eSIM: ¿para qué es?

El próximo paso en la evolución de tarjetas SIM no trata de exprimirlas para hacerlas aún más pequeñas, sino que trata de reemplazaras con un perfil almacenado en un dispositivo conectado.

Recientemente, Samsung introdujo el smartwatch Gear S2 Classic 3G, que es el primer dispositivo con eSIM. Aunque es un modelo piloto, esta tecnología está destinada a provocar un serio debate en poco tiempo. Se espera que la eSIM sea implementada en el próximo iPhone 7 ya que Apple siempre ha estado a la vanguardia de la industria en términos de adaptación y mercantilización de nuevas tecnologías y estándares de tecnología móvil.

Seguramente recuerdas que fue el gigante de Cupertino quien instó a todos, primero a migrar al microSim y luego al nanoSIM estándar, desde las corporaciones más grandes de telecomunicación hasta a los proveedores chinos sin nombre. ¿Acaso nos espera la etapa de la miniaturización?

No, esto no se trata de exprimir las tarjetas SIM hasta que sean minúsculas (en su deseo de convertir las tarjetas SIM lo más pequeñas posibles, algunos llegaron al límite de extraer la nanoSIM y meterla en la tarjeta SD para combinar el uso de ranuras). La eSIM – o SIM integrada – no presupone en absoluto un chip externo. En vez de eso, toda la información del suscriptor se almacena en el propio dispositivo, descargada inicialmente de forma remota.

Aquellos que suelen monitorear las noticias vanguardistas sobre móviles, dirán: “Espera un momento, ¿no son estas, tarjetas SIM virtuales? Existe el Apple SIM, Project Fi y la alianza VSCA. ¿No son lo mismo?” No, eSIM es un paso, o incluso un gran salto, más adelante. En soluciones previas, el perfil de una tarjeta SIM se descargaba de forma remota, pero a nivel del dispositivo, este perfil era almacenado en una SIM “ficticia” que podía ser reutilizada en un teléfono diferente. En el caso de la eSIM, no tiene versiones “ficticias” disponibles, y el propio chip viene integrado en el dispositivo.

El estándar de GSM no cambiaría por la nueva tecnología SIM. Funciona igual, excepto por el hecho de que no necesitarías reemplazar la tarjeta SIM, solo cambiarías entre diferentes perfiles.

¿Cuál es el objetivo?

Bueno, el uso de la eSIM permite un diseño más elegante: no hay necesidad de poner una ranura para la tarjeta SIM.

Esto es una buena noticia para los productores de dispositivos ya que será más fácil crear diseños resistentes al polvo y al agua, como también hacer dispositivos más finos. Otra ventaja, es que la adaptación a la eSIM facilitaría el camino para muchos proveedores de dispositivos wearables o pulseras de fitness: estos dispositivos podrían independizarse de las redes WiFi, logrando una conexión permanente.

Además, los proveedores de teléfonos lograrían un inicio con su interacción con compañías telefónicas que tradicionalmente suelen controlar el mercado de los dispositivos. Hoy en día los proveedores tienen que negociar su propia causa con las compañías telefónicas para poder colocar sus productos en las estanterías, pero de esta forma lograrían dar a conocer la eSIM y establecerían una conexión con el mercado minorista.

Los proveedores serán capaces de vender sus productos a través de las tiendas de marca online, ofreciendo a los usuarios la opción de suscribirse (con la eSIM, los proveedores pueden “cambiar” de forma remota de un operador a otro) o aún mejor, una suscripción por defecto a un operador. Es por eso que las grandes compañías telefónicas se oponen al lanzamiento de la eSIM: son utilizadas para jugar el papel principal en la interacción de compañía-suscriptor, y no van a soltar su presa tan fácilmente.

La seguridad también es vital. De lo contrario, ¿por qué nos molestaríamos en hablar de este tema en nuestro blog? Una tarjeta SIM normal se reemplaza fácilmente cuando se pierde o te la roban. En este caso, un ajeno, al tener todas las restricciones desactivadas (en caso de no ser un iPhone), puede utilizar cualquier dispositivo nuevo con una tarjeta SIM diferente o revenderlo.

Pero este truco no funcionaría con la eSIM: uno no podría descargar un nuevo perfil sin la contraseña legítima del dueño; además, tras cada intento, el dispositivo descargaría el perfil previo, haciendo posible localizar el dispositivo abandonado.

La eSIM ya ha sido estandarizada por GSM Alliance, y un número de grandes compañías telefónicas demostraron su apoyo por esta nueva tecnología, incluyendo AT&T, Deutsche Telekom, Etisalat, Hutchison, Whampoa, Orange, Telefónica y Vodafone.

Sin embargo, con el debido respeto a los beneficios de eSIM, la migración no ocurrirá de un día a otro. Smart Insights pronostica que las ventas de dispositivos con eSIM habilitado alcanzarán un total de entre 346 y 864 millones de unidades para el año 2020. Obviamente, es un pronóstico conservador, y el apoyo de la industria no es equitativo a la hora de adaptarse: las tarjetas SIM normales continúan vivitas y coleando: al final de la década, sus ventas esperan una caída del 16%.

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