Los vehículos aéreos no tripulados de uso civil se emplean cada vez más para tomar fotos o videos, enviar mercancía, realizar operaciones de búsqueda y rescate y otros propósitos. Por el bien de la seguridad, tanto de los drones como de los que se encuentre en los alrededores, algunos países ya han introducido reglamentos y restricciones en su uso. Desgraciadamente, no todos los propietarios de los VANT (vehículos aéreos no tripulados; o UAV, por sus siglas en inglés) conocen o siguen estas reglas. Y, como cualquier otro dispositivo electrónico, los drones también pueden descontrolarse a veces. ¿Cuáles son las posibles consecuencias? A continuación, te dejamos algunos ejemplos.
¿La Casa Blanca bajo ataque?
En enero del 2015, un dron impactó en el césped de la Casa Blanca en Washington, D.C. Un funcionario del gobierno había volado ebrio el dron desde un apartamento ubicado cerca de la residencia oficial del presidente de los Estados Unidos y perdió el control del dispositivo. Según el New York Times, el piloto escribió a sus amigos para comunicarles su preocupación porque el dron se había estrellado en el terreno de la Casa Blanca y, entonces, se fue a dormir. A la mañana siguiente, cuando escuchó la noticia del incidente, reconoció la autoría de los hechos.
Tuvo suerte, ya que la investigación mostró que antes del impacto, el dron se encontraba en un vuelo descontrolado, por lo que la fiscalía no presentó cargos contra el piloto. No obstante, el incidente destapó un problema de seguridad en la Casa Blanca. El dron pasó con facilidad todos los radares de la Casa Blanca diseñados para detectar aeronaves tradicionales y misiles; el problema es que sus intenciones podrían haber sido mucho menos inocentes.
Poco después del incidente, el fabricante del dron lanzó una actualización de firmware para el modelo con el objetivo de evitar que volara a un radio de 25 km de la Casa Blanca. Los helicópteros también quedaron inhabilitados en los alrededores de los aeropuertos, plantas nucleares y demás instalaciones críticas. Pero no todos los drones cuentan con esas medidas de protección incorporadas.
Caos en el aeropuerto
En diciembre del 2018, los drones paralizaron el Aeropuerto de Gatwick en Londres. Los aviones quedaron paralizados durante más de un día debido a las denuncias de drones sobrevolando el campo de aviación, que aparecían misteriosamente cuando el aeropuerto intentaba recuperar la actividad. El incidente afectó a 140,000 pasajeros y provocó la cancelación de unos mil vuelos.
Nunca se encontró a los culpables, por lo que se llegó a especular que estos ni siquiera existieran. Las denuncias llegaron de los testigos, pero los sistemas de seguridad de Gatwick, al igual que en el caso de la Casa Blanca, no detectaron nada. Además, para investigar el incidente, la policía desplegó sus propios drones, lo que podría haber provocado más denuncias de avistamientos.
Colisión en el cielo
En el 2017 tuvo lugar otro incidente en la provincia canadiense de Quebec, donde ningún testigo pudo evitar la colisión del dron. De vuelta a la tierra, una aeronave de motor ligero chocó con un VANT a una altura de 450 metros, 5 veces más alto de lo que tienen permitido volar los helicópteros. Por fortuna, la aeronave, que transportaba 8 personas a bordo, solo sufrió daños leves y consiguió aterrizar de forma segura.
Las consecuencias podrían haber sido mucho más graves. Tal como demostraron los investigadores de la Universidad de Dayton, incluso un dron ligero podría dañar seriamente a un avión.
Drones contra rascacielos
En la Nochevieja del 2016, casi tiene lugar una tragedia cuando un dron impactó contra la torre de observación Space Needle en Seattle, en la que unos pirotécnicos estaban preparando un espectáculo de fuegos artificiales. Las aspas del helicóptero, que continuaron rotando un tiempo después del accidente, quedaron muy cerca de un cable que activaba el sistema de lanzamiento. Afortunadamente, los trabajadores pudieron inmovilizar el dron.
El vídeo no ayudó a que la policía determinara el lugar del despegue, por lo que tuvieron que recurrir al número de serie del helicóptero para identificar al propietario, que recibió una multa.
Práctica con trenes
El famoso Flying Scotsman, un tren de pasajeros que recorre las capitales de Inglaterra y Escocia también tuvo un encuentro cercano con un dron. En el 2016, un mes después de una larga restauración, el tren resultó dañado por un VANT. Un dron que filmaba el tren chocó con un árbol y su cámara voló hasta uno de los vagones. Nadie salió herido, pero el estruendo sobresaltó a los pasajeros.
Y en abril de este año, otro dron inofensivo consiguió evitar por poco una colisión contra el Scotsman. Si la suerte no hubiera intervenido, el impacto podría haber supuesto daños importantes en el equipo y heridos de gravedad.
Un dron en la rueda
Los ciclistas también están en peligro. En el 2017, un dron que grababa el Golden State Race Series en Rancho Cordova, California, impactó contra un árbol y cayó a la carretera. Un fragmento del dron quedó atrapado en la rueda delantera de uno de los ciclistas, que sufrió una dura caída. Afortunadamente, el ciclista apenas se lesionó y el propietario del dron prometió comprarle una rueda y un casco nuevos a modo de compensación.
Un apagón de tres horas
En la ciudad de West Hollywood, cerca de Los Angeles, un dron fue el responsable de un apagón eléctrico de tres horas en cientos de hogares. Por ironías del destino, el dron voló hasta la línea eléctrica justo un par de semanas después de que el ayuntamiento de Los Ángeles reforzara la regulación del uso de drones.
Aunque era de día y había gente por la calle, no hubo heridos, pero unos 650 habitantes de West Hollywood sufrieron los inconvenientes y tuvieron que esperar a la reparación de la línea eléctrica. Los bomberos también bloquearon dos carriles de Sunset Boulevard, donde tuvo lugar la colisión.
El dron derribado
Aunque el operador tenga el control y el dron esté en buenas condiciones, el vuelo puede acabar mal. Por ejemplo, en Nueva Zelanda un residente disparó a un dron que volaba sobre su terreno y casi lo paga con la cárcel.
De acuerdo con la policía y el operador del dron, el dispositivo no estaba grabando de forma ilegal la propiedad privada, sino que capturaba un vídeo de un terreno a la venta en la calle del acusado. No obstante, el demandante no pudo demostrar al tribunal que el dron no se había salido de su ruta y, como resultado, el autor de los disparos quedó absuelto.
Protección del espacio aéreo
Como has podido comprobar, los drones no solo son una práctica herramienta para tomar fotos y vídeos y otras tareas, sino que también pueden suponer un riesgo para la salud y propiedad. Por fortuna, hay tecnologías que detectan y neutralizan a tiempo a estos dispositivos. Dicho esto, no te pierdas esta publicación para conocer más sobre nuestra solución antidrones.