Hace poco estuve ayudando a un familiar a gestionar las actualizaciones de las aplicaciones, los parches del sistema operativo, la ciberseguridad, la organización y las copias de seguridad de archivos que necesitaba para el portátil de su trabajo. Mientras, él se quejaba y lamentaba no poder volver al lápiz y al papel, pero asumió la superioridad del ordenador para realizar ciertas tareas, aunque no ha querido mantenerse al tanto de las ciberamenazas. Y eso que casi llegué a creer que lo haría, ya que estuvimos hablando largo y tendido sobre el tema.
No basta con evitar el porno online y las aplicaciones sospechosas. En 2018, la electrónica ya no suscita el mismo entusiasmo que antes, pero los dispositivos conectados no son precisamente opcionales. No puedes escapar del mundo conectado, ni de la necesidad de sobrevivir a él.
En Kaspersky Lab estamos interesados en la imagen integral y global de salvar el mundo y, por ello, quisimos ver más allá de los límites de la ciberseguridad y considerar cómo nuestras necesidades comerciales, nuestros compañeros los móviles y el resto de la tecnología afectan a nuestros tejidos blandos.
Para ello, hemos llevado a cabo una encuesta con más de 2.000 consumidores en América del Norte para conocer su actitud frente a la ciberseguridad, si está relacionada con el estrés de su vida cotidiana y a quién confían la protección de sus datos. Presentamos los resultados en nuestro nuevo informe The State of Cyber-Stress (en español, El estado del ciberestrés).
Más datos, más brechas, más estrés
Mientras que la gente almacena cada vez más datos de forma electrónica, noticias sobre brechas de datos y otros asuntos de ciberseguridad generan una situación de estrés crónico. Otra causa de estrés es la propia ignorancia de los consumidores sobre cómo protegerse de las amenazas online, centrando el aumento de los niveles de estrés en torno al uso de la tecnología y la ciberseguridad en general. Las medidas de sentido común que se emprendían anteriormente no tienen por qué coincidir con las de este 2018.
Hemos descubierto que al 81 % de los estadounidenses y al 72 % de los canadienses les afectan personalmente los problemas de ciberseguridad y afirman que las noticias sobre las brechas de datos les causan estrés y, según los expertos, un estrés frecuente puede generar más problemas para el consumidor medio. Según Heidi Hanna, directora de American Institute of Stress: “la presión diaria que persiste y se acumula y la tensión que sentimos cuando no podemos hacer frente a todas las exigencias de nuestra vida” causa la mayoría de las enfermedades relacionadas con el estrés y los trastornos. Además, afirma que la conexión es especialmente fuerte cuando nos sentimos “incapaces de seguir el ritmo del cambio, que es inherente a nuestro estilo de vida digital conectada de forma continua”.
Saturación de tecnología
Casi la mitad de los consumidores que hemos encuestado afirma que una de las causas principales de estrés son las contraseñas, tan presentes en su vida cotidiana. En cuanto a los encuestados con edades comprendidas entre los 16 y los 24 años, a un 46 % le abruma tener que configurar y llevar un seguimiento de contraseñas seguras.
Si tenemos en cuenta la facilidad con la que se hackea una contraseña simple, sin mencionar la peligrosa práctica (aunque muy común) de renunciar a las contraseñas, recomendamos el uso de un gestor de contraseñas competente como Kaspersky Password Manager.
No se equivocan
Este nivel de ciberestrés es desafortunado, pero los temores de los consumidores están justificados. Con este estudio, hemos descubierto que un 46 % de los encuestados ha experimentado al menos un problema de ciberseguridad en los últimos cinco años.
A nuestros propios temores hay que sumar la ansiedad constante que causa la ciberseguridad. Un tercio de los participantes del estudio (33 %) afirma que les resulta estresante la protección de todos sus dispositivos después de haber sufrido un problema de ciberseguridad en los último cinco años.
Algunos han perdido la confianza
Como consecuencia de las brechas (y el miedo a las brechas), los consumidores se han vuelto más precavidos. Están perdiendo la confianza en la competencia de las soluciones tecnológicas y de empresa para proteger su información. Uno de cada cinco (22 %) afirma que ningún sector era de confianza y la mayoría ni siquiera confiaría en un programa de gestor de contraseñas, cuya función principal es la de ayudar a los consumidores a proteger sus datos.
No vamos a discutir sobre la idea de que confiar a ciegas en cualquier negocio puede ser un error; es fundamental que investigues a las empresas que confías tus datos y, por ello, nos gusta remarcar a los lectores nuestros resultados en las pruebas independientes. Aunque las pruebas independientes simplemente demuestras la eficacia de las herramientas de los gestores de contraseñas (¿sugieren contraseñas fuertes, las almacenan de forma segura, etc.?), Brian Anderson, vicepresidente de ventas al consumidor de Kaspersky Lab en Norte América, explica que nuestro Password Manager almacena datos de forma segura. “Todos los datos almacenados en Kaspersky Password Manager se cifran y solo son accesibles si el usuario ingresa la contraseña maestra en la solución. Kaspersky Lab no conoce ni tiene acceso a la contraseña maestra y, de hecho, no se puede recuperar a través del soporte técnico si se olvidara”.
Otros confían en quien no deben
Aunque suene extraño, parece que la gente está dispuesta a confiar sus datos a otros que podrían no ser de confianza, no cuidar de la información y desconocer las mejores prácticas para respetar la ciberseguridad. Además, casi la mitad de los encuestados (49 %) compartirían el nombre y contraseña del usuario de su dispositivo con su socio y el mismo porcentaje confiaría a su socio las respuestas a las preguntas de seguridad.
Aunque los consumidores cada vez están más concienciados de los riesgos de seguridad, muchos desconocen cómo proteger sus dispositivos. Cuando el usuario pierde el control de su vida digital, es normal que se sienta abrumado con tan solo pensar en la ciberseguridad.
Entonces, ¿cómo podemos evitar el aumento de los niveles de estrés? Los consumidores pueden tomar cartas en el asunto con una solución de seguridad completa como Kaspersky Internet Security, que alivia la presión de tener que proteger todos los dispositivos de las complejas amenazas. Por su parte, las compañías de tecnología pueden ayudar educando a los consumidores sobre las ciberamenazas y mostrándoles que la seguridad no tiene por qué ser estresante. (Que, por cierto, eso es lo que hacemos en este blog). Estos usuarios educados podrían sentirse fortalecidos en lugar de estresados, por no hablar de que ayudan a que su mundo conectado sea un lugar más seguro y a que inculquen su responsabilidad en la ciberseguridad a los demás.
Si quieres leer el informe entero de Kaspersky Lab, The State of Cyber-Stress, visita nuestra página.