Probablemente poseas más bienes digitales de los que piensas. Para mantener la información de tus bienes digitales segura, como aquella dentro de tu correo personal, tus cuentas en redes sociales, financieras, nombres de dominios, colecciones de medios digitales (música y películas), avatares de videojuegos y millas de viajero, debes seguir los siguientes consejos:
- Hacer una lista: Lo primero es lo primero. Busca intensivamente todas tus cuentas (en redes sociales, tu correo electrónico, páginas de YouTube), reúnelas, crea una lista y cierra las que ya no necesites. ¿No utilizas tu cuenta de MySpace desde 2007? ¿O aquel blog que comenzaste por antojo un par de años atrás? Recupera esas contraseñas, luego cierra esas cuentas.
- Protege tus accesos: Pon en práctica lo básico para una vida online limpia y segura. Primero, las contraseñas fuertes son cruciales, haz una combinación de números, letras y símbolos no alfabéticos, no uses nombres o palabras que puedan encontrarse en el diccionario. Segundo, utiliza diferentes ingresos para cada cuenta online y asegúrate que no sean similares entre ellos. Crea una cuenta de correo electrónico separada a la cual sólo derives datos financieros. Respecto de herramientas de seguridad para activos digitales, como el manejo de contraseñas o de un backup online libre, Kaspersky PURE 3.0 puede ayudarte; mientras que programas como Kaspersky Internet Security aseguran tu actividad online, protegiéndote de potenciales ataques mientras que realizas transacciones online con información sensible.
- Piense en el futuro. Debes decidir si quieres que tus cuentas sociales se mantengan como hasta ahora, se conviertan a un formato del tipo “conmemorativo” o si deben ser cerradas cuando dejas de usarlas y, también, quién quieres que tenga acceso a estos sitios y a tu correo electrónico, sabiendo que esa persona puede acceder a detalles de tu vida privada. Mantén tu información digital con nombres de usuario y contraseñas que no dependan de ti, pero no olvides de dejar dicho quien obtiene qué (como tu música online o tu colección de películas) y quién tiene el poder para hacerlo, como si fuese un poder digital de abogado. Como las leyes referidas a este tipo de planeamiento aún son incompletas o están desarrollándose, adelántate a ellas con un plan a futuro.