban que la niña tenía síndrome de Down. Ella podría sufrir las dos enfermedades, pero el hecho de publicar información irrelevante que solo confunde a los usuarios es un signo claro de que ese grupo no es de fiar.

La respuesta a tus dudas

Es habitual que los usuarios soliciten más información a los organizadores del grupo. Por ejemplo: actualizaciones sobre el estado del niño, información sobre su enfermedad y cuidados, e incluso, los nombres de los médicos y enfermeros. En estos grupos, los estafadores eliminarán rápidamente los comentarios y bloquearán a los usuarios que los publicaron.

Sitios web de fundaciones

A veces se publican enlaces en estos grupos que dirigen a la página web de una supuesta organización de caridad. Así es cómo los estafadores intentan aumentar el nivel de confianza en su página y demostrar que no solo están en Facebook. Si decides acceder a este tipo de webs, te aconsejamos que no introduzcas ningún tipo de información, al menos no sin haber analizado el sitio primero.

Empieza por comprobar la fecha de la última actualización del sitio web y la posible existencia de informes de ingresos y gastos. Las fundaciones de caridad están obligadas a publicar esta información. Si un sitio web solicita donativos pero no informa sobre cómo lo gasta la organización, entonces no es de confianza.

Piensa bien y ayuda a los demás

Ayudar a los demás es algo maravilloso. No obstante, al igual que con otras cosas en la vida, puedes ayudar a los demás evitando actuar de forma impulsiva y pensando bien las cosas.

Para garantizar que se le de un buen uso a tu dinero y que no acabe en manos de estafadores, invierte algo de tiempo en comprobar la historia que hay detrás de cualquier recaudación de fondos con la que te encuentres. Quizás la mejor opción es donar tu dinero a fundaciones de caridad reputadas y no a individuales. De esta forma te aseguras de que tu dinero vaya a donde quieres.

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