Mientras en Europa y Rusia se van preparando para el invierno y se quejan de las duras condiciones climáticas, una joven rusa, llamada Olga Rumyantseva, escaló sola hasta la cima del Pico de Orizaba. La alpinista se ha planteado el desafío de escalar los siete volcanes más altos del mundo con el patrocinio de Kaspersky Lab.
Si bien hemos discutido con ella acerca de las condiciones climáticas, pero nuestras quejas desaparecen inmediatamente una vez que nos pusimos a pensar en las condiciones meteorológicas adversas que enfrentó la deportista a 5.700 metros de altura.
Esta nueva etapa de la expedición consistía en ascender hasta la cumbre del volcán más alto de México y el tercero de Norteamérica. Además, Olga ya se ha enfrentado a este gigante en otras ocasiones y conoce bastante bien los alrededores.
El primer día, Olga alquiló un coche en la localidad de Puebla, una de sus ciudades favoritas de descanso del país, para llegar al día siguiente a Tlachichuca, lugar de partida hacia el Pico de Orizaba. Allí conoció al Sr. Conchello, quien ha ayudado a todos los alpinistas a llegar al primer refugio, situado a 4.200 metros de altura y le proporcionó agua y gas a Olga para el camino.
Durante el siguiente día, Olga se fue acostumbrando al clima y continuó su ascenso hasta las primeras nieves de la montaña (4.800m sobre el nivel del mar). Incluso, continuó la subida durante la noche a pesar de la oscuridad y perder la pista en varias ocasiones, con fuertes y congelados vientos, consiguiendo llegar a la meta y coronar la cumbre con la bandera de Kaspersky Lab.
Gracias a otros alpinistas, la deportista rusa pudo documentar este momento histórico, aunque no pudo intercambiar demasiadas palabras con ellos en el descenso por el idioma ya que se le había ido la voz por el intenso frío.
Esperamos que Olga se recupere pronto y continúe con sus aventuras. Esta expedición nos recuerda que es necesario esfuerzo y trabajo para alcanzar la meta, sin importar las complicaciones del camino. Mientras tanto, la alpinista está recuperando fuerzas a orillas del Golfo de México para su siguiente destino: Ojos del Salado, en Chile.