El Precio de la Privacidad

Siempre hablamos de la necesidad de no dejar rastro de tus actividades en Internet. Algunos nos tratarán de paranoicos, pero después de todo, ¿qué puede pasar de malo si un

Siempre hablamos de la necesidad de no dejar rastro de tus actividades en Internet. Algunos nos tratarán de paranoicos, pero después de todo, ¿qué puede pasar de malo si un sitio recuerda que pasaste por allí y luego hiciste clic  hacia otro sitio? Bueno, deja que te contemos.

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Como ya sabes, la mayor parte de los sitios web llevan un registro de los usuarios que pasan, por necesidades publicitarias. En un mundo perfecto, los consumidores se benefician de esto porque pueden ver el anuncio de un producto que necesitan en ese mismo instante; pero la verdad es que el mundo real es más bien un mercado medieval donde los vendedores calculan tu nivel de interés mientras estás preguntando precios e intentan venderte un producto al mayor precio posible.

Los sistemas de reserva de hoteles y boletos aéreos utilizan esquemas de precios complicados, que requieren mucha información de cada visitante, la cual es recopilada a través de un respectivo seguimiento, de la optimización de motores de búsqueda y monitoreando las redes sociales

La implementación más obvia de este mecanismo son los sistemas de reserva de hoteles y boletos aéreos. Estos sitios utilizan esquemas de precios complicados, que requieren mucha información de cada visitante, la cual es recopilada con un respectivo seguimiento, buscando optimización en los motores de búsqueda y monitoreando las redes sociales. Basado en una docena de factores, estos sistemas esconden algunas ofertas a ciertos visitantes, aplicando esquemas de precios diferentes. Por ejemplo, cuando visitas un sitio de reservas en tu iPad, inicialmente verás los hoteles más caros y pasarás un tiempo haciendo clic a través de las páginas hasta encontrar los baratos. Pero todos estos movimientos quedarán registrados en el buscador  de tu computadora Windows.

Estos sistemas, además, monitorean de cerca tu viaje a través de diferentes opciones y ajustes de búsqueda en tiempo real, esto quiere decir que, cuando chequeas las opciones de una aerolínea por primera vez, pero luego consideras otra e intentas volver a la primera aerolínea, puede aparecer la clásica frase “estos boletos no están disponibles ahora”, pero sí te presentan unos más caros. Para evitar pérdidas financieras, sigue nuestros consejos:

  • No te apures. Cuando los sitios dicen que quedan sólo dos habitaciones o boletos disponibles, no te apures en comprar. Ellos intentan que tomes una decisión rápida, sin demasiadas consideraciones. Mejor tómate cinco minutos para llamar al hotel o a la aerolínea y así chequear mejor los precios y la disponibilidad. A veces hacer llamados es muy útil porque el hotel puede ofrecerte precios más económicos que un servicio online con sus “gangas” de último momento.
  • No te apures (Segunda Parte). Si bien la oferta inicial de boletos es convincente, no siempre es una verdadera oferta. Si, de hecho, intentas comprar el boleto, de repente no está disponible o la aerolínea quiere cobrarte de más. Al final, todo acaba costando más de lo que creías. Si planeas un viaje complicado, con muchas conexiones, estadías de una noche, etc., el sistema tendrá en cuenta esto e intentará beneficiarse, por ejemplo, proponiéndote vuelos de conexión más caros. El costo final será, finalmente, un 50% más de lo que esperabas inicialmente.
  • No te conviertas en el “mejor comprador”. Las ofertas y ventas especiales son usualmente utilizadas para vender boletos y reservas de hoteles que le convienen a los sitios de reserva. En cambio, otras ofertas que no son tan promocionadas y que requieren de mayor búsqueda pueden ser más económicas. De forma que es mejor pasar más tiempo explorando todas tus opciones metódicamente y no concentrarse sólo en las “gangas” de último momento.
  • Las primeras impresiones son la mitad de la batalla.  En la vida real, los demás te juzgan por tu ropa y por cómo te luces. En Internet, el servidor detecta fácilmente en qué parte del mundo estás y qué tipo de dispositivos utilizas. Si usas Mac o iPhone, si vives en Europa Occidental o Estados Unidos, el sistema deduce que probablemente ganes bastante dinero y puedas gastar una buena parte del mismo. Por eso, intenta utilizar un servidor proxy basado en un país “pobre”. Y usas una PC con Windows, preferentemente utiliza un modelo viejo.
  • Anonimato. Los sitios online gastan mucho dinero en publicidad e intentan retener al consumidor mostrándole buenas ofertas. Pero si pasas bastante tiempo navegando, abandonas el sitio y lo vuelves a chequear, el sistema detecta que viste otras opciones; entonces la segunda vez que entres te ofrecerán precios más altos. Por eso, utiliza el proxy en un modo “escondido” cada vez que visites un sitio de reserva, ya que esto aumentará tu oportunidad de ver una buena oferta nuevamente.

 

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