Según la sociedad americana contra la crueldad animal, las protectoras de animales estadounidenses acogieron a unos 3,300.000 perros el año pasado. En España, se recogieron más de 137,000 perros y gatos en 2016, según los datos publicados por la Fundación Affinity. Esta alarmante cifra podría reducirse si los perros dejaran de huir y de perderse. Por otro lado, según Animal Search UK, solo uno de cada cuatro perros se reúne con su dueño.
Las tecnologías modernas pueden proteger a nuestras mascotas, entre otras muchas cosas, por ello, vamos a indagar en el funcionamiento de uno de los dispositivos que puede llegar a ser más útil, el localizador GPS. Hemos analizado 7 de estos aparatos (en Securelist podrás encontrar el informe completo), pero hemos decidido ampliar el tema y hablar sobre la seguridad de los perros en general.
No dejes que el perro se escape
- Hazte con una buena correa, una robusta, segura y cómoda. Cuando la compres, debes tener en cuenta no solo la talla de tu perro, sino también la durabilidad del material, ya que hasta la mascota más pequeña puede llegar a ser más fuerte de lo que piensas en un arrebato. Es muy probable que una cadena de metal se te acabe resbalando y se escape con tu perro, por lo que no evitará la fuga. Y, por otro lado, las correas sintéticas o trenzadas pueden generar quemaduras graves. Los modelos más resistentes (de nylon o piel) pueden parecer menos atractivos, pero son muy prácticos y confiables. Por último, los perros más inquietos pueden llegar a necesitar un arnés.
- Enseña a tu mascota a responder sin vacilar a las órdenes básicas, como “ven aquí” o “siéntate”. Las otras quedan a tu elección, pero estas pueden salvar la vida de tu perro. Pueden llegar a ser útiles hasta cuando el animal esté asustado, en cuyo caso, un comportamiento familiar y la calma del dueño pueden ayudarle a superar el miedo y evitar que salga huyendo.
- Recuerda que los perros salen huyendo cuando están asustados. La mayoría de las veces se asustan por ruidos fuertes y repentinos, como fuegos artificiales, truenos, disparos y bocinas. Pero el miedo también puede surgir por otros animales, multitudes, lugares desconocidos, coches y muchas otras cosas. Sujeta bien fuerte la correa en este tipo de situaciones que puedan asustar a tu perro.
- Los perros también buscan escapar cuando sienten sus instintos depredadores. Si tienes un terrier o un perro de caza, vigílalo en situaciones en las que pueda soltarse para ir en busca de su presa, como en el campo o en la presencia de animales más pequeños.
- Incluso los perros más obedientes y calmados pueden volverse incontrolables durante el período de celo. Puede dejar de responder a tus órdenes e intentar escapar, así que, evita todos estos problemas dándole paseos cortos durante esta época o, si no quieres cachorritos, esterilízalo o cástralo.
- Si tienes patio o jardín, deja a tu perro suelto únicamente cuando puedas vigilarlo. Si te vas de viaje, deja al perro en casa con un canguro o en un hotel para mascotas donde lo puedan cuidar adiestradores experimentados.
- Intenta poco a poco que se acostumbre al coche. Cualquier cosa podría asustar a un perro que no ha viajado antes en este vehículo, como los olores desconocidos o el sonido del motor o el del limpiaparabrisas. Lo mejor es desarrollar una rutina especial para los viajes en coche. Enseña a tu mascota a subir y bajar del coche con órdenes especiales, eso disminuirá la probabilidad de que salga corriendo entre el tráfico. Para más seguridad, mantén las ventanas bajadas o compra un asiento especial para perros.
- El perro puede huir por sí solo, pero también lo pueden robar, por lo que Animal Search UK recomienda que no dejes a tu perro donde nunca dejarías a tu hijo, como en un coche cerrado o en la puerta de una tienda.
- Animal Search UK también recomienda que, si contratas los servicios de paseadores de perros o canguros, te asegures de leer las opiniones de los particulares y empresas que proporcionan este servicio. Elige entre aquellos que aporten más información y asegúrate de que tengan valoraciones positivas.
¿Y si se escapa de todas formas?
- Hazte amigo de los vecinos que tengan perro y de tus vecinos en general, así podrán reconocer a tu amigo peludo y contactar contigo para decirte dónde puedes buscarlo o, incluso, traerlo de vuelta a casa.
- El collar del perro debe contener un mínimo de información sobre el animal, como su nombre o el número de teléfono del propietario. Lo mejor es grabar esta información en una chapa de acero, en el cierre o en cualquier otra superficie en la que la letra no desaparezca y sea visible. Eso sí, no pongas tu dirección, podrían usarla los delincuentes. No obstante, es buena idea añadir el chip del animal o el código identificador del pedigrí.
- Ponle un chip. Al contrario que el identificador de pedigrí, este chip debe implantarse en todas las mascotas, perros con o sin pedigrí, gatos, hurones y demás. La memoria del chip almacena un código de 15 dígitos que indica el código del país, información del fabricante y sobre el animal. Para leer esta información, se necesita un escáner especializado que suelen tener tanto las clínicas veterinarias como las protectoras. Estos tienen acceso a la base de datos unificada de códigos de identificación animal, donde se encuentra el número de teléfono, la dirección y el nombre del propietario del animal.
- Utiliza un dispositivo rastreador GPS en tu mascota. Con este dispositivo no tendrás que esperar a que alguien contacte contigo para decirte que ha encontrado al animal. Podrás rastrear la localización de tu mascota en cualquier momento. En el mercado existen muchos tipos y difieren según su funcionalidad y fiabilidad. Esta última es especialmente importante, ya que no solo afecta a la vida del dispositivo, sino también a tu seguridad y la de tu mascota. Hemos probado siete dispositivos de rastreo para mascotas y hemos descubierto diferencias significativas en su seguridad. Muchos de estos artilugios tienen vulnerabilidades que podrían provocar que tu perro se perdiera o fuera robado y que tus datos personales acaben en las manos equivocadas.