Mis amigos jugadores de los 90 recordarán las fiestas LAN, jugando a Counter-Strike y a Half-Life en los cibercafés. Para muchos, el Counter-Strike fue nuestra primera experiencia con el modo de juego multijugador. Más tarde, a principios de los 2000, un juego llamado World of Warcraft lo cambió todo.
¡Nunca había visto a tanta gente en el mismo servidor! Era un mundo nuevo, en el que un sinfín de extraños compraba, hablaba, jugaba y se atacaba. Por supuesto, como muchos otros, confié en el avatar equivocado y me robaron. Pero fue una muy buena época.
Por entonces, no teníamos que recordar diferentes contraseñas para docenas de correos electrónicos, redes sociales, bancos y cuentas de juego. Era muy común usar la misma para todo.
Volvamos al presente. Hoy en día Internet es más rápido y está en todas partes, por ello todos los juegos son online o al menos tienen un modo multijugador para poner a prueba tus habilidades y demostrar tus destrezas. También han evolucionado otras cosas. El hecho de hacerlo casi todo online, incluso jugar, requiere la creación de cuentas. Y los ciberdelincuentes han aprendido muy bien cómo ganar dinero consiguiendo el acceso a esas cuentas. Lo que no ha cambiado, sin embargo, es nuestra forma de crear las contraseñas: es descuidada y peligrosa.
Empleamos mucho esfuerzo y tiempo en mejorar nuestro juego. A medida que subimos de nivel, adquirimos nuevos accesorios, ganamos premios y jugamos mejor, más rápido y con más intensidad, nuestros juegos ascienden su valor y terminan por valer mucho más del precio que pagamos cuando lo compramos. Una vez que entiendes el valor añadido de estas cuentas, entiendes también la atracción que sienten los cibercriminales.
Las cuentas de juegos también tienen otro uso para los delincuentes, ya que pueden usar tu cuenta para enviar enlaces de phishing a tus amigos. Los amigos se conocen y confían en ellos, por lo que es muy probable que hagan clic en los enlaces sin pensárselo dos veces. Alguno de tus amigos puede tener cosas valiosas en sus cuentas (y puede que sus amigos también, y así se genera la cadena).
Otro uso recae en el principio descuidado que he mencionado anteriormente. Aunque dejes de jugar y ya no tengas nada en tu cuenta, si las credenciales son las mismas que usas para tu correo electrónico, redes sociales o incluso en tus cuentas bancarias, entonces tu cuenta de juego será de gran valor para un criminal.
Para ayudar a los jugadores y a los usuarios de otras cuentas, Kaspersky Total Security incluye Password Manager para una correcta gestión de las contraseñas, con medidas como la creación de contraseñas aleatorias seguras y su almacenamiento local y en la nube. Esto significa que puedes llegar a tener muchas contraseñas únicas, seguras y gestionarlas fácilmente en varios dispositivos.
Además de usar un asistente de contraseñas, mantén tus contraseñas en privado y cámbialas de forma regular. Ello ayudará a proteger tanto tus cuentas de juego, valiosas para ti y para los criminales, como los personajes en los que has invertido tanto tiempo para hacerlos crecer y evolucionar.