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No estamos seguros si el tomarse fotos a uno mismo y publicarlas en las redes sociales puede ser considerado como un hobby. Sin embargo, hoy hablaremos de este fenómeno que recientemente se ha convertido en una obsesión entre muchos usuarios de Internet. Podría ser considerado algo inofensivo: solo debes enfocar la cámara en ti mismo y tomar una foto. Pero, el diario Telegraph reporta que durante el 2015 las selfies provocaron más muertes que los ataques de tiburón, aún así tienen más relevancia en los medios las muertes por ataque de tiburón que las “muertes por selfies“. Sin embargo, el problema es real y requiere que le pongamos mas atención – especialmente considerando a los padres.
La causa de la popularidad
Las selfies se han tomado prácticamente desde los principios de la fotografía, pero se volvieron un fenómeno dominante a principios del 2010, ya que las cámaras frontales de los smartphones son más avanzadas y las aplicaciones como Instagram empezaron a proliferar a escalas masivas. En el 2012, la revista Time incluyó la palabra “selfie” en el top 10 de tendencias de palabras del año.
Normalmente, los entusiastas de las selfies suelen ser jóvenes. De hecho, son ellos siempre los que siempre están compitiendo para crear la selfie menos convencional. Mientras más interesante, peligrosa o magnífica sea la selfie, más comentarios efusivos recibe.
¿Cuál es el problema?
Las fotos comunes ya no impresionan a nadie, y la gente siempre está buscando maneras de “selfiesuperar” a los demás trepando por techos y torres, parándose en barandas de puentes o tomando fotos mientras saltan con paracaídas. Incluso algunos intentan tomarse una selfie con animales salvajes. Dicho de otra forma, están haciendo muchas cosas tontas.
Los niños y adolescentes corren el riesgo más alto de hacerse daño al tomar selfies. Son extremadamente energéticos y no han desarrollado ningún sentido del peligro. Además, muchos prefieren vivir una vida “online” y buscar maneras de subir su autoestima tratando de convencer a otros de que su vida es interesante, ocupada y llena de acción.
Desafortunadamente, algunas veces, el intento por conseguir una gran selfie termina en tragedia. Hay muchos ejemplos: niños cayendo de puentes y peñascos, tocando los cables del trolebús, ahogándose en mar abierto… Hay algunas personas que les gusta tomarse selfies con armas de fuego. En el mejor de los casos terminan heridos en un hospital, sin embargo, todos hemos escuchado sobre los peores casos. Existe incluso una página de Wikipedia dedicada a todas las lesiones y muertes provocadas por selfies.
Consejos para los padres
En primer lugar, repetiremos una vez más nuestro mantra: no dejen a sus hijos solos en las redes sociales y revisen sus perfiles regularmente. Esto también es una manera sencilla de saber lo que hace tu hijo.
Claro, el amor de tu hijo por las selfies, no es una razón para entrar en pánico. Sin embargo, una vez que localices una foto que te haga suponer que tu hijo ha arriesgado su seguridad para conseguir una buena toma, debes hablar con él en seguida, explicarle el peligro de tomar fotos en condiciones extremas y mencionarle algunos ejemplos conocidos.
Además, tiene sentido usar un software para revisar las búsquedas de tus hijos de vez en cuando. Algunas frases como “lugares geniales para selfies“, “selfies extremas” o “selfies en el techo de un vagón”, obviamente deberían preocuparte.
No olviden que la mejor manera de garantizar la seguridad de sus hijos es tener una relación con confianza y transparencia.
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