La vida secreta de los signos de puntuación en la era del Internet

Nuestro vocabulario evoluciona constantemente, como en los casos en los que el argot entra a formar parte de nuestro léxico. Desde Google a los memes, las palabras que alguna vez nos han parecido muy tontas, han pasado a ser aceptadas. Esta evolución también impacta en la forma en la que escribimos y puntuamos nuestras frases en Internet.

“¡Cómo hablan los jóvenes de hoy en día! ¿Están hablando en español? ¡Ridículo! Es un idioma raro… ¡no entiendo nada de lo que dicen!”, dice una señora mientras su nieto juega en el parque.

Ragazzi

Esta mujer no es la única que piensa así. A veces es difícil entender a los jóvenes de hoy en día. Usan palabras nuevas, nuevos contextos y nuevas formas de escribir las palabras.

– Q onda?

– Na jaja

– Duh, ok, lgo hablamos

– K

¿Lo entiendes todo? Podría ser confuso para un treintañero, así que imagínate cómo lo ve una persona mayor.

Esto no es ninguna sorpresa. Las generaciones anteriores siempre tienen algo que opinar sobre la evolución de las generaciones más jóvenes. Siempre se han quejado: incluso en los tiempos de Nerón y el gran Imperio romano, se decía que los jóvenes romanos escribían en algún tipo de “lengua inventada”.

No obstante, el cambio actual es algo distinto de lo que se había visto hasta ahora, es un cambio drástico y a nivel mundial. La proliferación de Internet y las tecnologías móviles impulsa la evolución acelerada de la mayoría de los idiomas que existen. El inglés lidera este proceso, como era de esperar, aunque hay muchos idiomas que siguen sus pasos.

Los cambios más obvios se ven en el vocabulario; piensa en todos esos “Googléalo”, “LOL”, “OMG”, “meme”,  etc. La ira de los puristas del lenguaje estalla en estos casos.

También hay cambios más sutiles en otras áreas del lenguaje, incluyendo una parte del lenguaje discreta, formal y muy estática como lo es la puntuación.

Barra punto, guión punto

Los signos de puntuación en el lenguaje escrito tradicional ayudan a estructurar el texto y lo hacen más comprensible. En Internet, estas funciones de “alto nivel” pierden su relevancia y se omiten.

¿Cuántas personas ponen las comas en donde deben de ir cuando escriben en Facebook?

¿Para qué se necesitan? El texto no tiene sentido de todas formas. Sin embargo, los signos de puntuación juegan un papel muy importante en el lenguaje cibernético: expresan emociones.

En el lenguaje oral, las emociones se transmiten por varios canales no verbales: el tono, los gestos, el lenguaje corporal, etc. En la lectura, por ejemplo de libros, publicaciones de los medios o cartas, el autor tiene el tiempo y el espacio suficiente para encontrar las palabras precisas para explicar su punto de vista. Los chats o la mensajería instantánea presentan un reto: la comunicación es muy rápida y concisa.

Pongamos que alguien te dice: “cool”. ¿Qué quiere decir con ese “cool”? ¿Es sarcasmo, un intento de cortar la conversación o se trata del sentido más directo de la palabra?

Este reto se soluciona parcialmente con el uso de emoticons. Pero, no es tan sencillo como parece. Una carita sonriente o una triste tienen significados obvios, pero, ¿qué significa este garabato: }:->)? Es el momento de checarlo en “diccionarios” especiales.

Está claro que los que representan las emociones más intensas son los signos de exclamación y los de interrogación. En la comunicación moderna, nunca son suficientes:

– Jajajajajjajaja!!!!!!!

– Genial!!!!!!!!!!!!

Curiosamente, el diálogo tiene el mismo significado y valor incluso si se eliminan todas las palabras:

– ???

– !!!!!!!!!!!!!!!

Pero esto es sólo lo que se ve en la superficie. Existen algunos fiascos en la puntuación que son bastante más complejos y sutiles.

La confusión del punto

Por ejemplo, el punto, casi no se usa en las comunicaciones online. ¿Para qué lo necesitamos si podemos indicar que hemos terminado nuestra declaración dándole al botón de enter?

https://twitter.com/SmallzMatthew/status/643653868677521408

Cuando este “innecesario” punto aparece al final de una frase, puede tener mucho significado. Hoy en día, se ha vuelto una forma de indicar un tono agresivo. Puede significar “Fin de la discusión. Haz lo que te dije. Punto”. O “Ya me hiciste enojar”. O “¡Déjame en paz!”.

Un pequeño ejemplo para poder comparar estos casos:

  • Voy a ir a pescar este fin de semana, ¿ok?
  • Ok

O

  • Voy a ir a pescar este fin de semana, ¿ok?
  • Ok.

Mientras que el primer “Ok” tiene un significado sencillo y simple, el segundo implica: “Sí, vete, pero allá tú”.

Sorprendentemente, esta regla no ha sido impuesta por ninguna autoridad lingüística, ni luego ha sido estudiada en los colegios durante décadas. Es una regla auto-establecida e intuitiva que se ha expandido por todo el mundo.

Puntuación redundante

Encontramos una situación similar con los puntos suspensivos, que representar una especie de “balbuceo” y tienen un significado opuesto al del punto.

Antes, los puntos suspensivos se usaban en un número limitado de casos, por ejemplo, indicando una omisión en un texto. Hoy en día, se trata de un marcador de posición universal que no tiene un significado en particular, sin embargo, es un elemento muy importante de la sintaxis en la red.

Los investigadores creen que el uso de los puntos suspensivos en las comunicaciones electrónicas actuales es necesario y cumple dos objetivos:

En primer lugar, los puntos suspensivos ayudan a imitar el lenguaje hablado. Cuando hablamos de forma oral, tenemos muchas muletillas del tipo “eeeeh” o “mmmm”. Pueden considerarse inútiles, pero sin ellas el discurso suena artificial (si no nos referimos a las noticias en la televisión). Así que, en las comunicaciones electrónicas, los puntos suspensivos introducen esas pausas “de confort” en el discurso escrito, suavizan la conversación, la hacen más “real”, especialmente si estás discutiendo un tema delicado:

“Estaba pensando que… si se te antoja… ¿podríamos ir al cine un día de estos?…”

Hay otro papel de los puntos suspensivos que es bastante común: explicar los caóticos pensamientos que nos van surgiendo a medida que se escribe e insertar los puntos suspensivos, aquí y allá. Sin los puntos suspensivos, las frases son tan sólo una mezcla de palabras sin sentido, mientras que con ellos, la frase se convierte mágicamente en un pensamiento profundo e inteligente con cosas que no se dicen pero están implícitas  en el texto.

Los puntos suspensivos son muy cómodos. No tienes que pensar en lo que estás diciendo, en qué punto termina una frase y empieza otra o en cómo estructurar la frase… Es una herramienta de relleno que ayuda a enlazar las palabras que no casan entre sí. Este enfoque, de hecho, sigue la tendencia de la evolución del lenguaje actual.

Entonces, ¿todo esto significa que se está degradando el lenguaje y las personas mayores tienen razón al decir que en sus tiempos se hablaba mejor? No lo creo.

El lenguaje es sólo el reflejo de los cambios que suceden en nuestra vida cotidiana. Y nuestras vidas son cada vez más rápidas y caóticas.

Cada vez tenemos menos oportunidades de concentrarnos en una simple tarea. Te llega un correo electrónico, suena el teléfono, contestas, tu jefe te hace una pregunta por chat, el calendario del celular te recuerda los eventos programados para hoy, lo apagas, sigues contestando el correo… ¿Te suena familiar?

Por lo tanto, es normal que tu discurso escrito no corresponda con ninguno de los estándares lingüísticos del siglo XX.

Nuevos tiempos, nuevas reglas.

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