Aunque algunas personas lo ven como una preocupación menor exagerada por padres sobreprotectores, el ciberacoso puede tener efectos devastadores en niños y familias.
Aunque el acoso tradicional puede implicar abuso verbal y físico, el ciberacoso se refiere a acciones abusivas que se producen en formatos electrónicos. El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos establece que el ciberacoso puede incluir “mensajes de texto o correos electrónicos con maldad, rumores que se envían por correo electrónico o que se publican en redes sociales y fotos vergonzosas, videos, sitios web o perfiles falsos”.
Los ataques pueden ser incesantes
Aunque puede que muchos adultos recuerden haber sido víctimas de acoso en algún momento de su infancia, la naturaleza del ciberacoso es muy diferente. Aunque el acoso físico puede quedar atrás tras concluir el día escolar, el ciberacoso puede intensificarse después del horario de colegio. .
Pueden producirse a la vez publicaciones hirientes en Facebook y correos electrónicos. Además, los niños que normalmente se abstendrían de ataques verbales cara a cara pueden volcarse al ciberacoso. Aunque no hay riesgo inmediato de represalias físicas (y no hay necesidad de presenciar la reacción emocional de la víctima), a menudo los ciberbravucones se comportarán de forma mucho más abusiva de lo que lo harían si estuvieran cara a cara con su víctima.
La vergüenza extrema ha llevado al suicidio
Debido a que a menudo las víctimas asumen que si ocurre algo en línea todos sus conocidos lo verán y, si algo está en Internet, durará para siempre, la vergüenza de la víctima aumenta. . Este nivel de vergüenza es peligroso e incluso ha llevado a suicidios.
Los colegios sólo tienen una capacidad limitada para monitorear la interacción en línea y en medios sociales entre sus estudiantes y no pueden castigarles por acciones en línea cometidas fuera del colegio. De manera inquietante, también se han dado casos de padres que cometen ciberacoso con los compañeros de sus hijos.
¿Qué puede hacer?
El volumen de incidentes de ciberacoso está aumentando. En una encuesta nacional realizada en 2008-2009 se descubrió que un 6% de los estudiantes de 6º a 12º sostiene que ha sufrido acoso en línea. Sin embargo, un estudio hecho en 2011 demostró que un 16% de los estudiantes de 9º a 12º han sufrido ciberacoso.
Las escuelas están desarrollando y aumentando nuevas políticas para tratar de combatir el ciberacoso, y los legisladores están analizando proyectos de Ley sobre prevención y penas para quienes cometen ciberacoso. Mientras tanto, los padres pueden ayudar a disminuir el impacto del ciberacoso manteniéndose al tanto de las actividades en línea de sus hijos y estableciendo pautas para el uso que hacen de los dispositivos electrónicos.