Cuando era chiquito, mis papás solían avergonzarme sacando álbumes de fotos de mi infancia frente a mis amigos y mis futuras ex novias.
En esos tiempos, se tomaban con torpeza fotos espontáneas, haciendo tonterías y con caras raras. Los papás las preservaban y compartían en álbumes de fotos o de recortes en la privacidad de sus casas.
Actualmente, vivimos en una época en la que estamos conectados a la red casi a todas horas y compartimos nuestras fotos de forma instantánea en Internet en páginas como Facebook o Instagram. Los enormes álbumes de fotos del pasado han dado paso a identidades digitales unidas al nombre o el perfil de sus usuarios.
when my parents say embarrassing things about me to my friends pic.twitter.com/JTGwHZb8CI
— Ouat Reactions (@ouatreactions) September 30, 2015
Como profesional del mundo cibernético (y papá) que pasa mucho tiempo en las redes sociales, a menudo me asombra la forma en la que las personas hacen que sus vidas parezcan mucho más interesantes online y cómo estamos exponiendo a nuestros hijos a vivir un tormento en el futuro.
En esencia, las redes sociales han hecho que sea fácil compartir nuestras vidas, momentos y recuerdos con nuestras redes personales. La desventaja es que resulta tan fácil que no nos tomamos un momento para pensar con quién estamos compartiendo nuestra información.
https://twitter.com/Hannah__McGowan/status/647501437426135040
Si bien nuestras fotos vergonzosas podían ser utilizadas en nuestra contra en grupos cerrados, hoy en día las fotos pueden ser usadas contra nuestros hijos en Internet por cualquier persona que dé con nuestras redes sociales.
Bueno, nosotros hemos accedido a ello, pero, ¿y nuestros hijos? Como padres (además de amigos y parientes) debemos considerar conjuntamente lo que publicamos y dejar de publicar cosas que podrían perseguir en un futuro a la pequeña Ana o al pequeño Luis. Debemos prestar especial atención a estas seis cosas:
https://twitter.com/willyhamm/status/291860235960860672
1. No tengas un perfil público
Que levante la mano quien quiera que cualquier tipo raro esté viendo fotos de su hija. Estoy seguro que no hay mucha gente que lo quiera.
Sin embargo, si tienes un perfil público de Facebook o Instagram, estás invitando a todo el que tenga conexión a Internet a ver todas tus fotos. Esto es algo tonto e imprudente.
Todo el mundo tiene derecho a tener cierta privacidad en sus redes sociales. Deberías dar acceso a tu privacidad sólo a la gente con la que de verdad tienes contacto. También puedes cambiar la privacidad de cada publicación además de cambiar lo que la gente puede ver, y deberías poner más atención en lo que a tus hijos se refiere.
So glad my teachers/parents didn't have social media to post the embarrassing stuff I did growing up.
— Sean McNally (@MacOnTheRadio) October 5, 2015
2. No compartas las fotos de los hijos de otras personas
Una de mis mayores quejas en cuanto a la gente que comparte fotos, es cuando alguien publica fotos de grupo en las redes sociales. Los papás tienen derecho a saber quién puede ver y comentar las fotos de sus hijos. Si quieren mantenerlos alejados de las redes sociales (como hacen muchos de mis compañeros de trabajo), están en su derecho como padres y tú no tienes derecho a hacer lo contrario.
Personalmente, me molesta mucho que personas de familia publiquen fotos de mis hijos y las comenten personas que no conozco. No te conozco, ¿por qué comentas una foto de mi hijo? Ya he tenido discusiones al respecto con miembros de mi familia y he contestado de mala gana a la gente que comenta cosas que están fuera de tono.
I don't go on Facebook much anymore, share photos of my cute kids.
People post some weird heavy shit on there. I like to keep it light.— boomcheermix! (@boomcheermix) March 25, 2015
Vivimos en un mundo extraño; nunca se sabe realmente qué intenciones puede tener alguien o en qué situación personal se encuentra. ¿Te gustaría ser la persona que ayude a un padre maltratador a averiguar dónde se esconde su familia?
3. No hagas un perfil para tu hijo
Conozco una mujer a la que he tenido que eliminar de Facebook porque creó un perfil para su hijo en Facebook y no dejaba de etiquetarle en cada publicación. Hay una razón por la cual te exigen ser mayor de edad para crearte un perfil en la mayor red social del mundo.
https://twitter.com/AlexisMG13/status/355842079194218498
Dejando de lado el tema de la seguridad, los niños deberían decidir si quieren que sus datos formen parte de un conglomerado publicitario.
4. No publiques los baños de tus hijos
Aunque tus hijos hagan monerías en la bañera, es algo que debería permanecer en la intimidad.
¿A que no te gustaría que se hicieran públicas tus partes íntimas? Ya decía yo…
Sólo porque sean niños no significa que debas exponer al mundo sus partes íntimas.
https://twitter.com/FOX10NewsNow/status/634042766218018816
Hay gente muy retorcida en el mundo que paga por ver este tipo de fotos. Como adultos responsables, debemos preservar la privacidad de nuestros hijos.
5. No avergüences a tus hijos
Hace unos años, se puso de moda avergonzar a los perros. La gente pensaba que era algo tan gracioso y llovían los Likes, los Compartidos y los Comentarios, por lo que algunos decidieron hacer lo mismo con sus hijos.
What do you think of the whole #childshaming trend? Yay or Nay? #parenting #children #discipline pic.twitter.com/Uq1e8GsaL8
— Help! We've Got Kids (@HelpWeveGotKids) June 23, 2014
Algunos padres, cuando sus hijos hacían algo mal, les hacían fotos sosteniendo un cartel como castigo público. Mucha gente se reía, otros lo comentaban. El que lo publicaba obtenía la aceptación social. La indiscreción de sus hijos se había compartido con gente que posiblemente nunca conocieran, por lo que dudo que se llegara a lograr el objetivo de avergonzarles.
Realmente no les dabas una lección. El video de esta persona se hizo viral, pero no por la razón que habías pensado.
Esto lo resume todo.
6. No alimentes a los matones
En los años 80 y en los 90 existían los matones. Todo el mundo sabía quiénes eran y los intentaban evitar. Por desgracia, ahora que nuestra sociedad se ha trasladado en su mayor parte a Internet, hemos perdido la humanidad que nos detenía a la hora de decir ciertas cosas, cosas horribles. Parece que no pasa ni una semana sin que haya noticias sobre algún suicidio provocado por la intimidación de algún matón cibernético.
Family Says Even After Suicide From Bullying, Hurtful Messages Continue http://t.co/mHb1aGcbyk
— CPT Jen French (@JenFrench319) September 9, 2015
Como sucede con los matones del mundo real, los cibernéticos se alimentan del miedo y la manipulación, aunque, con pensamiento grupal y slacktivismo, se puede convertir en algo que se ponga de moda para reírse de alguien.
Un compañero de trabajo me contó una anécdota que escuchó sobre un ejecutivo que hizo una exposición en el colegio de su hijo y, cuando encendió el ordenador, tenía como fondo de pantalla una foto embarazosa de su hijo, que provocó las carcajadas de sus compañeros de clase.
En este caso, podemos ver cómo una presentación que lleva a cabo el padre con toda su buena voluntad, se vuelve en contra de su hijo. Una clase tiene como mucho 30 niños, pero aun así duele.
Consejos para los padres: seis cosas que tienes que DEJAR de hacer en las redes sociales #Padres #Hijos #Internet
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Como personas que están evolucionando, los niños no siempre toman las mejores decisiones. Si esta foto hubiera estado en Internet, la vergüenza y la tortura a la que se habría sometido al niño habrían sido mucho peor.
La moraleja de esta historia es que no debes hacer algo que vaya a avergonzar a tu hijo en un futuro a no ser que puedas controlar al público al que va dirigido (como hacían tus padres), algo imposible en Internet.
Cada uno tiene derecho a criar a sus hijos como quiera, simplemente creo que es buena idea pensar en su futuro y en la falta de seguridad inherente a las redes sociales.