The Great Hack

Una reseña del nuevo documental de Netflix, The Great Hack, una perspectiva sobre Cambridge Analytica y la vida en la era de los medios sociales en general.

Hoy hablaré sobre el nuevo documental de Netflix, The Great Hack (Nada es privado). El documental se asoma al escándalo de Cambridge Analytica, vinculado al Brexit y las elecciones presidenciales de los EE. UU. del 2016. Sí, ésa.

Antes de que entremos de lleno en la reseña esta publicación revela importantes puntos de la trama. Si no quieres que te contemos la historia, entonces deja de leer ahora. Sin embargo, para ser imparciales, si esta es la primera vez que oyes de Cambridge Analytica, me gustaría saber debajo de qué piedra has estado viviendo.

La película inicia con una poderosa imagen del festival Burning Man. Brittany Kaiser escribe “Cambridge Analytica” en una escultura arquitectónica y le amarra un silbato. A partir de allí, el documental analiza detenidamente las siguientes preguntas: ¿Quién nos quiere atemorizar? ¿Y de qué modo?

Después de esa impresionante introducción, conocemos a los protagonistas Chris Wylie y David Carroll. Wylie, el rostro principal del escándalo de Cambridge Analytica, es el informante. Carroll, un profesor universitario radicado en Nueva York, se convirtió en noticia por su disputa con Cambridge Analytica (antes de que estuviera de moda) a la vez que intentaba recuperar sus datos en manos de Cambridge Analytica.

Los directores prepararon el escenario con los dos lados de la historia. Wylie representa la máquina política de Cambridge Analytica. Carroll es la voz del usuario cotidiano de los medios sociales explotado por las redes y las compañías como Cambridge Analytica para lucrar con sus datos.

Ahora bien, la privacidad y los datos en redes sociales son temas que yo y mis colegas cubrimos con frecuencia en Kaspersky Daily, así como en el podcast Transatlantic Cable. Para decirlo sin rodeos, compartimos demasiada información en los medios sociales. Y muchos de nosotros no leemos los EULA (contrato de licencia para usuario final, por sus siglas en inglés). No tienes que ser un cibergenio para darte cuenta de entregamos demasiada información a cambio de poder usar una plataforma donde compartimos demasiada información. Desde luego, en la práctica pagamos por ese acceso gratuito con nuestros datos, que las empresas, anunciantes y campañas políticas en todo el mundo pueden minar para sus propios fines.

¿Qué tiene que ver todo esto contigo?

Bueno, pues como Wylie y Carroll señalaron, significa que Cambridge Analytica no sólo obtuvo los datos que compartiste en medios sociales, sino que, según los términos de su EULA, también pudieron reunir datos sobre los perfiles públicos provenientes de una gráfica social del usuario. Esta distinción puede parecer legítima, pero la empresa pudo usar esos datos para elaborar perfiles psicológicos de los votantes estadounidenses.

Y aquí entra en escena Brittany Kaiser.

Kaiser, antigua becaria en la campaña de Barack Obama, llevó su experiencia en medios sociales del equipo azul al rojo. En su papel con Cambridge Analytica, mientras trabajaba en las campañas de Ted Cruz y posteriormente de Donald Trump, usó el mismo manual de estrategias para influir en las elecciones a escala.

La idea era tomar los datos disponibles provenientes de las gráficas sociales de los usuarios para remodelarlos y reconstruirlos de modo que influyeran en su voto durante las elecciones. Dicha información no siempre era objetiva o imparcial; sin embargo, se le usó de modo efectivo.

Por ello, Kaiser es una figura central, y de hecho, le toca el papel de villana, mártir, protagonista confundida y muchos otros durante el desarrollo del documental. En última instancia, su papel refleja sus acciones en Cambridge Analytica y cómo su testimonio y su rol de informante ayudaron a darnos una idea sobre las elecciones en la era de los medios sociales.

Si viviste en los EE. UU. o el Reino Unido durante los últimos cinco años o más, probablemente hayas escuchado mucho sobre esta historia y cómo influyó tanto en el Brexit como en la elección de Donald Trump. Sin embargo, el documental también muestra cosas similares que suceden en otros países. Cambridge Analytica y su empresa matriz contaban ya experiencia en campañas militares y sociopolíticas.

Otra protagonista, Carole Cadwalladr, presenta el lado mediático de la historia. Gracias a la periodista del Guardian y el Observer, sabemos más sobre cómo fue la cobertura de la historia, y de los factores adversos y los retos que los medios informativos enfrentaron al cubrirla.

Su rol también llama la atención del público en general sobre la insuficiencia de las leyes electorales para combatir el uso de las noticias falsas y de otras tácticas militarizadas de los medios sociales. Cadwalladr formula en voz alta la pregunta que todos tenemos en la punta de la lengua: ¿Es posible tener una elección imparcial hoy en día?

Es una pregunta importante que no puedo responder aquí.

¿Qué te pareció?

Con sus historias entretejidas de modo claro, esta historia acerca de un jugador secundario que se convertía en el punto focal de un panorama más grande, fue de ritmo acelerado, más similar a una cinta psicológica que a un documental. Así pues, nos quitamos el sombrero ante el equipo de Netflix.

En general, la película es una cruda llamada de atención para aquellos que usan las redes sociales diariamente (es decir, casi todos) y te hace preguntarte si tus datos están siendo usados en tu contra. O, lo que es más grave, si te están manipulando. Pienso que la respuesta es sí, pese a que puedo encontrarme entre los cínicos, y recomendaría ver la película y compartirla con miembros más jóvenes de la familia o con aquellos que comparten demasiado o tienden a mostrarse muy politizados en las redes sociales en general.

En resumen, intercambiamos nuestra privacidad y datos a cambio del uso gratuito de las plataformas. Por supuesto que nada es gratis, pero tampoco por ello debes verte en medio de una guerra psicológica.

La película avanza rápidamente y te mantiene atento. También me hizo preguntarme nuevamente por qué usamos estas redes en primer lugar. Y me hizo pensar en las futuras elecciones, la democracia y también sobre la discordia social. Para variar, los villanos no son los temibles rusos, sino geeks occidentales detrás de un teclado. ¡Y mira, hablando de darle un giro radical a los guiones de Hollywood! Los clásicos villanos del cine pasaron de ser grandulones abusivos a nerds. Pero esto es la vida real, no Hollywood.

Estamos en el umbral de un mundo nuevo, con lo cual dejamos de lado las películas para centrarnos en la vida real en un mundo conectado. Los datos son una moneda de cambio bastante valiosa. ¿Los seres humanos cobraremos conciencia de eso y encontraremos un modo de controlar el destino de nuestros datos? Estoy en suspenso. Por ahora, seguiré observando y ayudando del mejor modo posible a proteger la privacidad de todos.

Calificación en Midori : The Great Hack obtuvo 4 de 5.

 

 ¿Qué puedes hacer?

Aquellos que hayan visto el documental probablemente se sientan impotentes en la batalla por la privacidad y la posesión de sus datos. “Rayos, ¿qué puedo hacer para proteger mis datos?” Para empezar, recomendaría nuestro artículo “Cómo mejorar tu privacidad online en 10 pasos.” Tratándose de las redes sociales, piensa en lo que compartes y en qué redes lo haces. Si no la usas, considera eliminarla. Aquí tienes una lista de artículos sobre cómo eliminar tus redes sociales y conservar tus datos.

 

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